lunes, 31 de mayo de 2021

EVANGELIO - 01 de Junio - San Marcos 12,13-17


        Libro de Tobías 2,9-14.

    Aquella misma noche, después de bañarme, salí al patio y me acosté a dormir junto a la pared, con la cara descubierta a causa del calor.
    Yo no sabía que arriba, en la pared, había unos gorriones; de pronto, su estiércol caliente cayó sobre mis ojos, produciéndome unas manchas blancas. Me hice atender por los médicos, pero cuantos más remedios me aplicaban, menos veías a causa de las manchas, hasta que me quedé completamente ciego. Así estuve cuatro años privado de la vista, y todos mis parientes estaban afligidos. Ajicar me proveyó de lo necesario durante dos años, hasta que partió para Elimaida.
    Desde ese momento, mi esposa Ana empezó a trabajar en labores femeninas: hilaba lana, enviaba el tejido a sus clientes y recibía el pago correspondiente. Una vez, el siete del mes de Distros, terminó un tejido y lo entregó a sus clientes. Estos le pagaron lo que correspondía y, además, le regalaron un cabrito para comer.
    Cuando entró en mi casa, el cabrito comenzó a balar. Yo llamé a mi mujer y le pregunté: "¿De dónde salió este cabrito? ¿No habrá sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos comer nada robado",
    Ella me respondió: "¡Pero si es un regalo que me han hecho, además del pago!". Yo no le creí e insistía en que lo devolviera a sus dueños, llegando a enojarme con ella por este asunto. Entonces ella me replicó: "¿Para qué te sirvieron tus limosnas y tus obras de justicia? ¡Ahora se ve bien claro!".


Salmo 112(111),1-2.7-9.

Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.

No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos.

Él da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad.


    Evangelio según San Marcos 12,13-17.

    Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones.
    Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?".
    Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario".
    Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Respondieron: "Del César".
    Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 01 de Junio - "En Cristo, Dios nos hace pasar de ser su imagen a ser sus semejantes"


   San Pedro Crisólogo obispo de Ravenna, doctor de la Iglesia Sermón 148, Sobre el misterio de la Encarnación


En Cristo, Dios nos hace pasar de ser su imagen a ser sus semejantes 

    Hombre, ¿por qué te desprecias de tal manera siendo así que eres tan precioso a los ojos de Dios? ¿Por qué te deshonras hasta tal punto, siendo así que Dios te honra a través del nacimiento de Cristo en nuestra carne? ¿Por qué buscas con tanto empeño cómo has sido hecho y no buscas con qué finalidad has sido hecho? ¿Acaso toda esta morada del mundo que tú contemplas no ha sido hecha para ti? Es por ti que la luz se expande y disipa las tinieblas, es por ti que la noche tiene sus reglas, por ti que el día tiene sus medidas; es por ti que el cielo irradia los diversos esplendores del sol, de la luna y de las estrellas; por ti que la tierra está esmaltada de flores, árboles y frutos; por ti que ha sido creada esta multitud impresionante de animales en el aire, en los campos, el agua tan bella para que una lúgubre soledad no malogre el gozo de un mundo nuevo... Además, el Creador busca qué es lo que puede añadir a tu dignidad: pone en ti su imagen (Gn 1,27), a fin de que esta imagen visible haga presente en la tierra al Creador invisible, y te confía la gerencia de los bienes terrestres, para que no se le escape al representante del Señor un tan amplio dominio … Y lo que Dios ha hecho en ti por su poder, ha tenido la bondad de asumirlo él mismo; ha querido manifestarse verdaderamente en el hombre en quien, hasta entonces, no se había hecho presente más que en imagen. Ha dado al hombre poder ser en realidad lo que hasta entonces había sido tan sólo una simple semejanza. Cristo, pues, nace para devolver toda su integridad a la naturaleza caída.

SANTORAL - SAN JUSTINO

01 de Junio


    Memoria de san Justino, mártir, que, como filósofo que era, siguió íntegramente la auténtica sabiduría conocida en la verdad de Cristo y la confirmó con sus costumbres, enseñando lo que afirmaba y defendiéndola con sus escritos. Al presentar al emperador Marco Aurelio, en Roma, su Apología en favor de la religión cristiana, fue conducido al prefecto Rústico, ante quien se declaró cristiano, siendo condenado a la pena capital.

    San Justino tenía 30 años cuando se convirtió al cristianismo. Recorrió varios países discutiendo con los paganos, los herejes y los judíos sobre la fe. Los escritos de Justino mártir que han llegado completos hasta nosotros son las dos Apologías y el Diálogo con Trifón. En la primera Apología, San Justino protesta contra la condenación de los cristianos por razón de su religión o de falsas acusaciones.

    En ella fundamenta que es injusto acusarlos de ateísmo y de inmoralidad, ya que son ciudadanos pacíficos, cuya lealtad al emperador se basa en sus mismos principios religiosos.- La segunda Apología es un apéndice de la primera. En su tercer libro, el mártir hace una defensa del cristianismo en contraste con el judaísmo, bajo la forma de diálogo con un judío llamado Trifón. San Justino se negó a la orden dada por Crescencio de ofrecer sacrificios a los ídolos y, confesando valientemente a Cristo, fue condenado por el juez a morir decapitado. “La oración y la acción de gracias son lo que más agrada a Dios"

Oremos

    Dios nuestro, que enseñaste a San Justino a descubrir en la locura de la cruz la incomparable sabiduría de Jesucristo, concédenos, por la intercesión de éste mártir, la gracia de alejar los errores que nos cercan y de mantenernos siempre firmes en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 30 de mayo de 2021

EVANGELIO - 31 de Mayo - San Lucas 1,39-56.


         Libro de Sofonías 3,14-18a.

    ¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén!
    El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal.
    Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos!
    ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta. Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio.


Libro de Isaías 12,2-3.4bcd.5-6.

Este es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerza y mi protección;
él fue mi salvación.
Ustedes sacarán agua con alegría
de las fuentes de la salvación.

Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti
el Santo de Israel!


    Evangelio según San Lucas 1,39-56.

