miércoles, 26 de abril de 2023

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 27 de Abril - San Juan 6,44-51.


    Libro de los Hechos de los Apóstoles 8,26-40.

    El Ángel del Señor dijo a Felipe: "Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza: es un camino desierto".
    El se levantó y partió. Un eunuco etíope, ministro del tesoro y alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, había ido en peregrinación a Jerusalén y se volvía, sentado en su carruaje, leyendo al profeta Isaías.
    El Espíritu Santo dijo a Felipe: "Acércate y camina junto a su carro".
    Felipe se acercó y, al oír que leía al profeta Isaías, le preguntó: "¿Comprendes lo que estás leyendo?".
    El respondió: "¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?". Entonces le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él.
    El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente: Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero que no se queja ante el que lo esquila, así él no abrió la boca.
    En su humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, ya que su vida es arrancada de la tierra?
    El etíope preguntó a Felipe: "Dime, por favor, ¿de quién dice esto el Profeta? ¿De sí mismo o de algún otro?".
    Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de Jesús.
    Siguiendo su camino, llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope dijo: "Aquí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?".
    Y ordenó que detuvieran el carro; ambos descendieron hasta el agua, y Felipe lo bautizó.
    Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor, arrebató a Felipe, y el etíope no lo vio más, pero seguía gozoso su camino.
    Felipe se encontró en Azoto, y en todas las ciudades por donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia, hasta que llegó a Cesarea.


Salmo 66(65),8-9.16-17.20.

Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,
hagan oír bien alto su alabanza:
él nos concedió la vida
y no dejó que vacilaran nuestros pies.

Los que temen al Señor, vengan a escuchar,
yo les contaré lo que hizo por mí:
apenas mi boca clamó hacia él,
mi lengua comenzó a alabarlo.

Bendito sea Dios,
que no rechazó mi oración
ni apartó de mí su misericordia.


    Evangelio según San Juan 6,44-51.


    Jesús dijo a la gente: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día.
    Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
    Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre.
    Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.
    Yo soy el pan de Vida.
    Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.
    Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.
    Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 27 de Abril - “Este pan vivo, que ha bajado del cielo; el que coma de él no morirá”


  Santa Teresa de Calcuta (1910-1997) fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad Carta a un sacerdote, 17/02/1978


“Este pan vivo, que ha bajado del cielo; el que coma de él no morirá”

   “Tenía hambre, estaba desnudo, estaba desamparado. A mí me lo hicisteis” (Mt 25,40). El Pan de vida y el hambriento, pero un solo amor: solamente Jesús. Su humildad es realmente maravillosa. Puedo comprender su majestuosidad, su grandeza, porque él es Dios – pero su humildad sobrepasa mi comprensión, porque Él se convirtió en Pan de vida para que incluso un niño tan pequeño como yo pudiera comerlo y vivir.

    Hace algunos días les estaba dando la santa comunión a nuestras hermanas en la Casa Madre, y de repente me di cuenta de que tenía a Dios entre los dedos. La grandeza de la humildad de Dios. Realmente “no hay amor más grande” – no hay amor más grande que el amor de Cristo (Juan 15,13) Estoy seguro de que a menudo vosotros experimentáis esta sensación de que tanto en vuestra predicación como entre vuestras manos, el pan se convierte en el cuerpo de Jesús y el vino en sangre de Jesús. ¡Qué grande debe ser vuestro amor por Cristo! No hay amor más grande que el amor de un sacerdote hacia Cristo, “su Señor y su Dios” (Juan 20,28).

SANTORAL - SANTA ZITA



    Nació en Lucca, Italia, en 1218, de una familia campesina pobre, pero muy piadosa. De pequeñita, bastaba que la mamá le dijera: "Esto agrada a Dios", para que la niña lo hiciera. Y bastaba decirle: "Esto no agrada a Nuestro Señor", para que dejara de hacerlo. A los 12 años, a causa de la pobreza de la familia tuvo que emplearse de sirvienta en una familia rica. El jefe de la familia donde Zita fue a trabajar, era de temperamento violento y mandaba con gritos y palabras muy humillantes.
    
    Todos los empleados protestaban por este trato tan áspero, menos Zita que lo aceptaba de buena gana para asemejarse a Cristo Jesús que fue humillado y ultrajado. Con el correr de los años, todos se fueron dando cuenta de que era una verdadera santa, una gran amiga de Dios. Decía que una piedad que lo lleva a uno a descuidar los deberes y oficios que tiene que cumplir, no es verdadera piedad. El dinero de su sueldo lo gastaba casi todo en ayudar a los pobres. Dormía en una estera en el puro suelo porque su catre y colchón los había regalado a una familia muy necesitada.

    En época de gran escasez y hambre Zita repartió entre los más pobres unos costales de grano que había en la despensa. Cuando llegó el furibundo capataz de la casa a contar cuántos costales de grado quedaban en el granero, la santa se puso a rezar a Dios para que le solucionara aquel problema. El hombre encontró allí todos los costales de grano. Cuando le quedaba un día libre, lo empleaba en visitar pobres, enfermos y presos, en ayudar a los condenados a muerte.

