Elementos Materiales de la Liturgia
El Templo, el Altar, vestiduras del Papa, obispos y sacerdotes, colores litúrgicos
La Palia nos trae a la memoria el Sudario que envolvió la cabeza de Jesús en el sepulcro. Su uso es opcional, tiene un sentido puramente utilitario e higiénico.
La palia o hijuela parece datar de finales del siglo XVI pues antes de dicha fecha ejercía dicha función un extremo de los corporales que se doblaba sobre el cáliz o bien otros corporales plegados, según diferentes costumbres regionales.
Es una pieza de tela cuadrada, de unos 12 cms. por lado, y reforzada generalmente con cartón en el interior. La Palia es usada para cubrir el cáliz durante la Misa y proteger su contenido del polvo, insectos, etc. (Si tiene forma redonda se la llama hijuela)
La Palia puede llevar ornamentación solamente en la parte de arriba, esta se puede adornar ricamente. La tela y el color normalmente hacen juego con los ornamentos, aunque puede ser siempre blanco.
Aunque no esté propiamente mandado, la misma reverencia debida a las cosas sagradas ha establecido en la práctica que, al preparar el cáliz para la Santa Misa y poner la patena sobre el purificador con la Hostia, encima de ella, como para resguardarla especialmente, se coloca la palia, que es una especie de tapa. Por la parte que toca con ella ha de ser lisa.
Es curioso ver como esta pieza casi ya no se utiliza y que el nombre de la palia se da ahora más bien a la hijuela.
La palia según su origen no es otra cosa que el corporal doblado en nueve partes.
Fuente: Catholic.net