viernes, 1 de diciembre de 2023

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO PRIMERO
EL LLAMADO A LA SANTIDAD
Más vivos, más humanos

    32. No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad. Esto se refleja en santa Josefina Bakhita, quien fue «secuestrada y vendida como esclava a la tierna edad de siete años, sufrió mucho en manos de amos crueles. Pero llegó a comprender la profunda verdad de que Dios, y no el hombre, es el verdadero Señor de todo ser humano, de toda vida humana. Esta experiencia se transformó en una fuente de gran sabiduría para esta humilde hija de África»[30].

[30] S. Juan Pablo II, Homilía en la Misa de canonización (1 octubre 2000), 5: AAS 92 (2000), 852.


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO DEL DÍA - 2 DE DICIEMBRE - San Lucas 21,34-36.


    Libro de Daniel 7,15-27.

    Yo, Daniel, quedé profundamente turbado en mi espíritu, y las visiones de mi imaginación me llenaron de espanto.
    Me acerqué a uno de los que estaban de pie y le pregunté la verdad acerca de todo aquello. El me habló y me hizo conocer la interpretación de las cosas.
    "Esos cuatro animales enormes son cuatro reyes que se alzarán de la tierra; y los Santos del Altísimo recibirán la realeza, y la poseerán para siempre, por los siglos de los siglos".
    Entonces quise saber la verdad acerca del cuarto animal, que era diferente de todos los demás, extremadamente horrible, y que tenía dientes de hierro y garras de bronce: el que devoraba, trituraba y pisoteaba el resto con las patas; y también acerca de los diez cuernos de su cabeza, y del otro cuerno que se había elevado y ante el cual habían caído tres; es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con insolencia, y que parecía más grande que los otros.
    Yo miraba, y este cuerno hacía la guerra a los Santos del Altísimo y prevalecía sobre ellos, hasta que vino el Anciano, se hizo justicia a los Santos del Altísimo y llegó el momento en que los Santos entraron en posesión de la realeza.
    El habló así: "En lo que respecta al cuarto animal, habrá sobre la tierra un cuarto reino, diferente de todos los reinos: él devorará toda la tierra, la pisoteará y la triturará.
    En cuanto a los diez cuernos, de este reino surgirán diez reyes, y otro surgirá después de ellos: será diferente de los anteriores y abatirá a tres reyes.
    Hablará contra el Altísimo y maltratará a los Santos del Altísimo.      Tratará de cambiar los tiempos festivos y la Ley, y los Santos serán puestos en sus manos por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo.
    Pero luego se sentará el tribunal, y a ese rey se le quitará el dominio, para que sea destruido y aniquilado definitivamente.
    Y la realeza, el dominio y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los Santos del Altísimo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios lo servirán y le obedecerán".

    Palabra de Dios.


Libro de Daniel 3,82.83.84.85.86.87.


Todos los hombres, bendigan al Señor,
¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Israel, bendice al Señor,
¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor,
¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Servidores del Señor, bendigan al Señor,
¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Espíritus y almas de los justos, bendigan al Señor,
¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Santos y humildes de corazón, bendigan al Señor,
¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!


    Evangelio según San Lucas 21,34-36.

    Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
    Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".

    Palabra del Señor.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 2 DE DICIEMBRE - "Perseverar en la oración"


San Juan María Vianney (1786-1859) presbítero, párroco de ArsSermón para el 5º Domingo después de Pascua (Sermons de Saint Jean Baptiste Marie Vianney, Curé d'Ars, II, Ste Jeanne d'Arc, 1982)


"Perseverar en la oración"

    Para mostrarles, mis hermanos, el poder de la oración y las gracias que ella atrae del cielo, les diré que es gracias a la oración que los justos han tenido la felicidad de perseverar.

    La oración es para nuestra alma lo que la lluvia es para la tierra. Abonen abundantemente una tierra, pero si falta la lluvia, no sirve para nada. Lo mismo, hagan muchas buenas obras, pero si no rezan seguido como deben, no serán salvados. La oración abre los ojos de nuestra alma, le hace sentir la enormidad de su miseria, la necesidad de tener recurso a Dios, hace que tema su debilidad. Si, mis hermanos, los justos han perseverado por la oración. (…)

    Mis hermanos, ¿no vemos que cuando descuidamos la oración, perdemos enseguida el gusto de las cosas del cielo y pensamos sólo a las cosas de la tierra? Si retomamos la oración, sentimos renacer en nosotros el pensamiento y deseo de cosas del cielo. Si, mis hermanos, si tenemos la felicidad de estar en la gracia de Dios, sólo si tenemos recurso a la oración, vamos a perseverar largo tiempo en el camino del cielo.

SANTORAL - SANTA BIBIANA DE ROMA

02 de Diciembre


    En Roma, Santa Bibiana, mártir, a quien el papa san Simplicio dedicó una basílica en el Esquilino. Santa Bibiana «la de los trenes», probablemente esto es lo primero que se le ocurre a un romano al mencionar su nombre, porque la iglesia que se llama así queda como empotrada en las vías que están a punto de morir, unos metros más allá, en la Stazione Termini. Una iglesia barroca con su espléndida estatua de la Santa obra de Bernini. El escultor, cumpliendo el encargo del infatigable Urbano VIII, la representó con los atributos de su martirio: la columna de la flagelación, los azotes, la corona de mártir y una sonrisa angelical que asombra o desconcierta; es la felicidad en la muerte, o, mejor dicho, la felicidad entrevista por la fe más allá de la muerte.

    Según cuenta la leyenda, el martirio ocurrió en tiempos de Juliano el Apóstata (360-363); el gobernador Aproniano, después de haber hecho asesinar a sus padres Flaviano y Dafrosa, seguro de poderse adueñar de su patrimonio, trató de obligar a la apostasía a las jóvenes hijas de los mártires. Encerradas en la cárcel, Demetria murió antes de la terrible prueba. Bibiana, impávida y resuelta, enfrentó al gobernador, que, para debilitar su resistencia la confió inútilmente a una alcahueta. Entonces ordenó que Bibiana fuera atada a una columna y flagelada. Llena de llagas por todo el cuerpo, finalmente la joven mártir entregó su alma a Dios. Echaron su cuerpo a los perros, pero un cristiano de nombre Juan, que la leyenda identifica con el tutor cristiano de Juliano (de antes de apostatar, naturalmente), que se asocia con san Pimenio (celebrado hoy mismo) lo rescató y le dio sepultura junto a la tumba de sus padres y de la hermana, cerca de su casa, en donde pronto construyeron una capilla y más tarde la actual basílica, sobre el monte Esquilino.

    La leyenda proviene de narraciones no anteriores al siglo VII, pero Bibiana sí existió, y posiblemente también su hermana Demetria y su madre Dafrosa, cuyos restos se descubrieron en una excavación, junto a las reliquias de la santa, en dos vasos de vidrio. La Iglesia ha venerado desde hace siglos el recuerdo de esta mártir desconocida por la historia pero bien conocida por Dios. Al papa Simplicio se le atribuye la construcción de una basílica en honor de la bienaventurada mártir Bibiana, que de hecho existió desde el siglo V. Butler explica que se la venera como patrona de los enfermos mentales y epilépticos porque en la leyenda se decía que había sido encerrada con locos.

Oremos

    Dios todopoderoso y eterno, que concediste a Santa Bibiana por la fe hasta derramar su sangre, ay que, ayudados por su intercesión, soportemos por tu amor nuestras dificultades y con valentía caminemos hacia ti que eres la fuente de toda vida. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amen

-FRASE DEL DÍA-