sábado, 5 de diciembre de 2020

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO



     La conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿Qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo. Durante esta semana puedes buscar en los diferentes templos que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles, para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.

EVANGELIO - 06 de Diciembre - San Marcos 1,1-8


    Libro de Isaías 40,1-5.9-11.

    ¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios!
    Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados.
    Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios!
    ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies!
    Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor.
    Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: "¡Aquí está su Dios!".
    Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede.
    Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.


Salmo 84,9ab-10.11-12.13-14


Voy a escuchar lo que dice el Señor:

«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»

La salvación está ya cerca de sus fieles,

y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.




La misericordia y la fidelidad se encuentran,

la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra,

y la justicia mira desde el cielo. R/.




El Señor nos dará la lluvia,

y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante él,

la salvación seguirá sus pasos.


    Epístola I de San Pedro 3,8-14.

    En fin, vivan todos unidos, compartan las preocupaciones de los demás, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes.
    No devuelvan mal por mal, ni injuria por injuria: al contrario, retribuyan con bendiciones, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición.
    El que ama la vida y desea gozar de días felices, guarde su lengua del mal y sus labios de palabras mentirosas; apártese del mal y practique el bien; busque la paz y siga tras ella.
    Porque los ojos del Señor miran al justo y sus oídos están atentos a su plegaria, pero él rechaza a los que hacen el mal.
¿Quién puede hacerles daño si se dedican a practicar el bien?
Dichosos ustedes, si tienen que sufrir por la justicia. No teman ni se inquieten;



    Evangelio según San Marcos 1,1-8.

    Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
    Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
    Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
    Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
    Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: "Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias.
    Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 06 de Diciembre - «No soy digno de desatarle las sandalias»


        Homilía atribuida a San Gregorio Taumaturgo  obispo Homilía sobre la santa Teofanía, 4; PG 10, 1181

«No soy digno de desatarle las sandalias»

    [Jesús fue a Juan para que lo bautizara. Juan dijo: ¡soy yo quien tengo que ser bautizado por ti! (Mt 3,3.14).] En tu presencia, Señor, no me puedo callar, porque «yo soy la voz, y la voz del que clama en el desierto: preparad el camino del Señor. Soy yo el que necesita que tú me bautices, ¿y tú vienes a mí?» (Mt 3,3.14).

    En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios y el Verbo era Dios (Juan 1,1) ; eres el reflejo resplandeciente de la gloria del Padre, la expresión perfecta del Padre(He 1,3); eres la verdadera luz que ilumina el mundo(Jn 1,9); tú que aunque estabas en el mundo, viniste donde ya estabas; tú que te hiciste carne, pero que habitas en nosotros(Jn 1,14; 14,23) y que te mostraste a tus siervos en condición de siervo(Fil 2,7); tú que uniste la tierra y el cielo con tu santo nombre como puente; ¿Eres tú quien vienes a mi?¿Tú que eres tan poderoso en comparación a mi pobreza? El rey hacia el servidor, el Señor hacia el servidor...

    "Yo sé cuál es el abismo entre la tierra y el Creador». Cuál la diferencia entre el barro de la tierra y el que la ha modelado (Gen 2,7). Yo sé que tú eres el sol de justicia mayor que yo, que soy la lámpara de tu gracia (Mt 3,20 y Jn 5,35). Y mientras estás cubierto por la nube de tu cuerpo puro, yo, sin embargo, reconozco mi condición de siervo, que proclama tu gloria. "Yo no soy digno de desatar la correa de tus sandalias." ¿Y cómo me atrevo a tocar tu cabeza? Cómo extenderé la mano sobre ti, »que has extendido los cielos como una tienda de campaña" y que has afianzado «las aguas sobre la tierra" (Salmo 103,2, 135,6) … ¿Qué oración voy a hacer sobre ti, que acoges las oraciones de aquellos que te ignoran?

SANTORAL - SAN NICOLÁS DE BARI

06 de Diciembre


   San Nicolás, cuyo nombre significa "protector y defensor de los pueblos" fue tan popular en la antigüedad que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado por los fieles en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, consiguiendo éstos favores admirables por parte del santo.

    Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños. De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y otros grandes santos, pero su biografía fue escrita por el Arzobispo de Constantinopla, San Metodio.

    Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Unos de sus tíos era obispo y fue éste quien lo consagró como sacerdote, pero al quedar huérfano, el santo repartió todas sus riquezas entre los pobres e ingresó a un monasterio.

    Según la tradición, en la ciudad de Mira, en Turquía, los obispos y sacerdotes se encontraban en el templo reunidos para la elección del nuevo obispo, ya que el anterior había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento sin saber lo que ocurría, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Fue muy querido por la cantidad de milagros que concedió a los fieles.

    En la época del Licino, quien decretó una persecución contra los cristianos, Nicolás fue encarcelado y azotado. Con Constantino fueron liberados él y los demás prisioneros cristianos. Se dice que el santo logró impedir que los herejes arrianos entrasen a la ciudad de Mira.

    El santo murió el 6 de diciembre del año 345. En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia.

    En esta ciudad se obtuvieron tan admirables milagros por su intercesión, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.



Oremos

    ¡Oh bienaventurado San Nicolás de Bari! a quién Dios ha glorificado con innumerables milagros manifestando su voluntad de que acudamos a ti, en los momentos difíciles de nuestra vida, confiados en tu protección. ¡Oh portento de caridad! al que acuden las familias, los pobres, los enfermos, los comerciantes, los empleados, los presos, los niños, las doncellas en peligro; yo, humildemente te pido me alcances la gracia que de ti espero, confiado en tu valiosísima protección, la que nunca niegas a tus devotos, para que favorecidos por tus bondades, cantemos una vez más las misericordias del Señor, y las maravillas de sus santos. ¡Providentísimo San Nicolás! no me abandones.