    María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
    Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
    Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
    ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
    Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
    Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
    María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
    En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".
    Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
    Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
    Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
    Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
    Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
    Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".
    María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 31 de Mayo - «María se puso rápidamente en camino»


Beato Carlos de Foucauld ermitaño y misionero en el Sahara Consideraciones para las fiestas del año, 02/07

«María se puso rápidamente en camino»

    María mi madre, hoy es a la vez una de tus fiestas y una de las fiestas de Jesús: así como la Purificación es sobre todo la Presentación de Jesús, la Visitación es una de tus dulces fiestas, pero es más todavía la fiesta de nuestro Señor, porque es él quien actúa en ti y por ti. La Visitación es "la caridad de Cristo que nos apremia" (2Co 5,14), es Jesús quien, en cuanto ha entrado en ti, tiene sed de hacer a otros santos y felices. Por la Anunciación, se manifestó y se entregó a ti, maravillosamente te santificó. Esto no basta para él: su amor hacia los hombres, quiere en seguida manifestarse y consagrarse por ti a otros, quiere santificar a otros, y se hace llevar por ti a casa de san Juan Bautista... Lo que va a hacer la Santísima Virgen en la Visitación, no es una visita a su prima para consolarse y edificarse mutuamente recitando las maravillas de Dios en ellas; tampoco es una visita de caridad material para ayudar a su prima en los últimos meses de su embarazo. Es mucho más que esto: se va para santificar a san Juan, para anunciarle la buena noticia..., no por sus palabras, sino llevando en silencio a Jesús cerca de él... Así hacen los religiosos y las religiosas consagrados a la contemplación en los países de misión... Oh madre mía, haz que seamos fieles a nuestra misión, a nuestra bellísima misión, que realizamos fielmente en medio de estas pobres almas sumergidas "en la sombra de la muerte" (Lc 1,79) divino Jesús.

FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

 31 de Mayo


    En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!.» (Lc 1, 40-45)

    Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, sintióse iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.

    Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc., los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.

    Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan.

    Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.

Oremos

    Dios todopoderoso, tu que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

sábado, 29 de mayo de 2021

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

 30 de Mayo

  
    La Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión Cristiana: la verdad que en la unidad del Altísimo, hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de la otra. De este modo, en palabras del Credo Atanasio: "El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y, sin embargo, no hay tres Dioses sino uno solo". En esta Trinidad de Personas, el Hijo proviene del Padre por una generación eterna, y el Espíritu Santo procede por una procesión eterna del Padre y el Hijo. Sin embargo y a pesar de esta diferencia, en cuanto al orígen, las Personas son co-eternas y co-iguales: todos semejantes no creados y omnipotentes. Esto, enseña la Iglesia, es la revelación en relación a la naturaleza de Dios, donde Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo a entregarla al mundo: y la cual, la Iglesia, propone al hombre como el fundamento de todo su sistema dogmático. En las Escrituras, aún no hay ningún término por el cual las Tres Personas Divinas sean denotadas juntas. La palabras trias ( de la cual su traducción latina es trinitas) fué primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía cerca del año 180 D.C. El habla de "la Trinidad de Dios (el Padre), su Palabra y su Sabiduría ("Ad. Autol.", II, 15). El término, desde era usado antes de su tiempo. Más tarde, aparece en su forma Latina de trinitas en Tertuliano ("De pud". C. Xxi). En el siglo siguiente, la palabra tiene uso general. Se encuentra en muchos pasajes de Orígenes ("In Ps. Xvii", 15). El primer credo en el cual aparece es aquel del pupilo de Orígenes, Gregorio Thaumaturgus. En su Ekthesis tes pisteos compuesto entre los años 260 and 270, escribe: Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad: tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiera existido, pero que ingresó luego: por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu: y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre. (P.G.,X, 986). Es evidente que un dogma tan misterioso, presupone una revelación Divina. Cuando el hecho de la revelación, entendida en su sentido total como el discurso de Dios al hombre, ya no es admitida, el rechazo a la doctrina le sigue como consecuencia necesaria. Por esta razón, no tiene lugar en el Protestantismo Liberal de hoy. Los escritores de esta escuela sostienen que la doctrina de la Trinidad, como profesada por la Iglesia, no está contenida en el Nuevo Testamento, sino que fué formulada por primera vez en el siglo II recibiendo aprobación final en el siglo cuarto, como resultado de las controversias Arianas y Macedonias. En virtud de esta aserción es necesario considerar con algún detalle, la evidencia entregada por las Sagradas Escrituras. Recientemente, se han hecho algunos intentos por aplicar las teorías mas extremas de religiones comparativas para la doctrina de la Trinidad y responder a ella a través de una ley natural imaginaria que urge a los hombres a agrupar los objetos de su adoración en tres. Parece innecesario dar más referencia a estos extravagantes puntos de vista, los cuales pensadores serios de cada escuela rechazan como carentes de fundamento.


Oremos

    Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente. Te ofrezco el precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
    Santísima Trinidad, un solo Dios, rueguen por nosotros.

EVANGELIO - 30 de Mayo - San Mateo 28,16-20.


        Deuteronomio 4,32-34.39-40.

    Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante.
    ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir?.
    ¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos?.
    Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios - allá arriba, en el cielo y aquí abajo, en la tierra - y no hay otro.
    - Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.


Salmo 33(32),4-5.6.9.18-19.20.22.

Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.

La palabra del Señor hizo el cielo,
y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales;
porque él lo dijo, y el mundo existió,
él dio una orden, y todo subsiste.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

Nuestra alma espera en el Señor;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti.


    Carta de San Pablo a los Romanos 8,14-17.

    Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
    Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
    El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
    Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él.


    Evangelio según San Mateo 28,16-20.

