jueves, 12 de septiembre de 2024

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 13 de Septiembre - San Lucas 6,39-42


    Carta I de San Pablo a los Corintios 9,16-19.22b-27.

    Hermanos: Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!
    Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión.
    ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere.
    En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible.
    Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio.
    Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.
    ¿No saben que en el estadio todos corren, pero uno solo gana el  premio? Corran, entonces, de manera que lo ganen.
    Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible.
    Así, yo corro, pero no sin saber adónde; peleo, no como el que da golpes en el aire.
    Al contrario, castigo mi cuerpo y lo tengo sometido, no sea que, después de haber predicado a los demás, yo mismo quede descalificado.


Salmo 84(83),3.4.5-6.12.

Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente.

Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios.

¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación!

Porque el Señor es sol y escudo;
el Señor da la gracia y la gloria,
y no niega sus bienes
a los que proceden con rectitud.


    Evangelio según San Lucas 6,39-42.


    Jesús hizo a sus discípulos esta comparación: "¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo?
    El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro.
    ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?
    ¿Cómo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo', tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo  ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano."

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 13 de Septiembre - “El discípulo perfecto, será como su Maestro”


San Carlos de Foucauld (1858-1916) ermitaño y misionero en el Sahara Sobre el Evangelio (Œuvre spirituelle, anthologie, Seuil, 1958)


“El discípulo perfecto, será como su Maestro”
           
    “El discípulo no es superior al maestro, cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro” (Lc 6,40). No busquemos ser más perfectos que Jesús, no busquemos practicar las virtudes mejor que él, no creamos que podemos hacer algo mejor que él. Imitémoslo  en todo, ya que sin imitarlo haríamos menos bien que él. La perfección es hacer todo como el maestro, creer que podemos superarlo es una locura. La perfección es hacer todo como él: practicar las virtudes y hacer el bien como él. Nosotros queremos hacer todo con perfección, la perfección es hacer las cosas como el maestro.

    No busquemos las más altas virtudes, sería una locura querer ser más perfecto que Dios…. Querer ser más manso que Jesús sería debilidad; más severo sería dureza; más austero sería tentar a Dios… Más perfecto en lo que fuere, sería inmenso orgullo insensato. La perfección es hacer las cosas como el maestro, creer que podemos superarlo es una locura y un pecado pensar que sea posible “¿Quién es como Dios?”. No busquemos ser más grandes que Jesús a los ojos de los hombres… (…)

    Imitemos a Jesús  en todo, ahí está la perfección: Jesús es Dios…Dios es perfecto… Jesús es la perfección en todo… Nosotros somos criaturas imperfectas, siempre y en todo. Jamás podríamos llegar a la perfección. ¡Solamente podríamos aproximarnos a la perfección al imitar en lo posible al que es desde siempre nuestro Dios, Jesús! 

SANTORAL - SAN JUAN CRISÓSTOMO

13 de Septiembre


   Memoria de San Juan, obispo de Constantinopla y doctor de la Iglesia, antioqueno de nacimiento, que, ordenado presbítero, llegó a ser llamado «Crisóstomo» por su gran elocuencia. Gran pastor y maestro de la fe en la sede constantinopolitana, fue desterrado de la misma por insidias de sus enemigos, y al volver del exilio por decreto del papa san Inocencio I, como consecuencia de los malos tratos recibidos de sus guardianes durante el camino de regreso, entregó su alma a Dios en Cumana, localidad del Ponto, el catorce de septiembre.    San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, Asia Menor, hacia el año 347. Hijo de un destacado militar, estudió filosofía y retórica y a los dieciocho años decidió entregarse al servicio de la iglesia. Después de ser bautizado, se retiró a la meditación en las montañas de las afueras de la ciudad, donde pasó seis años, pero ante su delicada salud se vio obligado a regresar a Antioquía.

    En el 386 fue ordenado sacerdote. Durante doce años realizó una gran labor pastoral como predicador, ya que su exposición y sus enseñanzas morales resultaban siempre aplicables a la vida cristiana. El año 398, pese a su resistencia a ello, se le consagró arzobispo de Constantinopla. Los grandes conflictos que sacudían al Imperio Romano de Oriente y a la iglesia repercutieron dolorosamente en la vida de San Juan Crisóstomo, que fue atacado tanto por sus propios hermanos en el episcopado como por el poder civil debido a su firme actitud en defensa de la austeridad y de la moral.

    Sus enemigos, apoyados en que había criticado a la emperatriz Eudoxia, consiguieron deponerlo y en el 403 fue deportado a Armenia. Dado que las cartas que desde allí escribía continuaban proporcionándole apoyo popular, se le ordenó establecerse aún más lejos, en una localidad del extremo oriental del mar Negro. Incapaz de soportar las penalidades del camino, San Juan Crisóstomo falleció en Cumano Pontica, Capadocia, el 14 de septiembre del año 407. Rehabilitado pocos años después, sus cenizas fueron llevadas a Constantinopla. La festividad de San Juan Crisóstomo se celebra el 13 de septiembre; se le honra como santo patrón de los oradores.

Oremos

    San Juan Crisòstomo, tù que fuiste sal de la tierra y luz del mundo, tù que difundiste con claridad las enseñanzas, y con santa paciencia resististe en los infortunios, defiendenos a todos de las injusticias y el error. Ayúdanos a asumir el Evangelio como camino,regla y vida en nuestro ser y actuar, para alcanzar la gloria celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

-FRASE DEL DÍA-