jueves, 5 de agosto de 2021

EVANGELIO - 6 de Agosto - San Marcos 9,2-10.


Libro de Daniel 7,9-10.13-14.

Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente.
Un río de fuego brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él.
Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.

Palabra de Dios.


Salmo 97(96),1-2.5-6.9.

¡El Señor reina! Alégrese la tierra,
regocíjense las islas incontables.
Nubes y Tinieblas lo rodean,
la Justicia y el Derecho son

la base de su trono.
Las montañas se derriten como cera
delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra.
Los cielos proclaman su justicia

y todos los pueblos contemplan su gloria.
Porque tú, Señor, eres el Altísimo:
estás por encima de toda la tierra,
mucho más alto que todos los dioses.


Evangelio según San Marcos 9,2-10.

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos.
Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas.
Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.
Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 6 de Agosto - «Este es mi Hijo predilecto» (Mc 9, 7).


 
San Juan Pablo II, papa
(Extracto) Discurso (06-08-1999):
Al inicio de la Misa en la Fiesta de la Transfiguración del Señor


«Este es mi Hijo predilecto» (Mc 9, 7).

La Eucaristía, que nos disponemos a celebrar, nos lleva hoy espiritualmente al Tabor, junto a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, para admirar extasiados el resplandor del Señor transfigurado. En el acontecimiento de la Transfiguración contemplamos el encuentro misterioso entre la historia, que se construye diariamente, y la herencia bienaventurada, que nos espera en el cielo, en la unión plena con Cristo, alfa y omega, principio y fin.

A nosotros, peregrinos en la tierra, se nos concede gozar de la compañía del Señor transfigurado, cuando nos sumergimos en las cosas del cielo, mediante la oración y la celebración de los misterios divinos. Pero, como los discípulos, también nosotros debemos descender del Tabor a la existencia diaria, donde los acontecimientos de los hombres interpelan nuestra fe. En el monte hemos visto; en los caminos de la vida se nos pide proclamar incansablemente el Evangelio, que ilumina los pasos de los creyentes.

FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR.

06 de Agosto


Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que Jesucristo, el Unigénito, el amado del Eterno Padre, manifestó su gloria ante los santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan, con el testimonio de la Ley y los Profetas, para mostrar nuestra admirable transformación por la gracia en la humildad de nuestra naturaleza asumida por Él, dando a conocer la imagen de Dios, conforme a la cual fue creado el hombre, y que, corrompida en Adán, fue renovada por Cristo.

Además de las piadosas consideraciones que nos puedan surgir sobre el relato evangélico de la Transfiguración, no hay nada en ese tema que se corresponda propiamente con un santoral hagiográfico, tan sólo que como el santoral incorpora también celebraciones litúrgicas, debe ser mencionada e investigado su origen como fiesta.

Una nota del Butler Guinea nos aclara algo de ese origen, dice: «En el Oriente es más pronunciada que en el Occidente la tendencia a conmemorar con fiestas especiales los incidentes narrados en los Evangelios. Por consiguiente, lo más probable es que la fiesta de la Transfiguración sea de origen oriental. Lo que consta con certeza es que antes del año 1000 se celebraba ya solemnemente esta fiesta en la Iglesia bizantina el 6 de agosto.[...] Algunas Iglesias de Occidente celebraban esporádicamente la Transfiguración en diversas fechas. El Papa Calixto III la convirtió en fiesta de la Iglesia universal para conmemorar la victoria obtenida sobre los turcos en 1456.»

Con más detalle, un artículo de F. Holweck en la Catholic Encyclopedia (1912) desarrolla esos datos: «El Obispo armenio Gregorio Arsharuni (ca. 690) refiere el origen de ésta fiesta a san Gregorio el Iluminador ( m. c. 337), quien -dice-, sustituyó una celebración pagana de Afrodita llamada Vartavarh (rosa encendida), reteniendo la antigua denominación de la fiesta, porque Cristo abrió su gloria como una rosa en el Monte Tabor. Sin embargo, no se halla mención de esta fiesta en los dos antiguos calendarios armenios impresos por Conybeare (Ritual Armenio, 527 ss). Más probablemente la fiesta se originó, durante el s. IV o V, en lugar de alguna otra fiesta pagana de la naturaleza, en algún lugar del Asia Menor. En la actualidad, los armenios observan la fiesta por tres días, como una de las cinco grandes celebraciones del año (el séptimo domingo después de Pentecostés); la precede un ayuno de seis días. También en la Iglesia Siríaca es una fiesta de primer orden. En la Iglesia Griega tiene vigilia y Octava. La Iglesia Latina adoptó lentamente esta fiesta; no se la menciona antes del 850 (Martirologio de Wandelbert). Fue adoptada en el siglo X en muchas diócesis, y celebrada generalmente el 6 de agosto. En la Galia e Inglaterra, el 27 de julio; en Meissen, el 17 de marzo; en Halberstadt, el 3 de septiembre, etc. En 1456, Calixto III extendió la fiesta a la Iglesia Universal, en memoria de la victoria de Juan Hunyady sobre los turcos en Belgrado, el 6 de agosto de 1456. El propio Calixto compuso el Oficio. Es la fiesta titular de la Basílica Laterana de Roma.[...]».

Oremos

Padre Eterno concédenos la gracia de recibir el Espíritu Santo que transfigura nuestra vida, nuestros actos, nuestros pensamientos en Jesús, Camino, Verdad y Vida; que nuestro cuerpo sea iluminado por la Presencia de la Santísima Trinidad. Amén