jueves, 4 de febrero de 2016

LITURGIA

Elementos Materiales de la Liturgia

El Templo, el Altar, vestiduras del Papa, obispos y sacerdotes, colores litúrgicos


    El copón, llamado también ciborio, es un vaso en forma de cáliz utilizado para guardar el Santísimo Sacramento. La palabra es de etimología bastante dudosa. Algunos la derivan de la palabra latina cibus, "comida", ya que se utiliza para contener el Pan Celestial; mientras que otros la remontan al griego kiborion, "copa", debido a la forma original de este recipiente eucarístico. En los primeros tiempos cristianos el término “ciborio” se aplicó también aldosel que coronaba el altar, pero de acuerdo con el uso litúrgico actual la palabra “ciborio” denota exclusivamente el vaso sagrado utilizado para la reserva de las especies consagradas. En la actualidad se utilizan dos vasos para reservar el Santísimo Sacramento: uno, llamada píxide, es una caja pequeña y redonda y sirve para llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos; y el otro, generalmente llamado copón, se utiliza para distribuir la Sagrada Comunión en las iglesias y para reservar las partículas consagradas en el sagrario.

    En su forma el copón se asemeja al cáliz, pero la copa o recipiente es redonda en lugar de alargada, y tiene una cubierta cónica coronada por una cruz o algún otro dispositivo apropiado. La parte inferior de la copa debe ser un poco elevada en el centro de manera que las últimas partículas puedan ser removidas fácilmente y la purificación se lleve a cabo más convenientemente. El material debe ser oro o plata (a veces se permiten metales no preciosos), El copón no se consagra, pero es bendecido por un obispo o un sacerdote delegado por él, según la forma dada en el Ritual Romano. Mientras contiene las sagradas especies debe estar cubierto con un velo blanco pequeño de seda o con un paño dorado, y sólo puede ser manejado por los ministros sagrados; cuando está vacío y purificado puede ser tocado por todos los clérigos , y por laicos especialmente autorizados. En las Iglesias Orientales se usa comúnmente la patena para la distribución de la Comunión, y el Santísimo Sacramento se reserva en cajas de oro o de plata cubiertas de seda y suspendidas del dosel de altar, de acuerdo con la costumbre antigua.


Fuente: ec.aciprensa.com/wiki/Copón




DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (Cap.II)

Evangelización y Doctrina Social





REFLEXIÓN

Reflexiones Espirituales

Jueves 04 de Febrero


De las Catequesis de san Cirilo de Jerusalén, obispo
(Catequesis 13, 1. 3. 6. 23: PG 33, 771-774. 779. 799. 802)


QUE LA CRUZ SEA TU GOZO 
TAMBIÉN EN TIEMPO DE PERSECUCIÓN

    Cualquier acción de Cristo es motivo de gloria para la Iglesia universal; pero el máximo motivo de gloria es la cruz. Así lo expresa con acierto Pablo, que tan bien sabía de ello: En cuanto a mí, líbreme Dios de gloriarme si no es en la cruz de Cristo.

    Fue ciertamente digno de admiración el hecho de que el ciego de nacimiento recobrara la vista en Siloé; pero, ¿en qué benefició esto a todos los ciegos del mundo? Fue algo grande y preternatural la resurrección de Lázaro, cuatro días después de muerto; pero este beneficio le afectó a él únicamente, pues, ¿en qué benefició a los que en todo el mundo estaban muertos por el pecado? Fue cosa admirable el que cinco panes, como una fuente inextinguible, bastaran para alimentar a cinco mil hombres; pero, ¿en qué benefició a los que en todo el mundo se hallaban atormentados por el hambre de la ignorancia? Fue maravilloso el hecho de que fuera liberada aquella mujer a la que Satanás tenía ligada por la enfermedad desde hacía dieciocho años; pero, ¿de qué nos sirvió a nosotros, que estábamos ligados con las cadenas de nuestros pecados?

    En cambio, el triunfo de la cruz iluminó a todos los que padecían la ceguera del pecado, nos liberó a todos de las ataduras del pecado, redimió a todos los hombres.

    Por consiguiente, no hemos de avergonzarnos de la cruz del Salvador, sino más bien gloriarnos de ella. Porque el mensaje de la cruz es escándalo para los judíos, necedad para los griegos, mas para nosotros es salvación. Para los que están en vías de perdición es necedad, mas para nosotros, que estamos en vías de salvación, es fuerza de Dios. Porque el que moría por nosotros no era un hombre cualquiera, sino el Hijo de Dios, Dios hecho hombre. En otro tiempo, aquel cordero sacrificado por orden de Moisés alejaba al exterminador; con mucha más razón el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo nos librará del pecado. Si la sangre de una oveja irracional fue signo de salvación, ¿cuánto más salvadora no será la sangre del Unigénito?

    Él no perdió la vida coaccionado ni fue muerto a la fuerza, sino voluntariamente. Oye lo que dice: Soy libre para dar mi vida y libre para volverla a tomar. Fue, pues, a la pasión por su libre determinación, contento con la gran obra que iba a realizar, consciente del triunfo que iba a obtener, gozoso por la salvación de los hombres; al no rechazar la cruz, daba la salvación al mundo. El que sufría no era un hombre vil, sino el Dios humanado, que luchaba por el premio de su obediencia.

    Por lo tanto, que la cruz sea tu gozo no sólo en tiempo de paz; también en tiempo de persecución has de tener la misma confianza, de lo contrario, serías amigo de Jesús en tiempo de paz y enemigo suyo en tiempo de guerra. Ahora recibes el perdón de tus pecados y las gracias que te otorga la munificencia de tu rey; cuando sobrevenga la lucha, pelea denodada mente por tu rey.

