martes, 18 de julio de 2023

JULIO MES DEDICADO A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

LETANIA A LA SANGRE DE CRISTO

El mismo Papa que mandó inscribir en el Ritual de la Iglesia esta letanía nos mandaba también añadir, antes de la reserva del Santísimo Sacramento, la alabanza: ¡Bendita sea su preciosísima Sangre! ¿Por qué?... Esa Sangre por la que fuimos salvados merece una devoción especial. Además, es un reconocimiento agradecido al amor de Jesucristo, que no ahorró ningún sufrimiento a fin de ganarse el amor de nuestros corazones.
Señor Jesucristo, que con tú Sangre limpias el pecado del mundo y nos mereces la salvación. ¡Sálvanos ahora y siempre!


 

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 19 de Julio - San Mateo 11,25-27


    Libro del Exodo 3,1-6.9-12.

    Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb.
    Allí se le apareció el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse, Moisés pensó: "Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la zarza no se consume?".
    Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la zarza, diciendo: "¡Moisés, Moisés!". "Aquí estoy", respondió el.
    Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa".
    Luego siguió diciendo: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios.
    El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los egipcios.
    Ahora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas".
    Pero Moisés dijo a Dios: "¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer salir de Egipto a los israelitas?".
    "Yo estaré contigo, le dijo Dios, y esta es la señal de que soy yo el que te envía: después que hagas salir de Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios en esta montaña".


Salmo 103(102),1-2.3-4.6-7.

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura.

El Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos;
él mostró sus caminos a Moisés
y sus proezas al pueblo de Israel.


    Evangelio según San Mateo 11,25-27.

    Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
    Sí, Padre, porque así lo has querido.
    Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar."

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 19 de Julio - "Te adoro, Creador y Señor mío"


Santa Faustina Kowalska (1905-1938) religiosa Diario, nº 1692 (La Divina Misericordia en mi alma, Editorial Padres Marianos 4ª edic. autorizada Stockbridge, Massachussets 2001, p. 333, rev.)



"Te adoro, Creador y Señor mío"

    Te adoro, Creador y Señor, oculto en el Santísimo Sacramento. Te adoro por todas las obras de Tus manos, en las cuales se me revela tanta sabiduría, bondad y misericordia. Oh Señor, has esparcido tanta belleza sobre la tierra y ella me habla de Tu belleza, aunque es sólo un pálido reflejo de Ti, belleza incomprensible. Y aunque Te has escondido y ocultado, y has ocultado Tu belleza, mi ojo, iluminado por la fe, llega hasta Ti y mi alma reconoce a su Creador, a su Bien supremo y mi corazón se sumerge completamente en una plegaria de adoración.

    Creador y Señor mío, Tu bondad me animó a conversar Contigo. Tu misericordia hace que desaparezco el abismo que separa al creador de la criatura. Hablar Contigo, oh Señor, es el deleite de mi corazón. En Ti encuentro todo lo que mi corazón puede desear. Aquí Tu luz ilumina mi mente permitiéndole conocerte a Ti cada vez más profundamente. Aquí torrentes de gracias fluyen sobre mi corazón, aquí mi alma obtiene la vida eterna.

    Oh Creador y Señor mío, además de ofrecerme estos dones, Tu Mismo Te entregas a mí y Te unes íntimamente a Tu criatura miserable. Aquí nuestros corazones se entienden sin buscar palabras; aquí nadie es capaz de interrumpir nuestra conversación. Aquello de lo cual hablo Contigo, oh Jesús, es nuestro secreto que otras criaturas desconocerán y por el cual los ángeles no se atreven a preguntar. Son los perdones secretos que conocemos sólo Jesús y yo, es el misterio de su misericordia que abraza a cada alma individualmente.

    A causa de esta inconcebible bondad Tuya. Te adoro, oh Creador y Señor, con todo mi corazón y toda mi alma. Esta adoración mía es muy miserable e insignificante, no obstante estoy serena, porque sé que Tú sabes que es sincera aunque tan imperfecta…

SANTORAL - SAN SÍMACO

 19 de Julio


    Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san Símaco, papa, a quien los cismáticos amargaron durante largo tiempo la vida y murió finalmente como un auténtico confesor de la fe. († 514) El Líber Pontificalis afirma que san Símaco era hijo de un tal Fortunato y que nació en Cerdeña. Recibió el bautismo en Roma, donde llegó a ser archidiácono del papa Anastasio II, a quien sucedió en el pontificado el año 490. Pero el día mismo de la elección de san Símaco, una minoría del clero, que simpatizaba con Bizancio, se reunió en Santa María la Mayor y eligió papa a Lorenzo, arcipreste de Santa Práxedes. En la empresa les ayudó, con dinero, un senador llamado Festo, a quien Anastasio, el emperador de Constantinopla que debía proteger más tarde a los monofisitas, había pagado para que procurase que el nuevo papa confirmase el documento imperial conocido con el nombre de «Nenótikon de Zenón», condenado por su predecesor. Tanto san Símaco como Lorenzo apelaron al arriano Teodorico, rey de Ravena, quien zanjó la cuestión en favor de san Símaco, porque éste había sido elegido antes que Lorenzo y por un número mayor de miembros del clero. Teodorico aprovechó la ocasión para afirmar que Símaco «amaba al clero y al pueblo y era bueno, prudente, amable y gracioso». Sin embargo, la sentencia de Teodorico no puso fin a las dificultades que habían de perturbar la primera mitad del pontificado de san Símaco.

    El nombre del santo no figura en los martirologios más antiguos, y apenas sabemos algo sobre su vida. Cuando Trasimundo, el rey arriano, desterró a Cerdeña a muchos obispos del África, San Símaco les envió dinero y vestidos para ellos y sus fieles. Todavía se conserva la carta que les escribió para consolarlos y que les envió junto con algunas reliquias de mártires. San Símaco fundó tres posadas para los pobres, socorrió a las víctimas de las incursiones de los bárbaros en el norte de Italia y rescató a numerosos cautivos. También decoró o restauró varias iglesias de Roma y construyó las basílicas de San Andrés, de San Pancracio extramuros y de Santa Inés, en la Vía Aurelia.

    Según la costumbre de la época, todos estos hechos se conmemoraron en inscripciones. En una de ellas, refiriéndose al fin de las dificultades con el antipapa Lorenzo, san Símaco dice: «Los lobos han cesado de mordernos». El santo Pontífice murió el 19 de julio de 514 y fue sepultado en San Pedro.

Oremos

    Oh, Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al camino, concede por intercesión de San Símaco que todos los que se profesan cristianos rechazar lo que es contrario a este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén

-FRASE DEL DÍA-