domingo, 23 de abril de 2023
EVANGELIO - 24 de Abril - San Juan 6,22-29.
Libro de los Hechos de los Apóstoles 6,8-15.
Algunos miembros de la sinagoga llamada "de los Libertos", como también otros, originarios de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, se presentaron para discutir con él.
Pero como no encontraban argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su palabra, sobornaron a unos hombres para que dijeran que le habían oído blasfemar contra Moisés y contra Dios.
Así consiguieron excitar al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y llegando de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín.
Entonces presentaron falsos testigos, que declararon: "Este hombre no hace otra cosa que hablar contra el Lugar santo y contra la Ley.
Nosotros le hemos oído decir que Jesús de Nazaret destruirá este Lugar y cambiará las costumbres que nos ha transmitido Moisés".
En ese momento, los que estaban sentados en el Sanedrín tenían los ojos clavados en él y vieron que el rostro de Esteban parecía el de un ángel.
Salmo 119(118),23-24.26-27.29-30.
Aunque los poderosos se confabulen contra mí,
yo meditaré tus preceptos.
Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
y tus preceptos, mis consejeros.
Te expuse mi conducta y tú me escuchaste:
enséñame tus preceptos.
Instrúyeme en el camino de tus leyes,
y yo meditaré tus maravillas.
Apártame del camino de la mentira,
y dame la gracia de conocer tu ley.
Elegí el camino de la verdad,
puse tus decretos delante de mí.
Evangelio según San Juan 6,22-29.
yo meditaré tus preceptos.
Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
y tus preceptos, mis consejeros.
Te expuse mi conducta y tú me escuchaste:
enséñame tus preceptos.
Instrúyeme en el camino de tus leyes,
y yo meditaré tus maravillas.
Apártame del camino de la mentira,
y dame la gracia de conocer tu ley.
Elegí el camino de la verdad,
puse tus decretos delante de mí.
Evangelio según San Juan 6,22-29.
Después de que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos.
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.
Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello".
Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?".
Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado".
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.
Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello".
Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?".
Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado".
Palabra del Señor
MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 24 de Abril - “El deseo de Dios es que creáis en el que os envió”
“El deseo de Dios es que creáis en el que os envió”
Los sentidos son curiosos: la fe no quiere conocer nada, querría pasar toda su vida inmóvil al pie del tabernáculo. A los sentidos les gustan la riqueza y el honor; la fe se horroriza de ellos: "Bienaventurado los pobres" (Mt 5,3). Adora la pobreza y la humillación con la que Jesús se cubrió toda su vida como un traje que fue inseparable de él … Los sentidos se asustan de lo que ellos llaman peligros, de lo que puede traer el dolor o la muerte; La fe no se asusta nada, sabe que le pasará sólo lo que Dios quiera - "todos los cabellos de su cabeza están contados " (Mt 10,30) - y que lo que Dios querrá será siempre para su bien - "Todo lo que sucede es para bien de los elegidos" (Rm 8,28). Así, ante lo que pueda llegar, pena o alegría, salud o enfermedad, vida o muerte, lo acepta y no tiene miedo de nada… Los sentidos se inquietan por el mañana, se preguntan cómo se vivirá mañana; la fe no tiene ninguna inquietud… La fe lo alumbra todo con una luz nueva, diferente a la luz de los sentidos, más brillante, distinta. Así el que vive de fe tiene el alma llena de pensamientos nuevos, de gustos nuevos, de juicios nuevos; horizontes nuevos que se abren ante él, horizontes maravillosos iluminados por una luz celeste y bellos de la belleza divina. Envuelto con estas verdades nuevas, desconocidas por el mundo, necesariamente comienza una vida nueva, opuesta al mundo al que sus acciones le parecen una locura. El mundo está en las tinieblas, en una noche profunda. El hombre de fe está lleno de luz, el camino luminoso por dónde avanza no aparece ante los ojos de los hombres; estos parecen querer caminar por la vida como locos.
SANTORAL - SAN FIDEL DE SIGMARINGA
24 de Abril
Presbítero y mártir (1578-1622) El martirio es una gracia permanente en la Iglesia. La sangre cristiana corrió con abundancia a lo largo de los primeros siglos como testimonio de la nueva fe, y más tarde seria derramada, en tiempos modernos, por las Iglesias jóvenes de Extremo Oriente y del Nuevo Mundo. Pero, durante la Reforma protestante y el Anglicanismo el martirio cobró una forma nueva, la más dolorosa: en nombre de la fidelidad al Evangelio, unos cristianos llevaban al martirio a otros. Así fue como entregó Fidel su vida por la fe católica. Marcos Rey, nacido en Sigmaringen (Alemania) en 1578, hijo del burgomaestre de Sigmaringa, era un joven muy inteligente que ya cursando sus estudios de Leyes en Friburgo de Brisgovia llamaba la atención de todos por sus dotes intelectuales. Recibe el sacerdocio a los treinta y cinco años, el 4 de octubre de 1612. Al imponerle el nombre, el P. Guardián, como queriendo jugar con el significado del nombre, le recordó la frase del Apocalipsis: "Sé fiel - Fidel - hasta la muerte y te daré la corona de la vida". Se entregó de lleno a su formación teológica pero, sobre todo, a su formación ascética y piadosa: Pasaba horas en la oración y castigaba su cuerpo con rigurosas penitencias. Como superior sucesivamente de varios conventos, se señaló por un amor abrasador y puso sus dotes de orador al Servicio del Evangelio en numerosas misiones populares. Se le encomendaron misiones de predicación en tierras de protestantes - Suiza, Austria, sur de Alemania -, fue elegido guardián de los conventos de Feldkirch y Friburgo, tuvo rasgos de abnegado heroísmo durante una epidemia de peste, y convirtió a muchos calvinistas con una caridad que desarmaba a sus adversarios.
El Papa Gregorio XV había fundado aquellos días - 1622 - la Sagrada Congregación de Propaganda Fide para extender el conocimiento de la doctrina de Jesús por todos los países del mundo. El domingo 24 de Abril de 1622 , los herejes Grisones mientras estaba predicando la palabra de Dios, descargaron una espada contra él, pudo ponerse de rodillas y exclamó: "Jesús, María, valedme" y expiró. Es el Protomártir de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide.
Oremos
Señor Dios, que te has dignado conceder la palma del martirio a San Fidel de Sigmaringa cuando, abrasado en tu amor, se entregaba a la propagación de la fe, concédenos, te rogamos, que arraigados como él en el amor, lleguemos a conocer el poder de la resurrección de Jesucristo. Que vive y reina contigo. Amén.
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