viernes, 9 de febrero de 2024

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO TERCERO
A LA LUZ DEL MAESTRO
El gran protocolo


    102. Suele escucharse que, frente al relativismo y a los límites del mundo actual, sería un asunto menor la situación de los migrantes, por ejemplo. Algunos católicos afirman que es un tema secundario al lado de los temas «serios» de la bioética. Que diga algo así un político preocupado por sus éxitos se puede comprender; pero no un cristiano, a quien solo le cabe la actitud de ponerse en los zapatos de ese hermano que arriesga su vida para dar un futuro a sus hijos. ¿Podemos reconocer que es precisamente eso lo que nos reclama Jesucristo cuando nos dice que a él mismo lo recibimos en cada forastero (cf. Mt 25,35)? San Benito lo había asumido sin vueltas y, aunque eso pudiera «complicar» la vida de los monjes, estableció que a todos los huéspedes que se presentaran en el monasterio se los acogiera «como a Cristo»[85], expresándolo aun con gestos de adoración[86], y que a los pobres y peregrinos se los tratara «con el máximo cuidado y solicitud»[87].

[85] Regla, 53, 1: PL 66, 749.

[86] Cf. Ibíd., 53, 7: PL 66, 750.

[87] Ibíd., 53, 15: PL 66, 751.


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 10 de Febrero - San Marcos 8,1-10.


    Primer Libro de los Reyes 12,26-32.13,33-34.

   
Pero Jeroboám pensó: "Tal como se presentan las cosas, el reino podría volver a la casa de David.
    Si este pueblo sube a ofrecer sacrificios a la Casa de Dios en Jerusalén, terminarán por ponerse de parte de Roboám, rey de Judá, su señor; entonces me matarán a mí y se volverán a Roboám, rey de Judá".
    Y después de haber reflexionado, el rey fabricó dos terneros de oro y dijo al pueblo: "¡Basta ya de subir a Jerusalén! Aquí está tu Dios, Israel, el que te hizo subir del país de Egipto".
    Luego puso un ternero en Betel y el otro en Dan.
    Aquello fue una ocasión de pecado, y el pueblo iba delante de uno de ellos hasta Dan.
    Jeroboám erigió templetes en los lugares altos, e instituyó sacerdotes de entre el común de la gente, que no eran hijos de Leví.
    Además, celebró una fiesta el día quince del octavo mes, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar. Esto lo hizo en Betel, donde ofreció sacrificios a los terneros que había fabricado. En Betel estableció a los sacerdotes de los lugares altos que había erigido.
    Después que sucedió esto, Jeroboám no se convirtió de su mala conducta. Volvió a instituir como sacerdotes de los lugares altos a personas tomadas del común de la gente; todo el que lo deseaba era investido por él y se convertía en sacerdote de los lugares altos.
    Esto fue una ocasión de pecado para la casa de Jeroboám, y provocó su destrucción y su exterminio de la faz de la tierra.


Salmo 106(105),6-7a.19-20.21-22.

Hemos pecado, igual que nuestros padres;
somos culpables, hicimos el mal:
nuestros padres, cuando estaban en Egipto,
no comprendieron tus maravillas;

En Horeb se fabricaron un ternero,
adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria
por la imagen de un toro que come pasto.

Olvidaron a Dios, que los había salvado
y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo.

    
    Evangelio según San Marcos 8,1-10.

    En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer.
    Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos".
    Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?".
    El les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete".
    Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud.
    Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran.
    Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo que había sobrado.
    Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió.
    En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 10 de Febrero - «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?»


San Juan Crisóstomo Sobre el Evangelio de san Mateo: Nuestro pastor se nos da como alimento Homilía 82: PG 87, 737


«¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?» 

    ¿Qué pastor ha alimentado jamás a su rebaño con su propio cuerpo? A menudo, las madres confían a sus hijos a una nodriza. Pero Jesucristo no puede aceptar esto para sus ovejas. Él mismo nos alimenta con su propia sangre y así nos convierte en un solo cuerpo con Él.

    Considerad, hermanos míos, que Cristo nació de nuestra sustancia humana. Pero, me diréis ¿qué importa? Esto no tiene que ver con todos los hombres. ¡Perdón, hermano! Es para todos una gran ventaja. El hecho que haya venido y haya tomado la condición humana concierne a toda la humanidad. Y si ha venido por todos, también ha venido por cada uno en particular.

    Talvez me diréis: «¿Porqué, entonces, no todos los hombres han recibido el fruto que les debía llegar con esta venida?» ¡No acuséis a Jesús que ha escogido este medio para la salvación de todos! El fallo está en los que rechazan este beneficio. Porque en la eucaristía, Jesús se une a cada uno de sus fieles, los hace renacer, los alimenta de sí mismo, no los abandona a otro y así los convence una vez más de que realmente tomó nuestra carne.

SANTORAL - SANTA ESCOLÁSTICA, VIRGEN

10 de Febrero


    Memoria de la sepultura de Santa Escolástica, virgen, hermana de San Benito, la cual, consagrada desde su infancia a Dios, mantuvo una perfecta unión espiritual con su hermano, al que visitaba una vez al año en Montecasino, en la Campania, para pasar juntos una jornada de santas conversaciones y alabanza a Dios.

    Mientras su hermano residió en Monte Casino, ella se hallaba en Plombariola, fundando y gobernando un monasterio.

   Tenía la costumbre de visitar a San Benito una vez al año y como no estaba permitido entrar al monasterio, él salía a su encuentro para llevarla a una casa de confianza, donde los hermanos pasaban la velada orando, cantando himnos de alabanza a Dios y discutiendo asuntos espirituales. Sobre la última visita, San Gregorio hace una notable descripción, en la cual, la santa presintiendo que no volvería ver más a su hermano, le rogó que no partiera esa noche sino al día siguiente, pero San Benito se sintió incapaz de romper las reglas de su monasterio.

    Entonces, Santa Escolástica apeló a Dios con una ferviente oración para que interviniera en su ayuda, y acto seguido, estalló una fuerte tormenta que impidió que su hermano regresara al monasterio. Los dos santos pasaron la noche hablando de las cosas santas y de asuntos espirituales. Tres días después, la santa murió, y su hermano que se encontraba absorto en la oración tuvo la visión del alma de su hermana ascendiendo al cielo en forma de paloma.


Oremos


    Oh Dios, que nos mostraste hacia donde la inocencia conduce, Tú hiciste que el alma de la virgen Santa Escolástica se elevara al cielo como una paloma en vuelo. Obtenedme a través de ella por sus méritos y sus oraciones que podamos así vivir en la inocencia para lograr las alegrías eternas. Te lo pedimos a través de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

-FRASE DEL DÍA-