jueves, 18 de febrero de 2021

EVANGELIO - 19 de Febrero - San Mateo 9,14-15.


       Libro de Isaías 58,1-9a.

    Así habla el Señor Dios: ¡Grita a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como una trompeta: denúnciale a mi pueblo su rebeldía y sus pecados a la casa de Jacob!
    Ellos me consultan día tras día y quieren conocer mis caminos, como lo haría una nación que practica la justicia y no abandona el derecho de su Dios; reclaman de mí sentencias justas, les gusta estar cerca de Dios: "¿Por qué ayunamos y tú no lo ves, nos afligimos y tú no lo reconoces?". Porque ustedes, el mismo día en que ayunan, se ocupan de negocios y maltratan a su servidumbre.
    Ayunan para entregarse a pleitos y querellas y para golpear perversamente con el puño. No ayunen como en esos días, si quieren hacer oír su voz en las alturas.
    ¿Es este acaso el ayuno que yo amo, el día en que el hombre se aflige a sí mismo? Doblar la cabeza como un junco, tenderse sobre el cilicio y la ceniza: ¿a eso lo llamas ayuno y día aceptable al Señor?
    Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
    Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
    Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!".


Salmo 51(50),3-4.5-6a.18-19.

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!

Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti sólo pequé
Los sacrificios no te satisfacen;

si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado.


    Evangelio según San Mateo 9,14-15.

    Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?".
    Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 19 de Febrero - Vendrá el tiempo...que ayunarán


San Teodoro el Estudita (759-826) monje en Constantinopla Catequesis 46, (Les Grandes Catéchèses, Spiritualité Orientale 79, Bellefontaine, 2002), trad. sc©evangelizo.org

Vendrá el tiempo...que ayunarán

    Hijos bien-amados y hermanos: Dios que en su sabiduría gobierna todo y de forma excelente y sabia lleva a buen término las estaciones y los años, nos ha hecho conocer que ya ha llegado el tiempo de salvación y beneficio para las almas. (…) ¡Gracias sean dadas a quien nos ha revelado este tiempo y juzgado dignos de alcanzarlo! Por eso, en todo momento debemos llevar una vida santa y pura y observar los mandamientos de Dios, en particular actualmente. (…) Ya que es tiempo de purificación, ¡purifiquémonos! Ya que es tiempo de abstinencia, ¡hagamos abstinencia! No sólo de alimentos, porque no sería suficiente. Hagamos abstinencia (…) de envidiar la buena reputación de nuestro hermano y ponernos en cólera o irritarnos contra el prójimo. Hagamos abstinencia de no poner freno a nuestra lengua, dejándola correr como ella quiere. Se debe imponer ella misma los límites: no hablemos mucho ni en cualquier momento, hablemos sólo de temas convenientes. Nuestros ojos se deben guardar de miradas impúdicas. Nuestros oídos deberían permanecer cerrados, abriéndose sólo para escuchar lo que es agradable a Dios y él ama. Si, mis hijos bien-amados. Los exhorto para que hagan de ustedes mismos un instrumento musical, un harpa agradable del Espíritu Santo. (…) Mantengan la paz entre ustedes. La tan venerable Cuaresma fatiga al cuerpo, es cierto. ¡Pero a causa del cuerpo no dejen que se les doblegue el coraje! (…) Como siempre, con un poco de paciencia, ¡no sentirán más el peso!

SANTORAL - BEATO JOSÉ ZAPLATA

19 de Febrero


   En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato José Zaplata, religioso de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús y mártir, que, condenado a un atroz encarcelamiento por razón de su fe, enfermó gravemente y consumó su martirio.

    Era hijo de José y María, agricultores, y nació el 5 de marzo de 1904 en Jerka (Polonia). Los escasos medios de su familia no le permitieron otra cosa que hacer los estudios elementales. Joven piadoso y puro, en cuanto terminó el servicio militar ingresó en la Congregación de Hermanos del Santísimo Corazón de Jesús, haciendo en Poznam la primera profesión el 8 de septiembre de 1928 y diez años más tarde, el 10 de marzo de 1938, la profesión solemne. Trabajó en la curia episcopal de Poznam a las órdenes del cardenal primado Augusto Hlond. Pasó luego a Lvov, donde trabajó como sacristán en la iglesia de Santa Isabel, siendo al mismo tiempo superior de su comunidad religiosa.

    Ocupada Poznam por los nazis, fue arrestado, y en agosto de 1940 fue enviado al campo de concentración de Mauthausen, del que pasó a Gusen, y el 8 de diciembre del mismo año al de Dachau. En febrero de 1945 se declaró en el campo una epidemia de tifus, y los enfermos fueron aislados en barracones. José fue consciente de que ofrecerse a cuidarlos era exponerse a la muerte, pero llevado de su caridad se ofreció. Solamente duró diez días, al cabo de los cuales se contagió, y murió del tifus el 19 de febrero de 1945. El papa Juan Pablo II lo beatificó como mártir el 13 de junio de 1999.

Oremos
    
    Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio  al beato José Zaplata al profesar y entregar su vida por la fe en Cristo, Rey del Universo.  Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.  Amén.