    En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
    Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
    Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
    Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 30 de Mayo - «Bautizad en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo»


San Ireneo de Lyon (c. 130-c. 208) obispo, teólogo y mártir Demostración de la predicación apostólica, 6-8


«Bautizad en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo»

    Mirad cuál es la regla de nuestra fe, la que funda nuestro edificio, la que da firmeza a nuestra forma de comportarnos. Primero: Dios Padre, increado, ilimitado, invisible; Dios uno, creador del universo; este es el primer artículo de nuestra fe. Segundo artículo: el Verbo de Dios, Hijo de Dios, Jesucristo, nuestro Señor; fue revelado a los profetas de acuerdo con el género de sus profecías y según el designio del Padre; todo fue hecho por medio de él; al final de los tiempos, para recapitular todas las cosas, se dignó hacerse hombre entre los humanos, visible, palpable, y así destruir la muerte y hacer aparecer la vida y obrar la reconciliación entre Dios y el hombre. Y el tercer artículo: el Espíritu Santo; por medio de él han profetizado los profetas, nuestros padres han conocido las cosas de Dios y los justos han sido guiados por los caminos de la justicia; al final de los tiempos fue derramado de una manera nueva sobre los hombres a fin de ser renovados por Dios en toda la tierra. Por eso el bautismo de nuestro nuevo nacimiento está colocado bajo el signo de estos tres artículos. Dios Padre nos lo concede en vistas a nuestro nuevo nacimiento en el Hijo por medio del Espíritu Santo. Porque los que llevan en ellos el Espíritu Santo son conducidos al Verbo que es el Hijo, y el Hijo los conduce al Padre, y el Padre nos concede la inmortalidad. Sin el Espíritu es imposible ver al Verbo de Dios, y sin el Hijo nadie puede acercarse al Padre. Porque el conocimiento del Padre, es el Hijo, el conocimiento del Hijo se hace a través del Espíritu Santo, y el Hijo da el Espíritu según el Padre quiere.

SANTORAL - SANTA JUANA DE ARCO

 30 de Mayo


     En Rouen, en la región de Normandía, en Francia, santa Juana de Arco, virgen, conocida como la doncella de Orleans, que después de luchar firmemente por su patria, al final fue entregada al poder de los enemigos, quienes la condenaron en un juicio injusto a ser quemada en la hoguera.

    Hija de campesinos, Juana de Arco nació en 1412 en Donremy, Francia. Jamás aprendió a leer y escribir pero su madre que era muy piadosa le infundió una gran confianza en el Padre Celestial y una tierna devoción hacia la Virgen María.

    A causa de los estragos de la invasión de los ingleses, Francia atravesaba una difícil situación. Por revelación divina, la santa supo cuál era su misión salvar a su patria y al rey de las manos de Inglaterra. Sin embargo, sus familiares, amigos y oficiales de la corte francesa desoyeron su petición de sostener un encuentro con el rey.

    Al fin, luego de muchos intentos, Juana de Arco conversó con el monarca, quien se quedó impresionado de la sabiduría y revelaciones de la santa. Los ingleses habían invadido y dominado casi toda Francia; sólo faltaba una ciudad importante: Orleans, y por petición de Santa Juana, el rey Carlos y sus militares le concedieron el mando sobre las tropas, nombrándola capitana. Juana manda a confeccionar una bandera blanca con los nombres de Jesús y de María y al frente de diez mil hombres se dirige hacia Orleans, donde logra un triunfo glorioso.

    Luego, se dirige a otras ciudades donde logra la victoria y la libertad del dominio inglés. Sin embargo, a causa de envidias y ambiciones entre los miembros de la corte del Rey Carlos VII, éste retira a Juana de sus tropas, cayendo herida y hecha prisionera por los borgoñones en la batalla de París. La santa fue abandonada por los franceses; pero los ingleses estaban supremamente interesados en tenerla en la cárcel, pagando más de mil monedas de oro a los de Borgoña para que se la entregaran, siendo sentenciada a cadena perpetua.

    En la prisión, la santa sufrió las más terribles humillaciones e insultos, pero se mantenía adherida a la cruz del Señor y a la protección de la Madre del Cielo y de San Miguel Arcángel. Los enemigos de Juana la acusaron de utilizar brujería y conjuros para obtener sus conocidas victorias en Francia. Juana de Arco siempre negó todas las acusaciones y pidió que el Pontífice fuese el que la juzgase.

    Todos desoyeron su petición, y la santa fue condenada a padecer en la hoguera. Murió rezando y su mayor consuelo era mirar el crucifijo que un religioso le presentaba y encomendarse a Nuestro Señor. Era el 29 de mayo del año 1431.Tenía apenas 19 años.

    Fue declarada Santa, por el Papa Benedicto XV, en el siglo XX y no en 1454. En 1454, el proceso de nulidad, ordenado por el Papa Calixto III, encontró que Juana fue condenada a muerte injustamente y que sus revelaciones eran verdaderas, así como se recogió el milagro de que su corazón, después de que ella fue reducida a cenizas, quedó sin quemar y lleno de sangre.

    Esto último, lo testificó Gean Masieu, quien la acompañó los últimos metros hasta la hoguera. Estoy interesada en encontrar libros que hablen de los milagros por los que se dieron la beatificación de Santa Juana de Arco, por el Papa San Pío X, y su canonización por el Papa Benedicto XV, ya que este es un caso curioso, en tanto que Juana es considerada mártir y en tal caso, no se suele pedir el milagro de los otros procesos.

Oremos

    Ante tus enemigos, ante el hostigamiento, el ridículo y la duda, te mantuviste firme en la fe. Incluso abandonada, sola y sin amigos, te mantuviste firme en la fe. Incluso cuando encaraste la muerte, te mantuviste firme en la fe. Te ruego que yo sea tan inconmovible en la fe como tú, Santa Juana. Te ruego que me acompañes en mis propias batallas. Ayúdame a perseverar y a mantenerme firme en la fe. Amén.

viernes, 28 de mayo de 2021

EVANGELIO - 29 de Mayo - San Marcos 11,27-33.


      Libro de Eclesiástico 51,17-27.

    Yo he progresado gracias a ella: al que me dio la sabiduría, le daré la gloria.
    Porque resolví ponerla en práctica, tuve celo por el bien y no me avergonzaré de ello.
    Mi alma luchó para alcanzarla, fui minucioso en la práctica de la Ley, extendí mis manos hacia el cielo y deploré lo que ignoraba de ella.
    Hacia ella dirigí mi alma y, conservándome puro, la encontré. Con ella adquirí inteligencia desde el comienzo, por eso no seré abandonado.
    Yo la busqué apasionadamente, por eso adquirí un bien de sumo valor.
    El Señor me ha dado en recompensa una lengua, y con ella lo alabaré.
    Acérquense a mí los que no están instruidos y albérguense en la casa de la instrucción.
    ¿Por qué andan diciendo que no la tienen a pesar de estar tan sedientos de ella?
    Yo abrí la boca para hablar: adquiéranla sin dinero; pongan el cuello bajo su yugo, y que sus almas reciban la instrucción: ella está tan cerca que se la puede alcanzar.
    Vean con sus propios ojos con qué poco esfuerzo he llegado a encontrar un descanso tan grande.


