miércoles, 13 de octubre de 2021

-PROPÓSITO DEL DÍA-



 

EVANGELIO DEL DÍA - 14 DE OCTUBRE - San Lucas 11,47-54.



Carta de San Pablo a los Romanos 3,21-30a.

Pero ahora, sin la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los Profetas: la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo, para todos los que creen. Porque no hay ninguna distinción: todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención cumplida en Cristo Jesús.
El fue puesto por Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, gracias a la fe. De esa manera, Dios ha querido mostrar su justicia: en el tiempo de la paciencia divina, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente, y en el tiempo presente, siendo justo y justificado a los que creen en Jesús.
¿Qué derecho hay entonces para gloriarse? Ninguna. Pero, ¿en virtud de qué ley se excluye ese derecho? ¿Por la ley de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Porque nosotros estimamos que el hombre es justificando por la fe, sin las obras de la Ley.
¿Acaso Dios es solamente el Dios de los judíos? ¿No lo es también de los paganos? Evidentemente que sí, porque no hay más que un solo Dios, que justifica por medio de la fe tanto a los judíos circuncidados como a los paganos incircuncisos.

Palabra de Dios.


Salmo 130(129),1-2.3-4ab.5-6ab.


Desde lo más profundo te invoco, Señor.
¡Señor, oye mi voz!
Estén tus oídos atentos
al clamor de mi plegaria.

Si tienes en cuenta las culpas, Señor,
¿quién podrá subsistir?
Pero en ti se encuentra el perdón,
para que seas temido.

Mi alma espera en el Señor,
y yo confío en su palabra.
Mi alma espera en el Señor,
más que el centinela la aurora.


Evangelio según San Lucas 11,47-54.

Dijo el Señor: «¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado!
Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos.
Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden.»
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación.

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 14 de Octubre - «No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden» (Lc 11, 47-54)



 

Papa Francisco
Extracto homilía, 23 de noviembre de 2013 

«No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden» (Lc 11, 47-54)


Se pedirán cuentas a todo aquel que haya recibido tan grandes regalos como los que Tú me das, como lo es el simple hecho de escuchar tus palabras. Tú tienes palabras de vida eterna. Si no las escucho, ¿hacia dónde camino? Muchos han querido escuchar lo que escucho yo, pero no pudieron. Tantas personas buscan el sentido de la vida y no lo encuentran. Y yo, que te escucho hablar con mucha frecuencia a Ti de su sentido verdadero, ¿qué hago con tus palabras?

Eres un Dios misericordioso y al mismo tiempo justo: y es en eso que se consuma el verdadero amor. Un amor que busca siempre el bien de quienes ama. Un amor verdadero, que exige sacrificio, renuncia, orientación, e incluso alguna reprimenda: todo por el bien de quienes amas.

Si he caído en la rutina de escucharte, si he caído en la rutina de una vida falta de faro orientador, si he perdido de vista mi destino, que es vivir contigo en la eternidad, enséñame a encontrarte una vez más, a despertar una vez más, a no creer que lo sé ya todo, a no pensar que no puedo aprender más, que no puedo amar más. Y es que tanto y tantas personas dependen de mi entrega, que no es indiferente si te escucho o no.

SANTORAL DEL DÍA - 14 DE OCTUBRE - SAN CALIXTO I




San Calixto I, papa y mártir, que siendo diácono, después de un destierro en la isla de Cerdeña, tuvo a su cuidado el cementerio de la vía Apia que lleva su nombre, donde dejó para la posteridad las memorias de mártires. Elegido luego papa, promovió la recta doctrina y reconcilió benignamente a los apóstatas, para terminar su intenso pontificado con la gloria del martirio. En este día se conmemora su sepultura en el cementerio de Calepodio, en la vía Aurelia, en Roma. Es lastima que casi todas las noticias que poseemos sobre San Calixto I procedan de un autor hostil. Según la narración de san Hipólito, Calixto era un esclavo. Su amo, un cristiano llamado Carpóforo, le confió la administración de un banco, y el joven perdió el dinero que habían depositado en él los cristianos. Seguramente la pérdida no se debió a un robo, pues Hipólito no hubiera dejado de decírnoslo. Como quiera que fuese, Calixto huyó de Roma; pero se le capturó en Porto, donde se arrojó al mar para escapar de sus perseguidores. Los jueces le condenaron a sufrir la pena del molino, que era una de las más crueles torturas que se imponían a los esclavos; sin embargo, sus acreedores lograron alcanzarle la libertad, con la esperanza de recuperar así una parte de su dinero. Poco después, Calixto fue arrestado nuevamente por causar desórdenes en una sinagoga; la verdad era que Calixto había ido a la sinagoga a importunar a los judíos para que le pagasen el dinero que le debían. Los jueces le sentenciaron en esta ocasión a trabajos forzados en las minas de Cerdeña. Más tarde, todos los cristianos que trabajaban en las minas fueron puestos en libertad gracias a la intercesión de Marcia, una de las amantes del emperador Cómodo. Sin duda que esta narración no carece de fundamento histórico, pero hay que reconocer que Hipólito presenta los hechos en la peor forma posible, ya que, por ejemplo, afirma que cuando Calixto se arrojó al mar en Porto, tenía intenciones de suicidarse.

Cuando san Ceferino ascendió al pontificado, hacia el año 199, nombró a Calixto superintendente del cementerio cristiano de la Vía Apia, que se llama actualmente cementerio de San Calixto. En una cripta especial de dicho cementerio, conocida con el nombre de cripta papal, fueron sepultados todos los papas, desde Ceferino hasta Eutiquiano, excepto Cornelio y Calixto I. Se dice que san Calixto ensanchó el cementerio y suprimió los terrenos privados; probablemente fue esa la primera propiedad que poseyó la Iglesia. La certidumbre de la resurrección de la carne movió a los santos de todas las épocas a tratar con respeto los cadáveres. En este aspecto, los primeros cristianos eran extraordinariamente cuidadosos. Juliano el Apóstata, en su carta a un sacerdote pagano, afirmaba que, a su parecer, los cristianos habían ganado terreno por tres motivos: «Su bondad y caridad con los extraños, la diligencia que ponen en dar sepultura a los muertos y la dignidad de sus pompas fúnebres». Pero debe hacerse notar que los ritos fúnebres de los cristianos no eran ni de lejos tan pomposos como los de los paganos; en lo que los aventajaban claramente era en la gravedad y en el respeto religioso, y ello procedía de la fe profunda en la resurrección de los muertos.

San Calixto fue ordenado diácono por san Ceferino y llegó a ser su íntimo amigo y consejero, y a la muerte de éste, san Calixto fue elegido por la mayoría del pueblo y el clero de Roma para sucederle. San Hipólito, que era el candidato de un partido, atacó violentamente al nuevo Pontífice por motivos doctrinales y disciplinarios, en particular porque Calixto I, basándose expresamente en el poder pontificio de atar y desatar, admitió a la comunión a los asesinos, adúlteros y fornicadores que habían hecho penitencia pública. Los rigoristas, encabezados por san Hipólito, se quejaban de que san Calixto hubiese determinado que el hecho de cometer un pecado mortal no era razón suficiente para deponer a un obispo; que hubiese admitido a las órdenes a quienes se habían casado dos o tres veces y que hubiese reconocido la legitimidad de los matrimonios entre las mujeres libres y los esclavos, lo cual estaba prohibido por la ley civil. Hipólito llama hereje a san Calixto por haber procedido así en esos puntos de disciplina, pero no ataca la integridad personal del Pontífice. Así lo acusa san Hipólito en su Philosophoúmena: «El impostor Calixto ... lo primero que inventó fue autorizar a los seres humanos a entregarse a los placeres sensuales. Les dijo, en efecto, que todos recibirían de él el perdón de sus pecados. Si algún cristiano se ha dejado seducir por otro, si lleva el título de cristiano y cometiera cualquier transgresión, dicen que el pecado no se le imputa con tal que se apresure a adherirse a la escuela de Calixto. Y muchas son las personas que se han beneficiado de esta disposición, sintiéndose agobiadas bajo el peso de su conciencia y habiendo sido rechazadas por muchas sectas...» Como se ve, no faltaba munición gruesa.

De hecho, Calixto tuvo el «privilegio» de ser el primer Papa al que se le opuso un antipapa, precisamente este Hipólito, que se coronó papa, y siguió persistiendo en su cisma durante dos pontificados más, aunque finalmente se reconcilió luego con la Iglesia y murió mártir. En realidad, san Calixto condenó al heresiarca Sabelio, siendo así que san Hipólito le acusaba de practicar una forma velada de sabelianismo. San Calixto fue un gran defensor de la sana doctrina y de la disciplina. Chapman llega incluso a decir que, si tuviésemos más datos sobre san Calixto I, le consideraríamos tal vez como uno de los más grandes Pontífices de la historia.

Aunque Calixto I no vivió en una época de persecución, no faltan razones para creer que fue martirizado durante un levantamiento popular; sus «actas» afirman que fue precipitado en un pozo, pero dicho documento no merece crédito alguno. San Calixto fue sepultado en la Vía Aurelia. Probablemente, la actual capilla de San Calixto in Trastevere se yergue sobre las ruinas de otra, construida por nuestro santo en un terreno que Alejandro Severo adjudicó a los cristianos al fallarse un pleito legal contra unos taberneros; el emperador declaró que los ritos de cualquier religión eran preferibles a los escándalos de una taberna.


Oremos

Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo y concédenos la protección del papa San Calixto, cuyo martirio celebramos llenos de alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

-FRASE DEL DÍA-

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OCTUBRE, MES DE LAS MISIONES - «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hch 4,20)



 

Papa Francisco
Extracto, mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2017

“Dios Padre desea esta transformación existencial de sus hijos e hijas; transformación que se expresa como culto en espíritu y en verdad (cf. Jn 4,23-24), en una vida animada por el Espíritu Santo en la imitación del Hijo Jesús, para gloria de Dios Padre. «La gloria de Dios es el hombre viviente» (Ireneo, Adversus haereses IV, 20,7). De este modo, el anuncio del Evangelio se convierte en palabra viva y eficaz que realiza lo que proclama (cf. Is 55,10-11), es decir Jesucristo, el cual continuamente se hace carne en cada situación humana (cf. Jn 1,14).”