domingo, 23 de marzo de 2025

MES DE SAN JOSÉ

VIGÉSIMO CUARTO DÍA: SAN JOSÉ DESPUÉS DE SU MUERTE


 San José después de su muerte

    La obra de la Redención no estaba todavía terminada, los cielos cerrados apor la falta de Adán, no estaban abiertos y el alma de José andaba en los limbos reuniéndose a la de sus padres, los santos patriarcas, los profetas inmortales, los santos pontífices y los santos reyes, los justos de Israel que esperaban, en una oración incesante, la venida del Mesías. Con qué alegría conocieron su feliz nacimiento y cuánto alegraban con su liberación cercana. Algunos de eso que nosotros llamamos años los separaban a penas del momento en que victorioso de la muerte y del infierno, Jesús triunfante descendió a los limbos. José lo vio con los ojos de su alma; no era ya el niño que había cargado en sus brazos, el adolescente que había encontrado en el templo, el celeste obrero que lo ayudaba en sus trabajos: es el Salvador que lleva sobre su espalda la marca de su victoria, es el hombre Dios que ha vencido al demonio con la efusión de su sangre preciosa y que lleva en sus manos, en sus pies, en su corazón, las heridas radiantes, prendas de su amor. ¡Con qué dicha José y los ancianos de Israel lo adoraron, cuántas acciones de gracias, cuántos cánticos de alegría se elevaron de ese coro de almas rescatadas! ¡Si conociésemos es don de Dios! ¡Si supiésemos lo que guarda Jesús para nosotros, su recuerdo, su amor, su sangre nos liberarían de la servidumbre del pecado; ningún esfuerzo nos parecería penoso para complacer a Jesús y unirnos a él más estrechamente!


Oración

    Oh santo protector mío, es en especial por la hora en que debo decidir mi eternidad que recurro a ti. Te invoco con toda mi alma, asísteme en esos últimos desfallecimientos, sostén mi fe, mi esperanza y mi amor; obtenme esta contrición que lava el corazón de todas las suciedades, preséntame a mi soberano Juez, y obtén para mí un juicio favorable, para que contigo alabe y bendiga a Dios por toda la eternidad.

    San José, tan poderoso en el cielo, ruega por nosotros.

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 24 de Marzo - San Lucas 4,24-30.


     Segundo Libro de los Reyes 5,1-15a.

    Naamán, general del ejército del rey de Arám, era un hombre prestigioso y altamente estimado por su señor, porque gracias a él, el Señor había dado la victoria a Arám. Pero este hombre, guerrero valeroso, padecía de una enfermedad en la piel.
    En una de sus incursiones, los arameos se habían llevado cautiva del país de Israel a una niña, que fue puesta al servicio de la mujer de Naamán.
    Ella dijo entonces a su patrona: "¡Ojalá mi señor se presentara ante el profeta que está en Samaría! Seguramente, él lo libraría de su enfermedad".
    Naamán fue y le contó a su señor: "La niña del país de Israel ha dicho esto y esto".
    El rey de Arám respondió: "Está bien, ve, y yo enviaré una carta al rey de Israel". Naamán partió llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez trajes de gala, y presentó al rey de Israel la carta que decía: "Al mismo tiempo que te llega esta carta, te envío a Naamán, mi servidor, para que lo libres de su enfermedad".
    Apenas el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras y dijo: "¿Acaso yo soy Dios, capaz de hacer morir y vivir, para que este me mande librar a un hombre de su enfermedad? Fíjense bien y verán que él está buscando un pretexto contra mí".
    Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras, mandó a decir al rey: "¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que él venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel".
    Naamán llegó entonces con sus caballos y su carruaje, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo.
    Eliseo mandó un mensajero para que le dijera: "Ve a bañarte siete veces en el Jordán; tu carne se restablecerá y quedarás limpio".
    Pero Naamán, muy irritado, se fue diciendo: "Yo me había imaginado que saldría él personalmente, se pondría de pie e invocaría el nombre del Señor, su Dios; luego pasaría su mano sobre la parte afectada y curaría al enfermo de la piel.
    ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Parpar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podía yo bañarme en ellos y quedar limpio?". Y dando media vuelta, se fue muy enojado.
    Pero sus servidores se acercaron para decirle: "Padre, si el profeta te hubiera mandado una cosa extraordinaria ¿no la habrías dicho? ¡Cuánto más si él te dice simplemente: Báñate y quedarás limpio!".
    Entonces bajó y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios; así su carne se volvió como la de un muchacho joven y quedó limpio.
    Luego volvió con toda su comitiva adonde estaba el hombre de Dios. Al llegar, se presentó delante de él y le dijo: "Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, a no ser en Israel. Acepta, te lo ruego, un presente de tu servidor".


Salmo 42(41),2-3.43(42),3-4.

¡Mi alma tiene sed del Dios viviente!

Como la cierva sedienta
busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira
por ti, mi Dios.

Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar
el rostro de Dios?

Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas me encaminen
y me guíen a tu santa Montaña,
hasta el lugar donde habitas.

Y llegaré al altar de Dios,
el Dios que es la alegría de mi vida;
y te daré gracias con la cítara,
Señor, Dios mío.


    Evangelio según San Lucas 4,24-30.

    Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra.
    Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país.
    Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.
    También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio".
    Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo.
    Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 24 de Marzo - "La Cuaresma conduce a la resurrección del bautismo"


San Ambrosio (c. 340-397) obispo de Milán y doctor de la Iglesia Los Misterios, § 16-21 (trad. SC 25, p. 112)


"La Cuaresma conduce a la resurrección del bautismo"

    Naamán era sirio, tenía lepra y no podía ser purificado por nadie. Entonces una joven esclava dijo que había un profeta en Israel que podría purificarle de la plaga de la lepra... Aprende ahora quien es esta joven de entre los cautivos: la joven asamblea de entre las naciones, es decir la Iglesia del Señor, humillada anteriormente por la cautividad del pecado, mientras que no poseía aún la libertad de la gracia. Por su consejo este vano pueblo de las naciones escuchó la palabra de los profetas de la cual había dudado mucho tiempo. Después, desde que el creyó que era necesario obedecer, fue lavado de toda infección de sus malas acciones. Naamán había dudado antes de ser curado, tú estás ya curado, por lo que no debes dudar.

     Es por eso que se te dijo ya que no creas solamente lo que veías aproximándote al baptisterio, por miedo que no digas: « ¿Está ahí el gran misterio que el ojo no vio ni el oído oyó y que no ascendió al corazón del hombre? (1Co 2,9) Veo el agua, que veía todos los días; ¿puede purificarme estas aguas en las que a menudo he bajado sin ser nunca purificado?» Aprende por eso que el agua no purifica sin el Espíritu. Por eso leíste que « tres testigos del bautismo no son más que uno: el agua, la sangre y el Espíritu» (1Jn 5,7-8). Porque si retiras uno de ellos ya no hay sacramento del bautismo. En efecto, ¿qué es el agua sin la cruz de Cristo? Un elemento ordinario sin ningún efecto sacramental. Y de la misma manera, sin el agua no hay misterio de la regeneración. « A menos de haber nacido de nuevo del agua y del Espíritu no se puede entrar en el Reino de Dios» (Jn 3,5). El catecúmeno cree en la cruz del Señor Jesús de la cual está marcado; pero si no ha sido bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, no puede recibir la remisión de sus pecados ni extraer el don de la gracia espiritual.

     Así pues este sirio se sumergió siete veces en la Ley; tú, has sido bautizado en el nombre de la trinidad. Tú has confesado el Padre..., tú has confesado el Hijo, tú has confesado el Espíritu Santo... Estás muerto al mundo y resucitado por Dios, y, en alguna forma enterrado al mismo tiempo en este elemento del mundo; muerto al pecado, has resucitado para la vida eterna (Rm 6,4).

SANTORAL - SANTA CATALINA DE SUECIA

 24 de Marzo


   Abadesa (c.a. 1331-1381) A Catalina de Suecia o de Vadstena nació alrededor del año1331 del matrimonio formado por el príncipe Ulf Gudmarsson y Brigitta Birgesdotter; fue la cuarta de ocho hermanos. La educaron, como era frecuente en la época, al calor del monasterio; en este caso lo hicieron las monjas de Riseberga.

    Contrajo matrimonio con el buen conde Egar Lyderson van Kyren y ambos influyeron muy positivamente en los ambientes nobles plagados de costumbres frívolas y profanas. En el año 1373, muere en Roma Brígida y Catalina da sepultura provisional en la Ciudad Eterna al cadáver de su madre en la iglesia de san Lorenzo. El traslado del cuerpo en cortejo fúnebre hasta Suecia es una continua actividad misionera por donde pasa. Catalina habla de la misericordia de Dios que espera siempre la conversión de los pecadores; va contando las revelaciones y predicciones que Dios hizo a su santa madre.

    Söderkoping es el lugar patrio que recibe la procesión en 1374 como si fuera un acto triunfal. Se relatan conversiones y milagros que se suceden hasta depositar los restos en el monasterio de Vadstena, donde entra y se queda Catalina, practicando la regla que vivió durante veinticinco años con su madre. Un segundo viaje a Roma durará cinco años; tendrá como meta la puesta en marcha del proceso de canonización de la futura santa Brígida y la aprobación de la Orden del Santísimo Salvador. A su regreso a Vadstena, muere el 24 de marzo de 1381.

Oremos

    Santa Catalina, Dios te dio la gracia de poder predecir sobrenaturalmente muchas cosas. Tu alma inmaculada estuvo siempre dispuesta en el ejercicio de la confesión diaria y permitiste gracias a tus obras, la confesión de aquellos que arrepentidos en la hora de su muerte recurrieron a ti, para que los ayudaras a conseguir la confesión. Intercede por nosotros ante el Señor para que nuestras almas recurran al sacramento de la confesión con más frecuencia y seamos dignos hijos de Dios que llevan la buena noticia del Evangelio a todos aquellos que nos rodean. Queremos ser fieles a Cristo, ayúdanos, te lo pedimos, ora por nosotros, que podamos vivir fielmente nuestra vocación y tendamos siempre a la perfección de nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

-FRASE DEL DÍA-