Salmo 19(18),8.9.10.11.

La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.

Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.

La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.

Son más atrayentes que el oro,
que el oro más fino;
más dulces que la miel,
más que el jugo del panal.


    Evangelio según San Marcos 11,27-33.

    Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?".
    Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.
    Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?".
    Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: 'Del cielo', él nos dirá: '¿Por qué no creyeron en él?'.
    ¿Diremos entonces: "De los hombres'?". Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas".


    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 29 de Mayo - «Los príncipes de los sacerdotes y los fariseos le preguntaron: ¿con qué poder haces estas cosas?»


       San Francisco de Sales Sermón: Lo que hace ineficaz el poder de Dios Febrero de 1622, X, 223

«Los príncipes de los sacerdotes y los fariseos le preguntaron: 
¿con qué poder haces estas cosas?» 

    La fe de la cananea nunca hubiera sido tan grande si ella no hubiera prestado atención a lo que oía decir de nuestro Señor. Los que le seguían o vivían cerca de donde él habitaba, habían visto y habían oído hablar de las maravillas y milagros que obraba y por los cuales confirmaba la doctrina que enseñaba. Tenían fe como la cananea y como ella creían en lo que se decía de Él, pero su fe no era tan grande como la de esa mujer, porque no le habían dedicado tanta atención como ella.

    Esto lo vemos corrientemente entre la gente del mundo. Unas cuantas personas están en una reunión en la que se tiene una conversación sobre cosas buenas y santas: un avaricioso oirá bien lo que allí se dice, pero si luego le preguntáis de qué se ha hablado, no sabrá transmitiros ni una palabra. ¿Por qué?, porque no ha estado atento a lo que se hablaba, su atención estaba donde su tesoro. ¿Un sensual?: le sucede lo mismo; parece que escucha lo que se dice pero tampoco se acordará de nada porque está en sus pensamientos y no en lo que se dice. Pero el que ponga toda su atención en escuchar bien lo que se trata, ¡oh! ese os dirá bien la conversación.

     ¿Por qué se saca tan poco provecho de las predicaciones y de los misterios que se nos enseñan y explican o en los que meditamos? Porque la fe con que los escuchamos o meditamos no es una fe atenta; de ahí viene el que creamos, pero sin una gran seguridad. La fe de la cananea no era así: «¡Oh, mujer, qué grande es tu fe!.» Y no sólo por la atención con que escuchas y crees lo que dice nuestro Señor, sino por la atención que pones al pedirle y presentar tu ruego.

    No hay duda de que la atención que ponemos en comprender los misterios de nuestra religión y la que ponemos al meditarlos y contemplarlos, nos aumenta mucho la fe.

SANTORAL - SAN FELIX ZARAGOZA

29 de Mayo


Santos Voto y Félix Eremitas (s. VIII)

    Todo Aragón, con Zaragoza, está dominado por los sarracenos que hace más de medio siglo llegaron a España. Los discípulos de Jesucristo, tienen que pagar tributos especiales al moro si quieren seguir haciendo las prácticas cristianas. Así, disgustados y humillados como muchos otros, viven los hermanos Voto y Félix que son gente perteneciente a la nobleza, piadosos y buenos con los pobres. Voto es amante de la caza.

    Ha herido a un ciervo en el monte, y recorre la maleza para atraparlo. Alertado por los ladridos, ve al animal que va huyendo; espolea su caballo. El ciervo se despeña por un precipicio y, cuando Voto quiere darse cuenta, se ha desbocado el caballo. Se encomienda a san Juan Bautista y el caballo se inmoviliza, en el borde de la sima. (Aún hoy los vecinos muestran la peña y las huellas que dejaron allí los hierros del animal) Inspecciona Voto el lugar, encontrando entre las matas y arbustos una ermita dedicada a san Juan Bautista.

    En su interior tiene un hombre muerto y una escritura donde se lee: «Yo, Juan, eremita en este sitio, habiendo despreciado al mundo, fundé como pude esta ermita en honor de san Juan Bautista, y aquí descanso en paz. Amén.» No sabe qué hacer ¡son tantas las cosas sucedidas en tan poco tiempo!... decide dar sepultura al muerto y regresa a su casa con el alma encogida y ansiando poner al corriente de los acontecimientos a su hermano Félix.

    Deducen que el muerto bien pudiera ser Juan, el de Atarés, de quien nadie daba razón desde hacía años; si acertaran en su conjetura, todo se explica por el retiro a una vida solitaria y santa. Ahora todo se les junta en la cabeza: la presencia de los moros y las dificultades para ser hombres íntegros de fe.

    Deciden repartir sus bienes entre los pobres y se marchan al monte Panno; construyen dos ermitas junto a la que ya había y comienzan un retiro en paz. Allí contemplan con piedad la Pasión de Cristo, meditan las verdades eternas; alimento de raíces, hierbas y frutos que da el campo, en alguna trampa caen animales y, sorbetean algunos huevos de nidadas salvajes.

    Descubierta su presencia, van agregándose gentes que construyen otras cabañas donde vivir en la proximidad y abrigo de los eremitas.

    Voto muere primero, el día 29 de mayo, algo después Félix. Su fiesta se celebra el mismo día por la unión mantenida en el sitio, tiempo y modo de santidad. Esa ermita primera, fue el origen de San Juan de la Peña, cuna del resurgimiento aragonés, en donde se veneran los restos de los dos santos, con los del eremita Atarés.


Oremos

 
 Señor, tú que otorgaste a los santos Voto, Félix y compañeros la gracia de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de estos santos, la gracia de vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo. Amén

jueves, 27 de mayo de 2021

EVANGELIO - 28 de Mayo - San Marcos 11,11-26.


        Libro de Eclesiástico 44,1.9-13.

    Elogiemos a los hombres ilustres, a los antepasados de nuestra raza.
    Pero hay otros que cayeron en el olvido y desaparecieron como si no hubieran existido; pasaron como si no hubieran nacido, igual que sus hijos después de ellos.
    No sucede así con aquellos, los hombres de bien, cuyas obras de justicia no han sido olvidadas.
    Con su descendencia se perpetúa la rica herencia que procede de ellos.
    Su descendencia fue fiel a las alianzas y también sus nietos, gracias a ellos.
    Su descendencia permanecerá para siempre, y su gloria no se extinguirá.


Salmo 149(148),1-2.3-4.5-6a.9b.

Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.

Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes.

Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas;
ésta es la victoria de todos sus fieles.


    Evangelio según San Marcos 11,11-26.

    Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.
    Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre.
    Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos.
    Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie más coma de tus frutos". Y sus discípulos lo oyeron.
    Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, y prohibió que transportaran cargas por el Templo.
    Y les enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
    Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.
    Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
    A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz.
    Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado".
    Jesús le respondió: "Tengan fe en Dios.
    Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: 'Retírate de ahí y arrójate al mar', sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá.
    Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán.
    Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas".
    Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 28 de Mayo - «Habéis convertido mi casa en una cueva de bandidos»


        Juan Taulero Sermón: ¿Cuál es ese templo convertido en cueva de bandidos?

«Habéis convertido mi casa en una cueva de bandidos»

    El Señor entró en el Templo y se puso a echar fuera a todos los que compraban y vendían, diciendo: «Mi casa se llama casa de oración. Vosotros, en cambio, la habéis convertido en cueva de bandidos». ¿Cuál es ese templo convertido en cueva de bandidos? Es el alma y el cuerpo del hombre, que son más realmente el templo de Dios que todos los templos edificados (1Co 3,1; 6,19).

    Cuando Nuestro Señor quiere llegarse a este último templo, lo encuentra cambiado en un escondite de bandidos y en un bazar de comerciantes. ¿Qué es un comerciante? Son los que dan lo que tienen – a su libre arbitrio- a cambio de lo que no tienen –las cosas de este mundo. ¡El mundo entero está lleno de esa clase de comerciantes! Los encontramos entre los presbíteros y los laicos, entre los religiosos, los monjes y las monjas... Tanta gente llena de su propia voluntad...; tanta gente que buscan en todo su propio interés. Si, por el contrario, tan sólo quisieran comerciar con Dios dándole su propia voluntad, ¡qué comercio tan dichoso no harían!

    El hombre debe querer, debe perseguir, debe buscar a Dios en todo lo que hace; y cuando ha hecho todo eso –beber, dormir, comer, hablar, escuchar- que deje completamente las imágenes de las cosas y obre de manera que su templo quede totalmente vacío. Una vez que el templo esté vacío, una vez que habrás echado fuera toda la tropa de vendedores, las imaginaciones que le estorban, entonces podrás ser una casa de Dios (Ef 2,19). Y así encontrarás la paz y el gozo de tu corazón, y ya nada te atormentará, nada de lo que ahora te inquieta, de deprime y te hace sufrir.

SANTORAL - BEATO LUIGI BIRAGHI

28 de Mayo


    Nació en Vignate, Milán, Italia, el 2 de noviembre de 1801. Era el quinto de ocho hermanos de una familia de agricultores. Cuando tenía 3 años se trasladaron a Cernusco sul Naviglio donde los suyos ampliaron su patrimonio. Su padre fue alcalde de esta localidad. A la edad de 12 años, Luigi ingresó como interno en el colegio Cavalleri, de Parabiago y bajo la guía del rector del mismo, el párroco Agostino Peregalli, maduró su vocación al sacerdocio. En su corta vida, y aunque había compartido con los de su edad los afanes propias de la misma teniendo como núcleo capital los juegos, se había dado cuenta de que su mejor amigo era Jesús. Y decidió seguirle de cerca consagrándose a Él. Estudió en los seminarios de Castello sopra Lecco, Monza y Milán. Como informan las actas era «muy capaz y diligente en todo». En 1815 perdió a sus dos hermanos mayores y su padre fue involucrado en un importante fraude que se detectó en el municipio que presidía. Luigi se aferró a la divina providencia, como hizo siempre. Era diácono y profesor del seminario menor y tras recibir el sacramento del Orden en la catedral de Milán el 28 de mayo de 1825, fue designado vicerrector y profesor de griego en el seminario de Monza. Ejerció la docencia durante ocho años. En 1833 fue nombrado director espiritual del seminario mayor de Milán, misión que ocupó una década de su vida sellada por la caridad, obediencia y fidelidad eclesial. Alentando a los seminaristas a crecer en la virtud les instaba a dejar su corazón abierto a la voz divina. Lo esencial era amar a Cristo sobre todas las cosas. Así serían fieles a su vocación. Tenía claro que cuando más santo fuese un sacerdote, más efectivas serían sus súplicas por el pueblo que le hubieran encomendado. La lucha sería efectiva: «con el atractivo de la caridad, con la belleza de la verdad, con la santidad del ejemplo». Concibió un magnífico itinerario formativo que fue dado a conocer a todo el clero por indicación del cardenal arzobispo Gaisruck. Al tiempo que formaba a los seminaristas, predicaba y se ocupaba de acompañar espiritualmente a los laicos.

    En 1837 la Virgen le inspiró la fundación de las Hermanas Marcelinas, que nacieron en 1838 en Cernusco sul Naviglio contando con Marina Videmari. Su objetivo era actuar espiritualmente en la sociedad a través de la formación integral de las jóvenes, futuras madres de familia que podrían construir su hogar sobre pilares cristianos. A la par que defendía la dignidad de la mujer en una sociedad que la minusvaloraba, subrayaba su valía frente a quienes la relegaban a la maternidad exclusivamente. Había elegido el nombre de Marcelina para su obra como homenaje a la santa del mismo nombre que logró educar a sus hermanos menores, igualmente santos, Sátiro y Ambrosio. Instituir esta congregación fue una decisión orada en soledad y en silencio, presuponiendo el alto costo que iba pagar con ello. Tanto es así, que estuvo al borde de desistir de su empeño. Sintió «repugnancia, pereza», y el peso de la incertidumbre. Entonces acudió a la Virgen de los Dolores y tuvo la certeza de que contaba con su bendición. Con este sentimiento había nacido la obra. Luigi colaboró en la fundación del periódico milanés L’Amico cattolico de acuerdo con el arzobispo Gaisruck y fue redactor del mismo durante unos años. En 1841 abrió un nuevo colegio en Vimercate al que seguirían otros en distintos lugares y países de Europa y América. Al año siguiente, debido a sus problemas de salud, pidió ser relegado de su misión en el seminario, pero no logró su propósito; le mantuvieron en su puesto. Cuando en 1843 se propuso secundar a Luigi Speroni en la fundación de un instituto de sacerdotes misioneros, el arzobispo no dio su visto bueno y aceptó su disposición con obediencia y mansedumbre.

    En 1850 el conflicto austro-húngaro propició su destitución en la labor que realizaba en el seminario. Los austriacos determinaron separarle de los seminaristas de Milán. Fue una especie de represalia porque él les había instado de antemano a orar por los enemigos y a huir de cualquier forma de violencia. Era un pacificador que defendía a ultranza la concordia y respeto entre los seres humanos, considerando que ello revertía en un futuro mejor. Pero la acusación de haber participado durante la insurrección de los cinco días que había tenido lugar en 1848 pesó en su contra. Entonces él se había presentado ante el conde Gabrio Casati en nombre del arzobispo con objeto de preservar los derechos de la Iglesia en aspectos cruciales como la educación, la libertad, la designación de prelados… Y en 1853 tuvo que comparecer en un juicio que tuvo lugar en Viena. Con todo, en 1854 se afincó en Milán. Al año siguiente obtuvo el doctorado y después sucesivamente sería nombrado viceprefecto de la Biblioteca Ambrosiana y canónigo honorario de la basílica de San Ambrosio. Gozaba de la confianza del papa Pío IX, quien en 1862 le invitó a predicar al clero milanés con la difícil tarea de conciliar corrientes opuestas en un intrincado momento histórico que se dividía entre los que perseguían la unidad nacional del país y los partidarios del poder temporal pontificio. Ello le acarreó juicios desfavorables y diversos ataques que soportó con humildad y serenidad. Estos contratiempos no le impidieron dedicarse a su fundación y a la dirección espiritual de quienes lo solicitaban, así como al estudio y la escritura. Por cualquiera de estas vías transmitió su profunda vida interior durante un cuarto de siglo. Poseedor de una vasta cultura, fue un especialista en patrología y arqueología. Fruto de sus investigaciones se descubrió la urna que contenía las reliquias de san Ambrosio en el transcurso de la restauración de la basílica del mismo nombre, junto a la de los santos Gervasio y Protasio. Ello hizo que en 1873 Pío IX le concediera el título de prelado doméstico de Su Santidad. Murió en Milán el 11 de agosto de 1879. Benedicto XVI lo beatificó el 30 de abril de 2006.

Oremos

    Dios nuestro, que por las virtudes que infundiste al Beato Luigi Biraghi y por su intercesión , podamos ser también nosotros verdaderos instrumentos de paz. Por Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo. Amén

miércoles, 26 de mayo de 2021

EVANGELIO - 27 de Mayo - San Marcos 10,46-52.


        Libro de Eclesiástico 42,15-26.

    Ahora voy a recordar las obras del Señor, lo que yo he visto, lo voy a relatar: por las palabras del Señor existen sus obras.
    El sol resplandeciente contempla todas las cosas, y la obra del Señor está llena de su gloria.
    No ha sido posible a los santos del Señor relatar todas sus maravillas, las que el Señor todopoderoso estableció sólidamente para que el universo quedara afirmado en su gloria.
    El sondea el abismo y el corazón, y penetra en sus secretos designios, porque el Altísimo posee todo el conocimiento y observa los signos de los tiempos.
    El anuncia el pasado y el futuro, y revela las huellas de las cosas ocultas: ningún pensamiento se le escapa, ninguna palabra se le oculta.
    El dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría, porque existe desde siempre y para siempre; nada ha sido añadido, nada ha sido quitado, y él no tuvo necesidad de ningún consejero.
    ¡Qué deseables son todas sus obras! Y lo que vemos es apenas una chispa!
    Todo tiene vida y permanece para siempre, y todo obedece a un fin determinado.
    Todas las cosas van en pareja, una frente a otra, y él no ha hecho nada incompleto: una cosa asegura el bien de la otra. ¿Quién se saciará de ver su gloria?


Salmo 33(32),2-3.4-5.6-7.8-9.

Alaben al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;
entonen para él un canto nuevo,
toquen con arte, profiriendo aclamaciones.

Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.

La palabra del Señor hizo el cielo,
y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales;
él encierra en un cántaro las aguas del mar
y pone en un depósito las olas del océano.

Que toda la tierra tema al Señor,
y tiemblen ante él los habitantes del mundo;
porque él lo dijo, y el mundo existió,
él dio una orden, y todo subsiste.


    Evangelio según San Marcos 10,46-52.

    Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino.
    Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!".
    Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten piedad de mí!".
    Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama".
    Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.
    Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver".
    Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 27 de Mayo - «Maestro, que pueda ver»

 

        Santa Gertrudis de Helfta, monja benedictina Ejercicio: ¿Cuándo entraré en tu presencia?  n. 6 : SC 127.

«Maestro, que pueda ver»

    En ti, Oh Dios vivo, mi corazón y mi carne se estremece, y mi alma se regocija en ti, mi verdadera salvación. ¿Cuándo te verán mis ojos, Dios de los dioses, Dios mío? ¿Dios de mi corazón, cuándo me regocijarás con la visión de la dulzura de tu rostro? ¿Cuándo colmarás el deseo de mi alma con la manifestación de tu gloria?

    ¡Dios mío, tu eres mi herencia escogida de entre todos, mi fuerza y mi gloria! ¿Cuándo entraré en tu omnipotencia para ver tu fuerza y tu gloria? ¿Cuándo en lugar del espíritu de tristeza me revestirás con el manto de la alabanza, para que unida a los ángeles, todos mi ser te ofrezca un sacrificio de aclamación?

    ¿Dios de mi vida, cuándo entraré en el tabernáculo de tu gloria, para poder cantarte en presencia de todos los santos, y proclamar con el alma y el corazón que tus misericordias para conmigo han sido magníficas? ¿Cuándo se romperá la red de esta muerte, para que mi alma pueda verte sin intermediario?… ¿Quién resistirá a la vista de tu claridad? ¿Cómo podrá verte el ojo y oírte la oreja, contemplando la gloria de tu rostro?

SANTORAL - SAN AGUSTÍN DE CANTORBERY

27 de Mayo


    Nació en el siglo VI. Fue monje y prior del monasterio de San Andrés que había sido fundado por san Gregorio Magno en Roma. Este pontífice le envió a evangelizar la fecunda Inglaterra en la que tantos monasterios y santos habían florecido pese a las invasiones sufridas, como las de los sajones que indujo a muchas gentes a la idolatría. Gran parte de los contemporáneos de Agustín, que eran ingleses, aún persistían en ella y el cristianismo estaba en trance de desaparecer. Sin embargo, hasta el Santo Padre habían llegado noticias del ferviente anhelo y disposición a abrazarse a la fe que mostraban numerosos anglosajones. Así que maduró en su oración el sueño de evangelizar y afianzar la Iglesia en ese país. Simplemente necesitaba obreros para atender tanta mies. Y dio un primer paso. Alentó la conversión de las gentes ordenando a su administrador en los territorios provenzales, el presbítero Cándido, que le proporcionara algunos esclavos oriundos de esas tierras con objeto de formarlos y enviarlos después a predicar entre sus compatriotas. Pero se dio cuenta de que era una labor lenta. Y un apóstol se caracteriza por la urgencia; no mide el tiempo por las agujas del reloj. Es la fe rompiendo toda barrera la que marca una ruta a seguir que jamás se detiene. Desde el punto de vista espiritual un segundo perdido es irreparable; no se puede volver a recuperar.

    De modo que el año 596, el papa escogió a Agustín, conocido por su virtud y celo apostólico. Y éste, con treinta y nueve monjes, partió en la primavera de ese mismo año a Gran Bretaña. Al llegar a la Provenza hicieron un alto en el monasterio de Lérins. Allí constataron la dificultad que revestiría su misión. Los compañeros del santo se aterrorizaron ante los relatos trazados por los monjes que ilustraban los peligros que podrían hallar subrayando la crueldad del pueblo. Entonces, Agustín se vio obligado a regresar a Roma para informar al papa del carácter belicoso de los sajones. Éste no dio marcha atrás y animó a todos a enfrentarse a las circunstancias con fe. Les entregó cartas de recomendación para prelados y reyes, designando abad a Agustín. El retorno lo hicieron por Autun, donde pasaron el invierno. Después recorrerían Orleáns, Tours para embarcar después rumbo a Gran Bretaña desde Boulogne. En la primavera del año 597 llegaron a la isla de Thanet, siendo recibidos personalmente por el rey Ethelberto. Llegaban portando la cruz y recitando procesionalmente las letanías. Conmovido el rey, pidió que le explicaran las verdades de la fe, les autorizó para predicar el Evangelio y les condujo a una residencia en Canterbury, que fue origen de la conocida abadía. Siguiendo retazos de la historia, el primer encuentro entre ambos debió producirse en campo abierto, seguramente al abrigo de un corpulento roble, ya que el monarca tendría sus reservas pensando en algún maleficio obrado por Agustín. No tardó en percatarse de su error. El hombre que tenía ante sí era un dechado de sencillez, de prudencia y sabiduría. Le hablaba de un Dios amor tan poderoso que enseguida quedó seducido por Él. Fue constatando la autenticidad de todos los misioneros, la fortaleza que mostraban ante las dificultades, su entrega sin paliativos…, y se convirtió. Pidió ser bautizado ante el asombro de sus súbditos, a quienes dio plena libertad para seguir sus pasos. No usó su poder para ello. Hizo saber a Agustín su convicción de que debía respetar la creencia primitiva que había formado parte de su pueblo durante tanto tiempo. Pero las gentes cuando vieron que él seguía la enseñanza del santo, quisieron secundarle. Miles de ellos fueron instruidos y se abrazaron también a la religión cristiana en las navidades del año 597. Ethelberto colaboraba con esta ingente obra apostólica y legó hasta su propio palacio que fue monasterio y sede del obispo.

    En esa época, Agustín fue consagrado obispo en Francia. Entretanto, comunicó al papa estos hechos a través de dos monjes que envió al efecto. Y san Gregorio respondió enviando nuevos colaboradores que portaron valiosos recursos para las gentes. Asimismo eran custodios del palio y el nombramiento de Agustín como arzobispo primado de Inglaterra. Llevaban indicaciones expresas del pontífice en las que, con gran prudencia, proporcionaba al nuevo primado paternales y lúcidos consejos. Respecto a los templos decía: «no conviene derribarlos, sino solamente los ídolos en ellos existentes». Y en cuanto a las tradiciones del pueblo advertía: «como hay costumbre de hacer sacrificios de bueyes a los demonios, es conveniente cambiarla en una fiesta cristiana. Así las fiestas de la Dedicación y de los Mártires podrían celebrarlas por medio de banquetes fraternales». Otras previsiones del papa concernientes a la organización jerárquica eclesial del país tuvieron que esperar. La comunidad presidida por Agustín vivía bajo la regla benedictina. En ese momento era el único obispo que había para la Gran Bretaña sajona. Y mientras se progresaba en la evangelización, mantuvo diversas entrevistas con responsables de la iglesia bretona. No solo buscaba ayuda con nuevos misioneros, sino la conciliación entre los dos pueblos que estaban enfrentados. En el año 601 todavía no se había llegado a un acuerdo. La autoridad de Agustín no era reconocida por los bretones y tampoco estaban dispuestos a evangelizar a los anglosajones. Así que Agustín y sus compañeros se volcaron con más brío en la tarea apostólica. En el 604 murió el papa y ese mismo año se establecía un segundo obispado en Rochester, y quedaban abiertas las puertas a un tercer obispado en Londres. Para ello Agustín contó con la ayuda incondicional de Ethelberto. Pero este nuevo despliegue acontecía cuando este gran apóstol de Inglaterra se hallaba al final de su vida. Murió el 26 de mayo del año 605 dejando en marcha esta magna obra que, aunque impulsada por el pontífice, fue materializada por él.

