sábado, 11 de enero de 2020

CARTA ENCÍCLICA FIDES ET RATIO DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II SOBRE LAS RELACIONES ENTRE FE Y RAZÓN



CAPÍTULO I
LA REVELACIÓN DE LA SABIDURÍA DE DIOS




Jesús revela al Padre

12. Así pues, la historia es el lugar donde podemos constatar la acción de Dios en favor de la humanidad. Él se nos manifiesta en lo que para nosotros es más familiar y fácil de verificar, porque pertenece a nuestro contexto cotidiano, sin el cual no llegaríamos a comprendernos.

La encarnación del Hijo de Dios permite ver realizada la síntesis definitiva que la mente humana, partiendo de sí misma, ni tan siquiera hubiera podido imaginar: el Eterno entra en el tiempo, el Todo se esconde en la parte y Dios asume el rostro del hombre. La verdad expresada en la revelación de Cristo no puede encerrarse en un restringido ámbito territorial y cultural, sino que se abre a todo hombre y mujer que quiera acogerla como palabra definitivamente válida para dar sentido a la existencia. Ahora todos tienen en Cristo acceso al Padre; en efecto, con su muerte y resurrección, Él ha dado la vida divina que el primer Adán había rechazado (cf. Rm 5, 12-15). Con esta Revelación se ofrece al hombre la verdad última sobre su propia vida y sobre el destino de la historia: « Realmente, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado », afirma la Constitución Gaudium et spes.12 Fuera de esta perspectiva, el misterio de la existencia personal resulta un enigma insoluble. ¿Dónde podría el hombre buscar la respuesta a las cuestiones dramáticas como el dolor, el sufrimiento de los inocentes y la muerte, sino no en la luz que brota del misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo?

12 N. 22.

LAS OBRAS DE MISERICORDIA

Hay catorce obras de misericordia - Siete corporales y Siete espirituales

I.- Obras de misericordia corporales


    2447 Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58, 6-7; Hb 13, 3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25,31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4, 5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cf Mt 6, 2-4): «El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo» (Lc 3, 11).

    «Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros» (Lc 11, 41). «Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?» (St 2, 15-16; cf Jn 3, 17).

LITURGIA DE LAS HORAS - OFICIO DE LECTURA



TIEMPO DE NAVIDAD
DOMINGO DESPUÉS DEL 6 DE ENERO
De la fiesta.

12 de enero

EL BAUTISMO DEL SEÑOR. (FIESTA)

OFICIO DE LECTURA

INVITATORIO

Si ésta es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Ant. Venid, adoremos a Cristo, el Hijo amado, en quien el Padre tiene sus complacencias.

Si antes se ha rezado ya alguna otra Hora:

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


Himno: HOY DOS EXTREMOS SE HAN VISTO

Hoy dos extremos se han visto,
cuales nunca se verán:
Cristo arrodillado a Juan,
y Juan bautizando a Cristo.

El mar y abismo profundo
de la pureza infinita,
que las inmundicias quita
y los pecados del mundo,

hoy del Bautista se ha visto
ser lavado en el Jordán;
Cristo arrodillado a Juan,
y Juan bautizando a Cristo.

Bautiza la voz al Verbo,
el criado al Criador;
ved qué humildad de Señor
y qué autoridad de siervo.

Favor otra vez no visto
entre los hijos de Adán,
Cristo arrodillado a Juan,
y Juan bautizando a Cristo.

Los cielos se abren,
y allí la voz del Padre ha entonado:
«Aqueste es mi Hijo amado,
en el cual me complací.»

Y el Paracleto se ha visto,
testificando que están
Cristo arrodillado a Juan,
y Juan bautizando a Cristo.

Qué grande misterio encierra
el Jordán; cantad, criaturas:
«Gloria a Dios en las alturas
y paz al hombre en la tierra.» Amén.

SALMODIA

Ant 1. La voz del Señor sobre las aguas, el Dios de la gloria hace oír su trueno.

Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA TEMPESTAD.

Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.

La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria hace oír su trueno,
el Señor sobre las aguas torrenciales.

La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.

Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.

La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.

La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!

El trono del Señor está encima de la tempestad,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. La voz del Señor sobre las aguas, el Dios de la gloria hace oír su trueno.

Ant 2. Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera, y se alegre porque has venido como luz de todos los siglos.

Salmo 65 I - HIMNO PARA UN SACRIFICO DE ACCIÓN DE GRACIAS

Aclama al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.

Decid a Dios: «¡Qué terribles son tus obras,
por tu inmenso poder tus enemigos se rinden!»

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.

Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres:
transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.

Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente;
sus ojos vigilan a las naciones,
para que no se subleven los rebeldes.

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar sus alabanzas,
porque él nos ha devuelto la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies.

¡Oh Dios!, nos pusiste a prueba,
nos refinaste como refinan la plata;
nos empujaste a la trampa,
nos echaste a cuestas un fardo:

sobre nuestro cuello cabalgaban,
pasamos por fuego y por agua,
pero nos has dado respiro.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera, y se alegre porque has venido como luz de todos los siglos.

Ant 3. Bendito sea Dios, que nos ha devuelto la vida y nos ha dado respiro.

Salmo 65 II

Entraré en tu casa con víctimas,
para cumplirte mis votos:
los que pronunciaron mis labios
y prometió mi boca en el peligro.

Te ofreceré víctimas cebadas,
te quemaré carneros,
inmolaré bueyes y cabras.

Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua.

Si hubiera tenido yo mala intención,
el Señor no me habría escuchado;
pero Dios me escuchó,
y atendió a mi voz suplicante.

Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Bendito sea Dios, que nos ha devuelto la vida y nos ha dado respiro.

V. Éste es mi Hijo amado.
R. Escuchadlo.

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Isaías 42, 1-9; 49, 1-9

EL SIERVO HUMILDE DEL SEÑOR ES LA LUZ DE LAS NACIONES

Mirad a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia en las naciones.

No gritará, no clamará, no voceará por las calles. No romperá la caña resquebrajada, no apagará la mecha aún humeante. Promoverá con firmeza la justicia, no titubeará ni se doblegará hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.

Así dice el Señor Dios, que creó y desplegó los cielos, que consolidó la tierra y todo lo que en ella brota, que dio el respiro al pueblo que la habita y el aliento a los que se mueven en ella:

«Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación, te he llamado en la justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he puesto como alianza del pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas. Yo soy el Señor, éste es mi nombre, no cedo mi gloria a ningún otro ni mi honor a los ídolos. Lo antiguo ya ha sucedido y algo nuevo yo anuncio, antes de que brote os lo hago oír.»

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: el Señor me llamó desde el vientre de mi madre, cuando aún estaba yo en el seno materno pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «Tú eres mi siervo, en ti manifestaré mi gloria.» Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad el Señor se ocupaba de mi causa, Dios tenía en sus manos mi recompensa; yo era glorificado ante sus ojos, mi Dios era mi fortaleza.

Y ahora habla el Señor, que desde el seno materno me hizo su siervo para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel en torno suyo:

«Es poco que seas mi siervo para restablecer a las tribus de Jacob y hacer volver a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.»

Así dice el Señor, el redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido de las naciones, al esclavo de los tiranos:

«Te verán los reyes y se pondrán de pie, te verán los príncipes y se postrarán; porque el Señor es fiel, porque el Santo de Israel te ha elegido.»

Así dice el Señor:

«En el tiempo de gracia te he respondido, en el día de salvación te he auxiliado; te he defendido y te he constituido como alianza del pueblo, para restaurar el país, para repartir las heredades desoladas, para decir a los cautivos: "Salid", y a los que están en tinieblas: "Venid a la luz"; aun por los caminos pastarán, tendrán praderas en todas las dunas.»

RESPONSORIO    Cf. Mt 3, 16. 17; Lc 3, 22

R. Hoy se abrieron los cielos cuando fue bautizado el Señor en el Jordán, y el Espíritu de Dios bajó sobre él en forma de paloma, y se oyó la voz del Padre que decía: * «Éste es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias.»
V. El Espíritu Santo descendió sobre él en forma visible, como una paloma, y se dejó oír una voz del cielo:
R. Éste es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias.

SEGUNDA LECTURA

De las Disertaciones de san Gregorio de Nacianzo, obispo
(Disertación 39, En las santas Luminarias, 14-16. 20: PG 36, 350-351. 354. 358-359)

EL BAUTISMO DE CRISTO

Cristo es hoy iluminado, dejemos que esta luz divina nos penetre también a nosotros; Cristo es bautizado, bajemos con él al agua, para luego subir también con él.

Juan está bautizando, y Jesús acude a él; posiblemente para santificar al mismo que lo bautiza; con toda seguridad para sepultar en el agua a todo el viejo Adán; antes de nosotros y por nosotros, el que era espíritu y carne santifica el Jordán, para así iniciarnos por el Espíritu y el agua en los sagrados misterios.

El Bautista se resiste, Jesús insiste. Soy yo quien debo ser bautizado por ti, le dice la lámpara al Sol, la voz a la Palabra, el amigo al Esposo, el más grande entre los nacidos de mujer al Primogénito de toda creatura, el que había saltado de gozo ya en el seno materno al que había sido adorado también en el seno de su madre, el que lo había precedido y lo precederá al que se había manifestado y se manifestará. Soy yo quien debo ser bautizado por ti; podía haber añadido: «Y por causa de ti.» Él, en efecto, sabía con certeza que recibiría más tarde el bautismo del martirio y que, como a Pedro, le serían lavados no sólo los pies, sino todo su cuerpo.

Pero, además, Jesús sube del agua; lo cual nos recuerda que hizo subir al mundo con él hacia lo alto, porque en aquel momento ve también cómo el cielo se rasga y se abre, aquel cielo que Adán había cerrado para sí y para su posteridad, como había hecho que se le cerrase la entrada al paraíso con una espada de fuego.

El Espíritu atestigua la divinidad de Cristo, acudiendo a él como a su igual; y una voz bajó del cielo, ya que del cielo procedía aquel de quien testificaba esta voz; y el Espíritu se apareció en forma corporal de una paloma, para honrar así el cuerpo de Cristo, que es también divino por su excepcional unión con Dios. Muchos siglos atrás fue asimismo una paloma la que anunció el fin del diluvio.

Honremos hoy, pues, el bautismo de Cristo y celebremos como es debido esta festividad.

Procurad una limpieza de espíritu siempre en aumento. Nada agrada tanto a Dios como la conversión y salvación del hombre, ya que para él tienen lugar todas estas palabras y misterios; sed como lumbreras en medio del mundo, como una fuerza vital para los demás hombres; si así lo hacéis, llegaréis a ser luces perfectas en la presencia de aquella gran luz, impregnados de sus resplandores celestiales, iluminados de un modo más claro y puro por la Trinidad, de la cual habéis recibido ahora, con menos plenitud, un único rayo proveniente de la única Divinidad, en Cristo Jesús, nuestro Señor, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

RESPONSORIO   

R. Hoy se han abierto los cielos y el mar se dulcificó, la tierra canta de alegría y los montes y colinas se llenan de júbilo: * porque Cristo fue bautizado por Juan en el Jordán.
V. ¿Qué te pasa, mar, por qué huyes? Y tú, Jordán, ¿por qué te echas atrás?
R. Porque Cristo fue bautizado por Juan en el Jordán.

Himno: SEÑOR, DIOS ETERNO

Señor, Dios eterno, alegres te cantamos,
a ti nuestra alabanza,
a ti, Padre del cielo, te aclama la creación.

Postrados ante ti, los ángeles te adoran
y cantan sin cesar:

Santo, santo, santo es el Señor,
Dios del universo;
llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles,
la multitud de los profetas te enaltece,
y el ejército glorioso de los mártires te aclama.

A ti la Iglesia santa,
por todos los confines extendida,
con júbilo te adora y canta tu grandeza:

Padre, infinitamente santo,
Hijo eterno, unigénito de Dios,
santo Espíritu de amor y de consuelo.

Oh Cristo, tú eres el Rey de la gloria,
tú el Hijo y Palabra del Padre,
tú el Rey de toda la creación.

Tú, para salvar al hombre,
tomaste la condición de esclavo
en el seno de una virgen.

Tú destruiste la muerte
y abriste a los creyentes las puertas de la gloria.

Tú vives ahora,
inmortal y glorioso, en el reino del Padre.

Tú vendrás algún día,
como juez universal.

Muéstrate, pues, amigo y defensor
de los hombres que salvaste.

Y recíbelos por siempre allá en tu reino,
con tus santos y elegidos.

La parte que sigue puede omitirse, si se cree oportuno.

Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice a tu heredad.

Sé su pastor,
y guíalos por siempre.

Día tras día te bendeciremos
y alabaremos tu nombre por siempre jamás.

Dígnate, Señor,
guardarnos de pecado en este día.

Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

A ti, Señor, me acojo,
no quede yo nunca defraudado.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Cristo como tu Hijo amado, cuando era bautizado en el Jordán y descendía el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

LITURGIA DE LAS HORAS - LAUDES



TIEMPO DE NAVIDAD
DOMINGO DESPUÉS DEL 6 DE ENERO
De la fiesta.

12 de enero

EL BAUTISMO DEL SEÑOR. (FIESTA)

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. Venid, adoremos a Cristo, el Hijo amado, en quien el Padre tiene sus complacencias.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, adoremos a Cristo, el Hijo amado, en quien el Padre tiene sus complacencias.

Himno: A LA ORILLA DEL JORDÁN.

A la orilla del Jordán,
descalza el alma y los pies,
bajan buscando pureza
doce tribus de Israel.

Piensan que a la puerta está
el Mesías del Señor
y que para recibirle
gran limpieza es menester.

Bajan hombres y mujeres,
pobres y ricos también,
y Juan, sobre todos ellos,
derrama el agua y la fe.

Mas ¿por qué se ha de lavar
a la Pureza, por qué?
Porque el bautismo hoy empieza
y ha comenzado por él. Amén.

SALMODIA

Ant 1. El soldado bautizaba a su Rey, el siervo a su Señor, Juan al Salvador: el agua del Jordán se estremece, la Paloma da testimonio, la voz del Padre declara: «Éste es mi Hijo.»

SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El soldado bautizaba a su Rey, el siervo a su Señor, Juan al Salvador: el agua del Jordán se estremece, la Paloma da testimonio, la voz del Padre declara: «Éste es mi Hijo.»

Ant 2. Al manifestarse al mundo la gloria de Cristo, las aguas del Jordán fueron santificadas: sacad aguas con gozo de las fuentes del Salvador; Cristo, el Señor, ha santificado la creación entera.

Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice Gloria al Padre.

Ant. Al manifestarse al mundo la gloria de Cristo, las aguas del Jordán fueron santificadas: sacad aguas con gozo de las fuentes del Salvador; Cristo, el Señor, ha santificado la creación entera.

Ant 3. Te glorificamos, Señor, Dios y redentor, a ti que con el Espíritu y el fuego purificas a los hombres de su pecado.

Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Te glorificamos, Señor, Dios y redentor, a ti que con el Espíritu y el fuego purificas a los hombres de su pecado.

LECTURA BREVE   Is 61, 1-2a

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, la libertad a los prisioneros, para proclamar el año de gracia del Señor.

RESPONSORIO BREVE

V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.

V. Tú que hoy te has manifestado.
R. Ten piedad de nosotros.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Cristo es bautizado y el universo entero se purifica; el Señor nos obtiene el perdón de los pecados: purifiquémonos todos por el agua y el Espíritu.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Cristo es bautizado y el universo entero se purifica; el Señor nos obtiene el perdón de los pecados: purifiquémonos todos por el agua y el Espíritu.

PRECES

Roguemos a nuestro Redentor, bautizado por Juan en el Jordán, y digámosle:

Señor, ten piedad.

Cristo Jesús, que al manifestarte al mundo has iluminado a todos los hombres,
concede luz abundante a cuantos hoy se relacionen con nosotros.

Cristo Jesús, que para enseñarnos un camino de humildad te humillaste recibiendo el bautismo de Juan,
danos un espíritu de humilde servicio para con todos los hombres.

Cristo Jesús, que por tu bautismo nos purificaste de todo pecado y nos hiciste hijos del Padre,
concede el espíritu de adopción a todos los que buscan a Dios con sinceridad.

Cristo Jesús, que en tu bautismo abriste una puerta de salvación para los cristianos y santificaste la creación entera,
haz de todos nosotros ministros de tu Evangelio en el mundo.

Cristo Jesús, que en tu bautismo nos revelaste a la Trinidad,
renueva el espíritu de adopción y el sacerdocio real de los bautizados.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Gracias a Jesucristo somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Cristo como tu Hijo amado, cuando era bautizado en el Jordán y descendía el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LITURGIA DE LAS HORAS - VÍSPERAS



TIEMPO DE NAVIDAD
DOMINGO DESPUÉS DEL 6 DE ENERO
De la fiesta.

12 de enero

EL BAUTISMO DEL SEÑOR. (FIESTA)

II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: PORQUE EL BAUTISMO HOY EMPIEZA

Porque el bautismo hoy empieza
y él lo quiere inaugurar,
hoy se ha venido a lavar
el Autor de la limpieza.

Aunque es santo y redentor,
nos da ejemplo singular:
se quiere hoy purificar
como cualquier pecador.

Aunque él mismo es la Hermosura
y no hay hermosura par,
hoy quiere al agua bajar
y hermosear nuestra basura.

Nadie lo hubiera pensado:
vino el pecado a quitar,
y se hace ahora pasar
por pecador y pecado.

Gracias, Bondad y Belleza,
pues te quisiste humillar
y no te pesó lavar
tu santidad y pureza. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Se oyó una voz que venía del cielo y se oyó la voz del Padre: «Éste es mi hijo amado, en quien tengo mis complacencias, escuchadlo.»

Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.

Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»

El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.

En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Se oyó una voz que venía del cielo y se oyó la voz del Padre: «Éste es mi hijo amado, en quien tengo mis complacencias, escuchadlo.»

Ant 2. En el río Jordán aplastó nuestro Salvador la cabeza del antiguo dragón y nos libró a todos de su esclavitud.

Salmo 111- FELICIDAD DEL JUSTO

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.

No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. En el río Jordán aplastó nuestro Salvador la cabeza del antiguo dragón y nos libró a todos de su esclavitud.

Ant 3. Hoy se nos revela un gran misterio, porque el Creador del universo nos purifica de nuestros pecados en el Jordán.

Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Hoy se nos revela un gran misterio, porque el Creador del universo nos purifica de nuestros pecados en el Jordán.

LECTURA BREVE   Hch 10, 37-38

Vosotros sabéis lo acaecido en toda Judea: cómo Jesús de Nazaret empezó su actividad por Galilea después del Bautismo predicado por Juan; cómo Dios lo ungió con poder del Espíritu Santo; cómo pasó haciendo el bien y devolviendo la salud a todos los que estaban esclavizados por el demonio, porque Dios estaba con él.

RESPONSORIO BREVE

V. Éste es el que vino por el agua y por la sangre.
R. Éste es el que vino por el agua y por la sangre.

V. Jesucristo, nuestro Señor.
R. Es el que vino por el agua y por la sangre.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Éste es el que vino por el agua y por la sangre.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Cristo Jesús nos amó, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y nos ha hecho sacerdotes de Dios, su Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Cristo Jesús nos amó, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y nos ha hecho sacerdotes de Dios, su Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

PRECES

Roguemos a nuestro Redentor, bautizado por Juan en el Jordán, y supliquémosle, diciendo:

Envía, Señor, tu Espíritu sobre nosotros.

Cristo, siervo de Dios, en quien el Padre tiene todo su gozo,
envía tu Espíritu sobre nosotros.

Cristo, elegido de Dios, tú que no rompiste la caña resquebrajada ni apagaste la mecha humeante,
compadécete de cuantos te buscan con sinceridad.

Cristo, Hijo de Dios, a quien el Padre ha elegido como nueva alianza del pueblo y luz de las naciones,
abre por el bautismo los ojos de los que no ven.

Cristo, salvador de los hombres, a quien el Padre ungió con el Espíritu Santo y envió para salvación del mundo,
haz que todos los hombres te conozcan y crean en ti para que así obtengan la vida eterna.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Cristo, esperanza nuestra, que llevas la luz de la salvación a los pueblos que yacen en las tinieblas de la ignorancia,
recibe en tu reino a nuestros difuntos.

Ya que somos la familia de Dios, digamos con grande confianza a nuestro Padre del cielo:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Cristo como tu Hijo amado, cuando era bautizado en el Jordán y descendía el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LITURGIA DE LAS HORAS - COMPLETAS



COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno.

Salmo 90 - A LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.»

Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su brazo es escudo y armadura.

No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía.

Caerán a tu izquierda mil,
diez mil a tu derecha;
a ti no te alcanzará.

Tan sólo abre tus ojos
y verás la paga de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio,
tomaste al Altísimo por defensa.

No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos;

te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.

«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.

Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré;
lo saciaré de largos días,
y le haré ver mi salvación.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno.

LECTURA BREVE   Ap 22, 4-5

Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN       Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Humildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.

EVANGELIO - 12 de Enero - San Mateo 3,13-17


    Evangelio según San Mateo 3,13-17.

    Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él.
    Juan se resistía, diciéndole: "Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!".
    Pero Jesús le respondió: "Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo". Y Juan se lo permitió.
    Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él.
    Y se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 12 de Enero - "Este es mi Hijo muy amado, en quien he puesto todo mi amor"


       San Cirilo de Jerusalén (313-350), obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia Catequesis bautismales, nº 11

“Este es mi Hijo muy amado en quien he puesto todo mi amor”

    Creo en Jesucristo, Hijo del Dios vivo, mas, según el Evangelio hijo único: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna” (Jn 3,16)…

    Él es el Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción, puesto que ha nacido del Padre… Porque el Padre, siendo Dios verdadero, ha engendrado al Hijo semejante a sí mismo, Dios verdadero… Cristo es hijo por naturaleza, verdadero hijo, no hijo adoptivo como vosotros, los nuevos bautizados, que acabáis de ser hechos hijos de Dios. Porque también vosotros sois hijos, pero por adopción, por gracia, tal como está escrito: “A cuantos lo recibieron les da poder para ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre…” (Jn 1,12). Nosotros hemos sido engendrados por el agua y el espíritu (Jn 3,5), pero no de la misma manera que Cristo ha sido engendrado por el Padre. Porque en el momento del bautismo el Padre alzó la voz y dijo: “Éste es mi Hijo”. Y no dijo” Ahora éste ha llegado a ser mi Hijo” sino: “Éste es mi Hijo” significando que ya antes de la acción del bautismo era ya Hijo.

    El Padre ha engendrado al Hijo de manera muy distinta de como ocurre entre los hombres: el espíritu engendra la palabra. Porque el espíritu subsiste en nosotros, mientras que la palabra, una vez pronunciada y difundida en el aire, se desvanece. Pero nosotros sabemos que Cristo ha sido engendrado Verbo, Palabra no proferida sino Palabra subsistente y viviente, no pronunciada y salida de labios sino nacida del Padre eternamente, de manera substancial e inefable. Porque “en el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios” (Jn 1,1), sentada a su derecha (Sl 109,1). Èl es la Palabra que comprende la voluntad del Padre y todo se hace por orden suya, Palabra que desciende y vuelve a subir (Ef 4,10)…, Palabra que habla y dice: “Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre” (Jn 8,38). Palabra con toda autoridad (Mc 1,27) y que lo rige todo, porque “el Padre lo ha entregado todo al Hijo” (Jn 3,35).

FIESTA EL BAUTISMO DEL SEÑOR

12 de Enero


    El domingo que sigue a la fiesta de la Epifanía, dedicado a celebrar el bautismo de Cristo, señala la culminación de todo el ciclo natalicio o de la manifestación del Señor. Es también el domingo que da paso al tiempo durante el año, llamado también tiempo ordinario.

    Hay que felicitarse por esta fiesta, que ha venido a enriquecer notablemente el ya de por sí denso tiempo de Navidad-Epifanía. El significado del bautismo del Señor, múltiple y variado, pues mira no sólo al hecho en sí, sino también a su trascendencia para nosotros, se centra en lo que tiene de epifanía y manifestación:

    Señor, Dios nuestro,cuyo Hijo asumió la realidad de nuestra carne para manifestársenos, concédenos, te rogamos, poder transformarnos internamente a imagen de aquel que en su humanidad era igual a nosotros (col. 2).

    El bautismo de Jesús, proclamado cada año según un evangelista sinóptico, es revelación de la condición mesiánica del Siervo del Señor, sobre el que va a reposar el Espíritu Santo (cf. Is 42, 1-4.6-7: 1ª lect.) y que ha sido ungido con vistas a su misión redentora (cf. Hech 10,34-38: 2ªlect.). Ese Siervo, con su mansedumbre, demostrada en su manera de actuar, es <luz de las naciones> (cf. Is 42, 1-9; 49, 1-9 lect. bíbl. Of. Lect). <Cristo es iluminado, dejémonos iluminar junto a él> dice San Gregorio Nacianceno comentando la escena (lect. patr. Of. lect.).

    Pero el bautismo de Cristo es revelación también de los efectos de nuestro propio bautismo: <Porque en el bautismo de Cristo en el Jordán has realizado signos prodigiosos para manifestar el misterio del nuevo bautismo> (pref.). Jesús entró en el agua para santificarla y hacerla santificadora, < y, sin duda, para sepultar en ella a todo el viejo Adán, santificando el Jordán por nuestra causa; y así, el Señor, que era espíritu y carne, nos consagra mediante el Espíritu y el agua> (SAN GREGORIO N.: ibid.). Esta consagración es el nuevo nacimiento (cf. Jn 3,5), que nos hace hijos adoptivos de Dios (col.; cf. Rom 8,15). El fruto de esta celebración en nosotros es "escuchar con fe la palabra del Hijo de Dios para que podamos llamarnos y ser en verdad hijos suyos"(posc.; cf. 1 Jn 3,1-2)

Oremos

    Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Cristo como tu Hijo amado, cuando era bautizado en el Jordán y descendía el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS LAETITIA SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA



Capítulo segundo
REALIDAD Y DESAFÍOS DE LAS FAMILIAS




Situación actual de la familia

46. Las migraciones «representan otro signo de los tiempos que hay que afrontar y comprender con toda la carga de consecuencias sobre la vida familiar»[30]. El último Sínodo ha dado una gran importancia a esta problemática, al expresar que «atañe, en modalidades diversas, a poblaciones enteras en varias partes del mundo. La Iglesia ha tenido en este ámbito un papel importante. La necesidad de mantener y desarrollar este testimonio evangélico (cf. Mt 25,35) aparece hoy más urgente que nunca [...] La movilidad humana, que corresponde al movimiento histórico natural de los pueblos, puede revelarse una auténtica riqueza, tanto para la familia que emigra como para el país que la acoge. Otra cosa es la migración forzada de las familias como consecuencia de situaciones de guerra, persecuciones, pobreza, injusticia, marcada por las vicisitudes de un viaje que a menudo pone en riesgo la vida, traumatiza a las personas y desestabiliza a las familias. El acompañamiento de los migrantes exige una pastoral específica, dirigida tanto a las familias que emigran como a los miembros de los núcleos familiares que permanecen en los lugares de origen. Esto se debe llevar a cabo respetando sus culturas, la formación religiosa y humana de la que provienen, así como la riqueza espiritual de sus ritos y tradiciones, también mediante un cuidado pastoral específico [...] Las experiencias migratorias resultan especialmente dramáticas y devastadoras, tanto para las familias como para las personas, cuando tienen lugar fuera de la legalidad y son sostenidas por los circuitos internacionales de la trata de personas. También cuando conciernen a las mujeres o a los niños no acompañados, obligados a permanencias prolongadas en lugares de pasaje entre un país y otro, en campos de refugiados, donde no es posible iniciar un camino de integración. La extrema pobreza, y otras situaciones de desintegración, inducen a veces a las familias incluso a vender a sus propios hijos para la prostitución o el tráfico de órganos»[31]. «Las persecuciones de los cristianos, así como las de las minorías étnicas y religiosas, en muchas partes del mundo, especialmente en Oriente Medio, son una gran prueba: no sólo para la Iglesia, sino también para toda la comunidad internacional. Todo esfuerzo debe ser apoyado para facilitar la permanencia de las familias y de las comunidades cristianas en sus países de origen»[32].

47. Los Padres también dedicaron especial atención «a las familias de las personas con discapacidad, en las cuales dicho hándicap, que irrumpe en la vida, genera un desafío, profundo e inesperado, y desbarata los equilibrios, los deseos y las expectativas [...] Merecen una gran admiración las familias que aceptan con amor la difícil prueba de un niño discapacitado. Ellas dan a la Iglesia y a la sociedad un valioso testimonio de fidelidad al don de la vida. La familia podrá descubrir, junto con la comunidad cristiana, nuevos gestos y lenguajes, formas de comprensión y de identidad, en el camino de acogida y cuidado del misterio de la fragilidad. Las personas con discapacidad son para la familia un don y una oportunidad para crecer en el amor, en la ayuda recíproca y en la unidad [...] La familia que acepta con los ojos de la fe la presencia de personas con discapacidad podrá reconocer y garantizar la calidad y el valor de cada vida, con sus necesidades, sus derechos y sus oportunidades. Dicha familia proveerá asistencia y cuidados, y promoverá compañía y afecto, en cada fase de la vida»[33]. Quiero subrayar que la atención dedicada tanto a los migrantes como a las personas con discapacidades es un signo del Espíritu. Porque ambas situaciones son paradigmáticas: ponen especialmente en juego cómo se vive hoy la lógica de la acogida misericordiosa y de la integración de los más frágiles.

[30] Relatio synodi 2014, 8.
[31] Relación final 2015, 23; cf. Mensaje para la Jornada mundial del emigrante y del refugiado 2016 (12 septiembre 2015): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 2 de octubre de 2015, p. 22-23.
[32] Ibíd., 24.
[33] Ibíd., 21.