viernes, 16 de abril de 2021

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE - SANTA FE ARGENTINA



    En Santa Fe se empezó a realizar una peregrinación en honor a la Virgen desde la mitad del siglo XIX,7​11​ haciendo el festejo principal 15 días después de Pascua, coincidiendo con el segundo domingo. Las causas de la imposición de esta fecha, en vez de la tradicional 12 de diciembre, fueron, por un lado, que en diciembre estaba la cosecha del trigo, limitando la participación popular; y, por el otro, facilitar el cumplimiento del precepto católico de confesar y comulgar al menos una vez al año para el tiempo pascual, que son 50 días después de Pascua

    En 1747, un sacerdote mercedario, el padre Miguel Sánchez, encontró, en la biblioteca del Convento de Mercedarios, una estampa representando la aparición de la Virgen de Guadalupe al indio Diego en el cerro del Tepeyac, México.3​4​ Según cuenta la tradición, salió por la calle a buscar un cuadro para la imagen cuando una mujer desconocida le ofreció en venta un marco dorado con molduras, y el sacerdote la obtuvo. Acto seguido, colocó la imagen en el cuadro.5​ Más tarde, con el permiso de los Setúbal, llevó la lámina de la Virgen al oratorio de los mismos.3​

    Este oratorio había sido construido a mediados del siglo XVIII, por el capitán Don Juan González de Setúbal, en campos de su propiedad, distantes a 5 km al norte del casco urbano y cerca de la laguna los Saladillos o laguna Grande (hoy laguna Setúbal). Desde entonces, la imagen de la Virgen empieza a ser venerada por los vecinos de la zona, y también de otros pueblos. Fue el primer panegírico de la Virgen de Guadalupe en Santa Fe,5​ y es tan importante la Virgen que el lugar empieza a ser conocido como Villa de Guadalupe (hoy barrio Guadalupe Oeste).3​

    A la muerte de Juan González, la viuda deja a cargo del oratorio a su sobrino Francisco Javier de la Rosa, conocido como el ermitaño. El pequeño oratorio estaba en mal estado, y a punto de desplomarse, por lo que Francisco procede a pedirle a su tía una fracción de terreno a que tenía cercano a aquel sitio, para erigir allí con sus propios recursos un santuario a la Virgen bajo la advocación de Guadalupe. La señora de Setúbal accedió a los deseos de su sobrino, quien el 4 de diciembre de 1779 empezó la obra.4​

    Ya para 1780, luego de mucho sufrimiento y de haber llegado al extremo de pedir limosna para terminar la capilla, esta estaba terminada, y coloca en el altar la imagen de la Virgen a cuyo culto había consagrado su existencia, y un año más tarde el retablo tallado por su propia mano ocupaba el lugar correspondiente, teniendo alrededor grandes medallones al óleo en los que habían pintado la historia de la aparición de Guadalupe.4​ Para presentar por primera vez la imagen a los vecinos, se realizó una misa solemne oficiada por el pbro. Francisco Antonio Vera Mujica, cura de la iglesia matriz.5​ En 1794, cuando Javier de la Rosa se ausenta del lugar camino a Curuzú Cuatiá, la capilla queda abandonada.6​
En 1899, el papa León XIII proclamó a la Virgen de Guadalupe, Patrona y Titular de la Diócesis de Santa Fe. El 14 de octubre de 1900 se realiza la primera procesión oficial por iniciativa de monseñor Boneo, primer obispo de la diócesis.7​ Cabe mencionar que esta es la primera peregrinación oficial, pero existen datos que hablan de procesiones anteriores, populares y espontáneas.

    Es importante destacar que por 1900, Guadalupe quedaba bien lejos del centro de la ciudad. Solo un camino de arena bordeado de árboles (actual Av. Gral Paz) permitía llegar al lugar, al borde de asentamientos de quintas y chacras, que empezaba a ser ocupados por inmigrantes alemanes e italianos.

    En 1904, el monseñor Boneo bendice la piedra basal de lo que sería la nueva basílica, cuya construcción estuvo a las órdenes del arquitecto Juan Bautista Arnaldi.1​ Esta se inaugura el 8 de mayo de 1910.

    La imagen recibió la coronación pontificia el domingo 22 de abril de 1928


Oración final a la Virgen de Guadalupe

Madre y Reina de Guadalupe,
que nos cuidas y nos acompañas,
que estás siempre entre nosotros,
enséñanos a vivir como tus hijos
imitando a Jesús.
Bendice todas nuestras buenas intenciones,
bendice nuestro trabajo de cada día.
Cuida a nuestras familias,
Ampara a nuestros niños y jóvenes,
Sana a nuestros enfermos
y fortalece a nuestros ancianos.
Llévanos de tu mano a Jesús.
Amén.

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EVANGELIO - 17 de Abril - San Juan 6,16-21.


        Libro de los Hechos de los Apóstoles 6,1-7.

    En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos.
    Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: "No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas.
    Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea.
    De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra".
    La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía.
    Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos.
    Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.


Salmo 33(32),1-2.4-5.18-19.

Aclamen, justos, al Señor:
es propio de los buenos alabarlo.
Alaben al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas.

Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.


    Evangelio según San Juan 6,16-21.

    Al atardecer, sus discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos.
    El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.
    Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo.
    El les dijo: "Soy yo, no teman".
    Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 17 de Abril - «Inmediatamente, la barca se acercó a la orilla»


       San Clemente de Alejandría El Pedagogo: En camino hacia la Vida Eterna III, 12, 101


«Inmediatamente, la barca se acercó a la orilla» 

    Dirijamos nuestra oración al Verbo: Sé propicio a tus pequeños, Pedagogo, Padre, Guía de Israel (2 Re 2,12); Hijo y Padre, ambos un solo Señor. Concede a quienes seguimos tus preceptos llevar a su perfección la semejanza de la imagen (Gn 1,26) y sentir en lo posible la bondad de Dios, como juez, y su rigor; y concédenos tú mismo todo eso: que vivamos en tu paz sobre la tierra, que seamos trasladados a tu ciudad; que atravesemos sin naufragar las olas del pecado y que, en plena calma, seamos transportados junto al Espíritu Santo, la inefable sabiduría.

    Que de noche y de día,- hasta el día final-, alabemos y demos gracias al único Padre e Hijo, Hijo y Padre, al Hijo Pedagogo y Maestro, junto con el Espíritu Santo. Todo está en el Uno, puesto que en Él son todas las cosas (Jn 1,3; 1 Co 8,6; Col 1,16-17), por quien todo es uno, por quien la eternidad es, de quien todos somos miembros (Rm 12,5; 1 Co 12,12); de Él es la gloria y los siglos; todo sea para el Bueno; todo, para el Bello; todo, para el Sabio; todo, para el Justo. A Él la gloria, ahora y por los siglos de los siglos. Amén (Rm 11,36).

SANTORAL - SANTA KATERI TEKAKWITHA

17 de Abril


    Kateri Tekakwitha (1656-1680), laica, india de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), llamada también “lirio de los Mohawks”, muerta tres años después de su bautismo.

    La América norteamericana ya tiene su santa india. Una figura extraordinaria llena de encanto, testigo de lo que la gracia divina hace en quien, con toda la inocencia de una juventud incontaminada, se deja llevar por su impulso. Kateri Tekakwitha vivió mucho en pocos años. Murió consagrada a Dios a los 24 años.

    En el inmenso territorio descubierto en el siglo XVI, se establecieron poco a poco colonias de todas las procedencias, ambicionando establecerse en aquellas grandes praderas. En medio de la presencia holandesa y luego inglesa, vivió una joven india mohawk.

    La santa ha realizado muchos milagros privados. La conocida como “el lirio de los mohawks” tiene su santuario nacional en Fonda, Nueva York. Fue fundado en honor de Kateri, en el lugar donde fue bautizada el domingo de Pascua, 5 de abril de 1676, y aquí vivió sus años de adolescencia.

    Kateri nació en 1656 de una madre algonquina cristiana --raptada por los iroqueses y casada con un jefe mohawk--, en la aldea fortificada de Mohawk Canaouaga u Ossernenon (moderna Auriesville), en el actual estado de Nueva York.

    Cuando sólo tenía cuatro años, quedó huérfana, debido a una epidemia de viruela. Kateri sobrevivió pero quedó marcada de cicatrices y con una visión reducida. Kateri fue apodada "tekakwitha", que significa "la que choca contra las cosas". Fue acogida por su tío, que se oponía duramente a la evangelización.

    Cuando Kateri tenía diez años, en 1666, una partida de guerra compuesta de soldados franceses e indios hostle de Canadá destruyó las fortalezas mohawk en la orilla sur del río Mohawk. Los mohawks supervivientes se trasladaron a la parte norte del río. Kateri vivió en Caughnawaga, sede del actual santuario, los siguientes diez años.

    Cuando tenía 18 años, inició la catequesis en secreto y finalmente su tío dio su consentimiento para que se convirtiera al cristianismo, a condición de saliera del pueblo indio. Tras caminar unos 320 kilómetros por el bosque hasta llegar a Sault Ste. Marie, un pueblo cristiano cerca de Montreal, en 1677. El asentamiento indio era conocido como Kahnawake, al otro lado del río San Lorenzo, fue denominado "El pueblo de los indios que rezan".

    El día de Navidad de 1677, Kateri hizo la primera comunión y, en la Fiesta de la Anunciación de 1679, hizo voto de virginidad perpetua. Se ofreció a la Santísima Virgen María para que la aceptara como hija. En los últimos años de su vida, soportó un gran sufrimiento por una enfermedad grave. Murió el 17 de abril de 1680, poco antes de cumplir 24 años, y fue enterrada en Kahnawake, Quebec, Canadá. Sus palabras finales fueron: "Jesús, María, os amo".

Oremos

    Señor Dios, Tú llamaste a la virgen Santa Kateri, para brillar en el pueblo indio americano como un ejemplo de la inocencia de la vida. A través de su intercesión, todos los pueblos de toda raza, lengua y nación, después de haber sido recogido en tu iglesia, proclamemos tu grandeza en un canto de alabanza. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén