No se podría dejar de contemplar la Sagrada Familia y meditar estas palabras: Le estaba sometido. Treinta años de la vida de Nuestro Señor Jesucristo están ocultos en esas tres palabras, y he aquí, veinte siglos que la piedad cristiana las estudia y las saborea. La familia moderna reposa sobre el cristianismo; y en el Niño, la Madre y el Padre reunidos en Nazaret, encuentra el código de sus deberes, la regla de su jerarquía y el modelo de sus afectos. Como Dios había dado a san José la guarda y el cuidado de Jesús, da a todo padre de familia el cuidado y la guarda de sus hijos; como Dios quiso que Jesús estuviese sometido a María y a José, que obedeciese al cuarto mandamiento, enseña, mediante este divino ejemplo, a los hijos, el respeto, el amor y la deferencia para aquellos que le dieron la vida. Con el respeto por los santos deberes de la familia, Nazaret y sus celestes habitantes nos enseñan a amar y a honrar a los pobres y las condiciones humildes y ocultas. Jesús vivió de un trabajo manual, durante treinta años no quiso ser conocido sino como el hijo del carpintero; dio tres años a la vida apostólica y treinta años a la vida laboriosa y oscura: Otra razón más para amar a esos pobres que Dios ama, cuya condición abraza, cuyos sudores comparte. Hijos. Amen y auxilien a los pobres, si han sido favorecidos con el don de la fortuna; ámenlos por causa de Jesús y José, esos santos obreros; y si son pobres, soporten con paciencia las penas de su estado, y únanlas a las fatigas del amable Jesús y del venerable José.
Oración
Oh bienaventurado artesano, que viste al Creador del mundo comer su pan con el sudor de su frente, tú que amaste tanto tu vida oculta y tus labores, enséñame a conocer los deberes de mi estado y a cumplirlos con un corazón fiel, por amor a Jesús.San José. Nuestro padre y nuestro protector, ruega por nosotros.