   Estuvo 48 años de sirvienta, demostrando que en cualquier oficio y profesión que sea del agrado de Dios, se puede llegar a una gran santidad. Murió el 27 de abril de 1278. El Papa Inocencio XII la declaró santa. Y su cuerpo se conservaba incorrupto cuando fue sacado del sepulcro, más de 300 años después de su muerte.

Oremos

    Concédenos, Señor, un conocimiento profundo y un amor intenso a tu santo nombre, semejantes a los que diste a Santa Zita, para que así, sirviéndote con sinceridad y lealtad, a ejemplo suyo también nosotros te agrademos con nuestra fe y con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

-FRASE DEL DÍA-

 



ROSARIO DEL ESPÍRITU SANTO




En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…Amén
 
    Para comenzar, se recita el Credo, el Padre Nuestro y el Gloria.

    Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles llena con tu divina gracia, los corazones que creaste. Tú, a quien llamamos Paráclito, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre; que inspiras nuestras palabras. Ilumina nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé nuestro director y nuestro guía, para que evitemos todo mal. Por ti conozcamos al Padre, al Hijo revélanos también; Creamos en ti, su Espíritu, por los siglos de los siglos Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración

Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles por la luz del Espíritu Santo, concedenos por este mismo Espíritu el gustar lo que es bueno y gozar sin cesar de su consolación. Por Cristo nuestro Señor. Amén.


Primer Misterio

Jesús fue concebido de la Virgen María por virtud del Espíritu Santo

Meditación: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por cuya causa, el fruto santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Luc. 1, 35.)

Afectos: Pedir insistentemente el socorro del divino Espíritu y la intercesión de María, para imitar las virtudes de Jesucristo que es el modelo de las mismas, para que os hagáis conformes a la imagen del Hijo de Dios.

Se repite 10 veces:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.


Segundo Misterio

El Espíritu del Señor se posó sobre Jesús

Meditación: "Bautizado, pues, Jesús, al instante que salió del agua, se le abrieron los cielos, y vio bajar el Espíritu Santo a manera de paloma, y posar sobre El." (Mat. 3, 16.)

Afectos: Estimad soberanamente la inapreciable gracia santificante, que ha sido derramada en vuestro corazón por el Espíritu Santo en el bautismo. Guardad lo que habéis prometido y ejercitaos en continuos actos de fe, esperanza y caridad. Vivid siempre como conviene a los hijos de Dios y a los miembros de la verdadera Iglesia de Dios, a fin de que recibáis después de esta vida la herencia del cielo.

Se repite 10 veces:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.


Tercer Misterio

Jesús fue conducido por el Espíritu Santo al desierto

Meditación: "Jesús, pues, lleno del Espíritu Santo, partió del Jordán, y fue conducido por el Espíritu al desierto; y allí estuvo cuarenta días y fue tentado del diablo." (Luc. 4, 1-2.)

Afectos: Estad siempre agradecidos por los siete dones del Espíritu Santo, que habéis recibido en la confirmación: por el Espíritu de sabiduría y de inteligencia, de consejo y de fortaleza, de ciencia y de piedad y de temor de Dios. Obedeced fielmente al Guía divino, a fin de obrar varonilmente en todos los peligros de esta vida y en todas las tentaciones, como conviene a un perfecto cristiano y a un esforzado atleta de Jesucristo.

Se repite 10 veces:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.


Cuarto Misterio

EL Espíritu Santo en la Iglesia.

Meditación: "De repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento impetuoso y llenó toda la casa donde estaban; y fueron llenos todos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar las maravillas de Dios." (Hech. II, 2, 4, 11.)

Afectos: Dad gracias a Dios porque os ha hecho hijos de su Iglesia, a la cual el Espíritu Santo enviado al mundo el día de Pentecostés, vivifica y gobierna siempre. Escuchad y seguid al Soberano Pontífice que por el Espíritu Santo enseña infaliblemente, y a la Iglesia, que es la columna y el sostén de la verdad. Guardad sus dogmas, propugnad su causa, defended sus derechos.

Se repite 10 veces:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.


Quinto Misterio 

EL Espíritu Santo en el alma del justo.

Meditación: "No sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, que habita en vosotros?" (1 Cor. 6, 19.) "No extingáis el Espíritu." (Tes. 5, 19.) "Y no queráis contristar el Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efes. 4, 30.)

Afectos: Acudid siempre al Espíritu Santo, que está en vosotros; vigilad cuidadosamente por la pureza de vuestra alma y de vuestro cuerpo. Obedeced fielmente a las divinas inspiraciones para obrar los frutos del Espíritu: caridad, gozo espiritual, paz, paciencia, bondad, benignidad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y castidad.

Se repite 10 veces:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.