Vasos Sagrados Custodia
La custodia (ostensorio) es una urna enmarcada en vidrio en la que se expone públicamente el Santísimo Sacramento. Puede ser de oro, plata, latón o cobre dorado. La forma más adecuada es la del sol que emite sus rayos a todas partes. La base debe ser amplia, y a una corta distancia por encima de ella debe haber una perilla para una mayor facilidad en el manejo. La custodia debe estar coronada por una cruz. No debe ser adornada con estatuas de santos, ya que se prohíbe que éstas y las reliquias de los santos se coloquen sobre el altar durante la bendición solemne. A los lados del recipiente donde se coloca la luneta es conveniente tener dos estatuas que representen a ángeles en adoración.
La luneta (o lúnula) es el recipiente que está en medio de la custodia, de un tamaño tal que se pueda poner la hostia fácilmente en ella; se debe tener cuidado que la hostia no toque los lados del recipiente. En la parte frontal y posterior de este receptáculo debe haber un cristal, y el de atrás debe abrir como una puerta; cuando está cerrado, la puerta debe encajar herméticamente. La circunferencia de este receptáculo puede ser de oro o si es de otro material, debería ser dorado, y tan suave y pulido que cualquier partícula que pueda caer desde la hostia sea fácilmente detectada y removida. La luneta debe ser insertada y retirada sin dificultad, de ahí que el dispositivo para mantenerla en posición vertical debe estar construido con este fin. La custodia no tiene necesariamente que ser bendecida, pero es mejor que lo sea. Cuando se lleva hacia y desde el altar debe estar cubierta con un velo blanco.
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