  Oremos

    Mira Señor a quienes no pueden dormir o a los que lloran esta noche. Atiende a los enfermos. Calma sus sufrimientos. Bendice a los moribundos. Compadecerte de los afligidos. Conserva su alegría. Amén

    Señor, que con la predicación y los milagros de San Agustín, Tu Confesor y Obispo, te dignaste de dar a tu pueblo la luz de la verdadera fe, haz que , por su intercesión, los corazones de los que se han extraviado sean devueltos al camino de la verdad, y que se haga tu voluntad siempre. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 25 de mayo de 2021

EVANGELIO - 26 de Mayo - San Marcos 10,32-45.


        Libro de Eclesiástico 36,1-2a.5-6.13-19.

    Ten piedad de nosotros, Dueño soberano, Dios de todas las cosas, y mira, infunde tu temor a todas las naciones.
    Levanta tu mano contra las naciones extranjeras y que ellas vean tu dominio.
    Renueva los signos y repite las maravillas, glorifica tu mano y tu brazo derecho.
    Despierta tu furor y derrama tu ira, suprime al adversario y extermina al enemigo.
    Llena a Sión de alabanzas por tu triunfo, y a tu pueblo, cólmalo de tu gloria.
    Da testimonio a favor de los que tú creaste en el principio, y cumple las profecías anunciadas en tu Nombre.
    Dales la recompensa a los que te aguardan, y que se compruebe la veracidad de tus profetas.
    Escucha, Señor, la oración de los que te suplican, conforme a la bendición de Aarón sobre tu pueblo, para que todos los que viven en la tierra reconozcan que tú eres el Señor, el Dios eterno.
    El estómago asimila toda clase de alimentos, pero hay unos mejores que otros.
    El paladar distingue los manjares y el corazón inteligente descubre las mentiras.


Salmo 79(78),8.9.11.13.

No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos;
compadécete pronto de nosotros,
porque estamos totalmente abatidos.

Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu Nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu Nombre.

Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos,
preserva con tu brazo poderoso
a los que están condenados a muerte.
Y nosotros, que somos tu pueblo

y las ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias para siempre,
y cantaremos tus alabanzas
por todas las generaciones.


    Evangelio según San Marcos 10,32-45.

    Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: "Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos: ellos se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará".
    Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir".
    El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?".
    Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".
    Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?".
    "Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo.
    En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados".
    Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.
    Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
    Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
    Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 26 de Mayo - “Dar su vida en recate por todos”


       San Alfonso María de Ligorio (1696-1787) obispo y doctor de la Iglesia


“Dar su vida en recate por todos”

    Un Dios que sirve, que barre la casa, que se entrega a trabajos duros - uno sólo de estos pensamientos, ¡cómo debería ser suficiente para llenarnos de amor! Cuando el Salvador se puso a predicar su Evangelio, se hizo “el servidor de todos”, declarando él mismo que “no había venido a ser servido sino a servir”. Es como si hubiera dicho que quería ser el servidor de todos los hombres. Y al final de su vida no se contentó, dice san Bernardo, “con haber tomado la condición de siervo para ponerse al servicio de los hombres; ha querido escoger el aspecto de siervo indigno para ser maltratado y sufrir la pena que teníamos merecida por nuestros pecados”. He aquí que el Señor, siervo obediente a todos, se somete a la sentencia de Pilato, por injusta que fuera, y se entrega a los verdugos… Así es, que Dios nos ha amado tanto que, por amor a nosotros, ha querido obedecer como un esclavo hasta la muerte y morir de una muerte dolorosa e infame: el suplicio de la cruz (Flp 2,8). Ahora bien, en todos estos acontecimientos, obedecía no como Dios, sino como hombre, de quien había asumido la condición de esclavo. Tal santo se entregó como esclavo para rescatar a un pobre, y con ello, por este acto heroico de caridad, se atrajo la admiración del mundo. Pero, ¿qué es esta caridad comparada con la del Redentor? Siendo Dios, queriendo rescatarnos de la esclavitud del diablo y de la muerte que nos era debida, él mismo se hace esclavo, se deja atar y clavar en la cruz. “Para que el siervo llegue a ser amo, dice san Agustín, Dios ha querido hacerse siervo”.

SANTORAL - SAN FELIPE NERI

26 de Mayo


   Nació en Florencia en 1515. En medio del paganismo que imperaba en el ambiente renacentista romano, Felipe entrega todos sus haberes a los pobres, mientras él ayuna a pan y agua. Pasa los días en obras de caridad, y las noches en las catacumbas de San Sebastián, entregado a la oración y a la penitencia. Alcanza altísima oración.

    Sus éxtasis duran horas y a veces se le oye clamar: ¡Basta, Señor, basta! ¡Detén el torrente de tu amor! Ante esta vida angelical poco podían hacer los asaltos del mal. Un par de mujerzuelas acechan un día contra su castidad. Las pupilas de fuego del Santo las hacen huir asustadas.

    Con todo, le gustaba rezar así: Señor, no te fíes de mí. Señor, ten de tu mano a Felipe, que, si no, un día, como Judas, te traicionará. Funda una cofradía para atender a pobres y peregrinos. Visita cárceles y hospitales. Busca sobre todo a los niños y a los jóvenes. En 1551 se ordena sacerdote por obediencia. Desea ir a las Indias, como Javier. El P. Ghattino 1e dice de parte de Dios: Roma será tus Indias. Y por toda Roma derrama sus caridades, sus fervores, su alegría contagiosa, la certeza de que hay más alegría en la virtud que en el pecado. Es proverbial su don de lágrimas, y de hacer milagros.

    Se le atribuye haber resucitado al príncipe Paulo Máximo, para que confesase un pecado. Un éxtasis le produjo la dilatación del corazón y la deformación de dos costillas. Una se conserva en el Oratorio de Nápoles. Todos los Papas y Príncipes acudían a él. Fue amigo de San Carlos, San Ignacio, San Camilo y San Félix de Cantalicio. Su obra definitiva fue la fundación del Oratorio, para instruir y entretener a niños y jóvenes. El Oratorio influyó mucho a través del Cardenal Baronio y otros muchos. Murió Felipe en 1595. Era la noche del Corpus y se fue a acabar la fiesta al cielo. Sus restos descansan en la Chiesa Nuova de Roma. Fue canonizado por Gregorio XV el 1622 junto con cuatro santos españoles.

Oremos

   
Señor Dios nuestro, que nunca dejas de glorificar la santidad de quienes con fidelidad te sirven, haz que el fuego del Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo ardor que tan maravillosamente inflamó el corazón de San Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.