    Jesús, que en nada había pecado, fue crucificado por ti; y tú, ¿no te crucificarás por él, que fue clavado en la cruz por amor a ti? No eres tú quien le haces un favor a él, ya que tú has recibido primero; lo que haces es devolverle el favor, saldando la deuda que tienes con aquel que por ti fue crucificado en el Gólgota.



EXTRAÍDA : SEGUNDA LECTURA OFICIO DE LECTURA DEL DÍA




LA FRASE DEL DÍA

Jueves 04 de Febrero






EVANGELIO

Tiempo Ordinario

Jueves 04 de Febrero    Semana IV


Primer Libro de los Reyes 2,1-4.10-12.

    Estando ya próximo a su muerte, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: "Yo me voy por el camino de todo el mundo. Sé fuerte y compórtate como un hombre. 
    Observa las prescripciones del Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, observando sus preceptos, sus mandamientos, sus leyes y sus instrucciones, según lo que está escrito en la Ley de Moisés.     Así prosperarás en todo lo que hagas y en todo lo que emprendas,
y el Señor mantendrá esta palabra que me ha dicho: Si tus hijos vigilan su conducta, caminando delante de mí con fidelidad, de todo corazón y con toda su alma, nunca te faltará un descendiente en el trono de Israel.
    David se fue a descansar con sus padres, y lo enterraron en la Ciudad de David.
    Cuarenta años duró su reinado sobre Israel: reinó siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
    Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su realeza quedó firmemente afianzada.



Primer Libro de Crónicas 29,10.11ab.11d-12a.12bcd.

Después David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea, diciendo: “¡Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre!
Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad;

porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra.
tú te elevas por encima de todo.
De ti proceden la riqueza y la gloria;

tú lo gobiernas todo,
en tu mano están el poder y la fuerza,
y es tu mano la que engrandece y afianza todas las cosas.

Fuente: Evangelizo.org




MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

Jueves 04 de Febrero






HIMNO

Tiempo Ordinario

Jueves de la Semana IV  

De la Feria. Salterio IV

04 de Febrero






SANTORAL

Santoral del Día

Jueves 04 de Febrero


    Pocas leyendas cristianas son tan conocidas y estimadas como la de santa Verónica. En ella se dice que Verónica limpió compasivamente el rostro de Jesús, cuando el Señor cayó bajo el peso de la cruz en su marcha al Calvario. La popularidad de este relato no tiene nada de extraño, puesto que toca una fibra muy íntima del corazón de los cristianos. Por otra parte, la versión que dice que Verónica era esposa de un oficial romano, constituye un ejemplo conmovedor de desprecio del respeto humano. Sin embargo, es necesario confesar que, si bien la leyenda es muy antigua, se apoya en una tradición muy vaga. Además, se ha identificado a Verónica con diversos personajes. Los orígenes de estas creencias populares están más relacionados con la milagrosa imagen del rostro de Cristo sobre un lienzo, que con los motivos de amor y caridad de Verónica. Según una de las versiones más difundidas en occidente, Verónica se trasladó a Roma después de la muerte de Cristo y curó al emperador Tiberio con la preciosa reliquia; a su muerte, la santa legó el lienzo al Papa san Clemente.   Una versión francesa de la leyenda identificó a Verónica con la esposa de Zaqueo (Luc. 19:2-10); cuando éste abrazó la vida eremítica (con el nombre de Amadour o Rocamadour), Verónica fue a evangelizar el sur de Francia. Otras versiones la identifican con Marta, con la hija de la cananea (Mat. 15:22-28), con una princesa de Edessa y con la esposa de un oficial galo romano. La versión más antigua es la de un suplemento latino de las "Actas de Pilato" o "Evangelio de Nicodemus." El documento data del siglo IV o V, pero el suplemento es posterior. El nombre latino del suplemento es "Cura Sanitatis Tiberii" ("La Curación de Tiberio"); en él se identifica a Verónica con la mujer que padecía de flujo de sangre (Mat. 9:20-22). La misma identidad se le atribuye en otros documentos.

    También se ha especulado mucho sobre el nombre de Verónica. Por ejemplo, se ha dicho que la imagen del lienzo de Verónica se conocía con el nombre de "vera icon" ("imagen verdadera") y que, por ello, se dio a la santa el nombre de Verónica. Por otra parte, en el oriente se llamaba a la que padece hemorragias "Berenice", es decir "Triunfadora", desde antes de que se le relacionara con la imagen milagrosa. En su polémica "Contra Celsum" de principios del siglo III, Orígenes afirma que los valentinianos llamaban a la enferma por hemorroísa, "Prounike" y que la consideraban como uno de los prototipos de la sabiduría; según el mismo autor, Celso confundió a la enferma con una virgen cristiana.

    Ninguno de los martirologios más antiguos menciona a santa Verónica tampoco la conmemora actualmente el Martirologio Romano. San Carlos Borromeo suprimió su fiesta y su oficio en la diócesis de Milán. A principios del siglo XV, cuando empezaba a introducirse la forma actual de la devoción del Via Crucis, se hablaba en Jerusalén de la casa de santa Verónica; pero la estación del Via Crucis que se refiere a la santa se introdujo poco a poco. Por ejemplo, dicha estación no existía aún en Viena, en 1799.

    Es muy posible que una mujer compasiva haya enjugado realmente el rostro del Señor en el camino al Calvario, y los cristianos hacen bien en meditar sobre ello y en honrar la memoria de dicha mujer. En San Pedro de Roma se conserva el lienzo original; pero es imposible garantizar su autenticidad.


Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI