miércoles, 27 de marzo de 2024

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO CUARTO
ALGUNAS NOTAS DE LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL
En oración constante


    149. No obstante, para que esto sea posible, también son necesarios algunos momentos solo para Dios, en soledad con él. Para santa Teresa de Ávila la oración es «tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama»[111]. Quisiera insistir que esto no es solo para pocos privilegiados, sino para todos, porque «todos tenemos necesidad de este silencio penetrado de presencia adorada»[112]. La oración confiada es una reacción del corazón que se abre a Dios frente a frente, donde se hacen callar todos los rumores para escuchar la suave voz del Señor que resuena en el silencio.

[111] Libro de la Vida, 8, 5.

[112] Juan Pablo II, Carta ap. Orientale lumen (2 mayo 1995), 16: AAS 87 (1995), 762.


-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 28 de Marzo - San Juan 13,1-15.


   Libro del Exodo 12,1-8.11-14.

    El Señor dijo a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto: «Este mes será para ustedes el mes inicial, el primero de los meses del año.
    Digan a toda la comunidad de Israel: "El diez de este mes, consíganse cada uno un animal del ganado menor, uno para cada familia.
    Si la familia es demasiado reducida para consumir un animal entero, se unirá con la del vecino que viva más cerca de su casa. En la elección del animal tengan en cuenta, además del número de comensales, lo que cada uno come habitualmente.
    Elijan un animal sin ningún defecto, macho y de un año; podrá ser cordero o cabrito.
    Deberán guardarlo hasta el catorce de este mes, y a la hora del crepúsculo, lo inmolará toda la asamblea de la comunidad de Israel.
    Después tomarán un poco de su sangre, y marcarán con ella los dos postes y el dintel de la puerta de las casas donde lo coman.
    Y esa misma noche comerán la carne asada al fuego, con panes sin levadura y verduras amargas.
    Deberán comerlo así: ceñidos con un cinturón, calzados con sandalias y con el bastón en la mano. Y lo comerán rápidamente: es la Pascua del Señor.
    Esa noche yo pasaré por el país de Egipto para exterminar a todos sus primogénitos, tanto hombres como animales, y daré un justo escarmiento a los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.
    La sangre les servirá de señal para indicar las casas donde ustedes estén. Al verla, yo pasaré de largo, y así ustedes se librarán del golpe del Exterminador, cuando yo castigue al país de Egipto.
    Este será para ustedes un día memorable y deberán solemnizarlo con una fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán a lo largo de las generaciones como una institución perpetua."»


Salmo 116(115),12-13.15-16bc.17-18.

¿Con qué pagaré al Señor
todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del Señor.

¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!
tu servidor, lo mismo que mi madre:
por eso rompiste mis cadenas.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo.


    Carta I de San Pablo a los Corintios 11,23-26.

    Hermanos: Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
    De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memora mía".
    Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva.


    Evangelio según San Juan 13,1-15.

    Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.
    Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura.
    Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
    Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?".
    Jesús le respondió: "No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás".
    "No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús le respondió: "Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte".
    "Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!".
    Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos".
    El sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: "No todos ustedes están limpios".
    Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
    Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy.
    Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
    Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes."

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 28 de Marzo - "La grandeza del sacrificio de la misa"


San Juan María Vianney (1786-1859) presbítero, párroco de ArsSermón para el IIº domingo después de Pentecostés (Sermons de Saint Jean Baptiste Marie Vianney, Curé d'Ars, II, Ste Jeanne d'Arc, 1982)


"La grandeza del sacrificio de la misa"

    Hay que decir una palabra acerca de lo que uno entiende por santo sacrificio de la misa. Ustedes saben que el santo sacrificio de la misa es el mismo que el de la cruz, una vez ofrecido en el Calvario. La única diferencia que existe es que cuando Jesucristo se ofreció en el Calvario, este sacrificio era visible (…). En la santa misa, Jesucristo se ofrece a su Padre de una manera invisible. Es decir, vemos entonces con los ojos del alma y no con los del cuerpo.

    He aquí, mis hermanos, abreviando, lo que es el santo sacrificio de la misa. Para darles una idea de la grandeza del mérito de la santa misa, mis hermanos, es suficiente que les diga que la santa misa regocija toda la corte celeste. Ella alivia a las pobres almas del purgatorio, atrae sobre la tierra toda clase de bendiciones. Rende más gloria a Dios que todos los sufrimientos de todos los mártires, que las penitencias de los solitarios, que las lágrimas derramadas desde el comienzo del mundo y todo lo que se realizará hasta el fin de los siglos.

    Si me preguntan la razón, es clara. Esas acciones son realizadas por pecadores, más o menos culpables, mientras que en el santo sacrificio de la misa es el Hombre-Dios, igual a su Padre, que ofrece el mérito de su pasión y muerte. Ven, mis hermanos, que la santa misa es de un valor infinito.

SANTORAL - BEATO VENTURINO DE BÉRGAMO

28 de Marzo


     Nació en Bérgamo, en el seno de la familia de los Artifoni di Almeno, su padre era el célebre maestro Lorenzo de Apibus doctor en Gramática y Lógica. Con 14 años ingresó en el convento dominico de San Esteban de Bérgamo; terminó sus estudios en Génova, donde fue ordenado sacerdote y elegido maestro de novicios. Se inscribió, después, en la Sociedad de los hermanos peregrinos, instituida por la Orden dominicana para las misiones de Oriente. Llegó a Venecia para embarcarse, en cambio, fue enviado a los conventos de Chioggia, Vicenza y Bolonia, donde destacó como un excelente orador, obligado bastantes veces a predicar en campo abierto por la multitud de gente que iba a escucharlo. Sus sermones tenían tintes terribles, su temperamento era apasionado, la vida espiritual intensa, un ardiente misticismo y un acentuado profetismo. Convirtió a un bandido llamado Gasperini.

    En Bolonia predicó el culto a santa Marta y construyó un convento y una iglesia dedicada a la santa; en 1334 predicó en Bérgamo y también edificó un monasterio y una iglesia para las dominicas bajo el patrocinio de santa Marta. En 1335 organizó una numerosa peregrinación de penitencia de Bérgamo a Roma, con el fin de lograr la paz entre los güelfos y gibelinos y de reconciliar con el Papa a los numerosos excomulgados bergamascos. Fundó una asociación de fieles, cuya misión era la pacificación de las ciudades en discordia, y cuyo lema era "Paz, misericordia y penitencia".

    Con su hermano Jacopo Domenico, partió hacia Aviñón para presentarse ante el Papa, Benedicto XII, que desconfió del temperamento entusiasta de Venturino y de su apariencia de agitador. En un interrogatorio le hicieron 39 preguntas; después vino la suspensión de la facultad de predicar y de confesar y el exilio a Aubenas en Francia; parece que una calumnia le había acusado de dudar de la legitimidad de los papas de Aviñón. Durante los 8 años de exilio, Venturino escribió cartas y tratados espirituales como "De Spiritu Sancto", "In Psalterio decacordo", "De humilitate" (fragmento), "De Profectu spirituali", "De remediis contra tentationes spirituales".

    En 1343 fue liberado por el papa Clemente VI, que en público consistorio lo rehabilitó, restituyéndole la facultad de predicar y confesar y lo envió a Italia a predicar la Cruzada en la archidiócesis de Milán. De regreso a Aviñón, en el 1344, acompañó a los cruzados de Marsella a Oriente, rodeado de extraordinario entusiasmo. Apenas llegó a Esmirna, cansado de las fatigas apostólicas y de las penitencias, Venturino murió con 42 años.

Oremos

    Dios y Señor nuestro, que con tu amor hacia los hombres quisiste que el Beato Venturino de Bérgamo se caracterizara por la vehemencia de sus palabras en defensa de la paz, concédenos, por su intercesión, crecer en el conocimiento del misterio de Cristo y vivir siempre según las enseñanzas del Evangelio, fructificando con toda clase de buenas obras. Por Jesucristo, tu Hijo. Amén

-FRASE DEL DÍA-