domingo, 14 de febrero de 2021

EVANGELIO - 15 de Febrero - San Marcos 8,11-13.


       Libro de Génesis 3,23a.4,1-15.25.

    Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén, para que trabajara la tierra de la que había sido sacado.
    El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Entonces dijo: "He procreado un varón, con la ayuda del Señor".
    Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín, Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor.
    Al cabo de un tiempo, Caín presentó como ofrenda al Señor algunos frutos del suelo, mientras que Abel le ofreció las primicias y lo mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró a Caín ni su ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza.
    El Señor le dijo: "¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja?
    Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y te acecha, pero tú debes dominarlo".
    Caín dijo a su hermano Abel: "Vamos afuera". Y cuando estuvieron en el campo, se abalanzó sobre su hermano y lo mató.
    Entonces el Señor preguntó a Caín: "¿Dónde está tu hermano Abel?". "No lo sé", respondió Caín. "¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?".
    Pero el Señor le replicó: "¿Qué has hecho? ¡Escucha! La sangre de tu hermano grita hacia mí desde el suelo.
    Por eso maldito seas lejos del suelo que abrió sus fauces para recibir la sangre de tu hermano derramada por ti.
    Cuando lo cultives, no te dará más su fruto, y andarás por la tierra errante y vagabundo".
    Caín respondió al Señor: "Mi castigo es demasiado grande para poder sobrellevarlo.
    Hoy me arrojas lejos del suelo fértil; yo tendré que ocultarme de tu presencia y andar por la tierra errante y vagabundo, y el primero que me salga al paso me matará".
    "Si es así, le dijo el Señor, el que mate a Caín deberá pagarlo siete veces". Y el Señor puso una marca a Caín, para que al encontrarse con él, nadie se atreviera a matarlo.
    Adán se unió a su mujer, y ella tuvo un hijo, al que puso el nombre de Set, diciendo: "Dios me dio otro descendiente en lugar de Abel, porque Caín lo mató".


Salmo 50(49),1.8.16bc-17.20-21.

El Dios de los dioses, el Señor,
habla para convocar a la tierra
desde la salida del sol hasta el ocaso.
No te acuso por tus sacrificios:

¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!
"¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos
y a mencionar mi alianza con tu boca,
tú, que aborreces toda enseñanza

y te despreocupas de mis palabras?
Te sientas a conversar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu propia madre.
Haces esto, ¿y yo me voy a callar?

¿Piensas acaso que soy como tú?
Te acusaré y te argüiré cara a cara.


    Evangelio según San Marcos 8,11-13.

    Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo.
    Jesús, suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo".
    Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 15 de Febrero - “¿Por qué pide un signo esta generación?”


        San [Padre] Pío de Pietrelcina (1887-1968) capuchino CE 57; Ep 3,400s

“¿Por qué pide un signo esta generación?”

    El acto de fe más bello es el que brota de los labios en plena oscuridad, en medio de los sacrificios, los sufrimientos, en el supremo esfuerzo de una voluntad firme de hacer el bien. Como el rayo, este acto de fe rasga las tinieblas de tu alma; en medio de los relámpagos de la tormenta te levanta y te conduce a Dios. La fe viva, la certeza inquebrantable y la adhesión incondicional a la voluntad del Señor es la luz que ilumina los pasos del pueblo de Dios en el desierto. Es esta misma luz la que brilla a cada instante en todo espíritu agradable al Padre. Es esta la luz que ha conducido a los magos y les ha hecho adorar al Mesías recién nacido. Es la estrella profetizada por Balaam (Nm 24,17), la antorcha que guía los pasos de todo hombre que busca a Dios. Ahora bien, esta estrella, esta antorcha, son las que igualmente iluminan a tu alma, la que dirige tus pasos para evitar que vacilen, la que fortalece tu espíritu en el amor de Dios. Tú no la ves, no la comprendes, pero es que no es necesario. No verás más que tinieblas, pero, ciertamente, no las de los hijos de la perdición, sino las que envuelven al Sol eterno. Ten por seguro que este Sol resplandece en tu alma; el profeta del Señor ha cantado, refiriéndose a ella: “Tu luz nos hace ver la luz” (Sal 36,10).

SANTORAL - SANTOS FAUSTINO Y JOVITA

15 de Febrero


     Faustino y Jovita que eran hermanos, habían nacido en Brescia, y provenían de una de las más importantes familias de la ciudad. Según la tradición de Brescia, ambos santos predicaron valientemente el cristianismo, en tanto que el Obispo de la ciudad se había escondido por temor. Su celo excitó la furia de los paganos. Un poderoso señor pagano, llamado Julián, les aprehendió. Los mártires fueron torturados y enviados a Milán, Roma, y Nápoles, de donde volvieron finalmente a Brescia.

    Sin embargo, durante la travesía, los santos consiguieron bautizar a una multitud de gente; solo por citar un ejemplo en el viaje de Roma a Nápoles, bautizaron a 191.128 personas. En vista que ni las torturas ni las amenazas consiguieron doblegar su constancia, el emperador Adriano, que se hallaba de paso en Brescia, ordenó que fueran decapitados. La ciudad de Brescia los venera como sus principales patronos y pretende poseer sus reliquias.

Oremos

    Dios todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires Faustino y Jovita la valentía de aceptar la muerte por el Nombre de Cristo, concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos ser fuerte, confesando tu nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén