martes, 21 de mayo de 2024

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 22 de Mayo - San Marcos 9,38-40.


    Epístola de Santiago 4,13-17.

    Y ustedes, los que ahora dicen: "Hoy o mañana iremos a tal ciudad y nos quedaremos allí todo el año, haremos negocio y ganaremos dinero", ¿saben acaso qué les pasará mañana? Porque su vida es como el humo, que aparece un momento y luego se disipa. Digan más bien: "Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello".
    Ustedes, en cambio, se glorían presuntuosamente, y esa jactancia es mala.
    El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.


Salmo 49(48),2-3.6-7.8-10.11.

Oigan esto, todos los pueblos;
escuchen, todos los habitantes del mundo:
tanto los humildes como los poderosos,
el rico lo mismo que el pobre.
¿Por qué voy a temer
en los momentos de peligro,

cuando me rodea la maldad de mis opresores,
de esos que confían en sus riquezas
y se jactan de su gran fortuna?
No, nadie puede rescatarse a sí mismo
ni pagar a Dios el precio de su liberación,
el precio de su rescate es demasiado caro,

y todos desaparecerán para siempre.
para poder seguir viviendo eternamente
sin llegar a ver el sepulcro:
Cualquiera ve que mueren los sabios;
necios e ignorantes perecen por igual,
y dejan a otros sus riquezas:


    Evangelio según San Marcos 9,38-40.

    Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".
    Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
    Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 22 de Mayo - "Los discípulos deben aprender del Maestro"


San Juan Casiano (c. 360-435) fundador de la Abadía de Marsella Las Conferencias, VI, Los carismas divinos (SC 54. Conférences VIII-XVII, Cerf, 1958)


"Los discípulos deben aprender del Maestro"
           
    Un día, los discípulos se quejaban: “Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros”. Pero Jesús le dijo: “No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes” (Lc 9,49-50). Cuando al fin de los tiempos “muchos me dirán: “Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?”. Entonces, les responderé: «Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal” (cf. Mt 7,22-23). Por eso, Jesús advierte a los que ha gratificado con la gloria de signos y milagros, de no enorgullecerse por esto: “No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo” (Lc 10,20).

    He aquí que el autor de todos los signos y milagros llama a sus discípulos a asumir su enseñanza. Va a manifestar con evidencia lo que sus verdaderos seguidores, elegidos entre todos, deberán aprender particularmente de él: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré” (Mt 11,28). Vengan, no a cazar demonios por la potencia del cielo, ni sanar a leprosos, ni dar la luz a los ciegos o resucitar a los muertos. Es cierto que yo realizo esos prodigios a través de algunos servidores, sin embargo, la condición humana no puede entrar en relación con Dios con la misma gloria de alabanza que es exclusivamente divina. El ministro o el esclavo no pueden tener parte en la gloria que es únicamente divina. Ustedes, “aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio” (Mt11,29).

    He aquí lo que es posible para todos de aprender y practicar comunitariamente. Los signos y milagros no son siempre necesarios ni ventajosos, y no son acordados universalmente.

SANTORAL - SANTA RITA DE CASIA

22 de Mayo


    Santa Rita nació en 1381 junto a Casia, su segunda patria, en la hermosa Umbría, tierra de Santos: Benito, Escolástica, Francisco, Clara, Angela, Gabriel... Santa Rita pertenece a esa insigne pléyade de mujeres que pasaron por todos los estados: fue un modelo extraordinario de esposa, de madre, de viuda y de monja.

    Por otra parte, pocos santos han gozado de tanta devoción como Santa Rita, Abogada de los imposibles. Su pasión favorita era meditar la Pasión de Jesús. Se casa con Pablo Fernando, de su aldea natal. Fue un verdadero martirio, Rita acepta su papel: callar, sufrir, rezar. Su bondad y paciencia logran la conversión de su esposo.

    Nacen dos gemelos que les llenan de alegría. A la paz sigue la tragedia. Su esposo cae asesinado, como secuela de su antigua vida. Rita perdona y eso mismo inculca a sus hijos. Y sucede ahora una escena incomprensible desde un punto de vista natural.

    Al ver que no puede conseguir que abandonen la idea de venganza, pide al Señor se los lleve, por evitar un nuevo crimen, y el Señor atiende su súplica. Tres veces desea entrar en las Agustinas de Casia, y las tres veces es rechazada.

    Por fin, con un prodigio que parece arrancado de las Florecillas, se le aparecen San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino y en voladas es introducida en el monasterio. Es admitida, hace la profesión ese mismo año de 1417, y allí pasa 40 años, sólo para Dios. Recorrió con ahínco el camino de la perfección, las tres vías de la vida espiritual, purgativa, iluminativa y unitiva. Ascetismo exigente, humildad, pobreza, caridad, ayunos, cilicio, vigilias.

    Las religiosas refieren una hermosa Florecilla. La Priora le manda regar un sarmiento seco. Rita cumple la orden rigurosamente durante varios meses y el sarmiento reverdece. Jesús no ahorra a las almas escogidas la prueba del amor por el dolor. Rita, como Francisco de Asís, se ve sellada con uno de los estigmas de la Pasión: una espina muy dolorosa en la frente.

    Hay solicitaciones del demonio y de la carne, que ella calmaba aplicando una candela encendida en la mano o en el pie. Pruebas purificadoras, miradas desconfiadas, sonrisas burlonas. Rita mira al Crucifijo y en aquella escuela aprende su lección. La hora de su muerte nos la relatan también llena de deliciosos prodigios.

    En el jardín del convento nacen una rosa y dos higos en pleno invierno para satisfacer sus antojos de enferma. Al morir, la celda se ilumina y las campanas tañen solas a gloria. Su cuerpo sigue incorrupto. Cuando Rita murió, la llaga de su frente resplandecía en su rostro como una estrella en un rosal. Era el año 1457. León XIII la canonizó el 1900.


Oremos

    Oh Dios, Quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria de Tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su suplica lo que es imposible a la vista, conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compadecido amor y firme confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socórrenos en nuestras calamidades, que el no creyente pueda saber que Tu eres la recompensa del humilde, la defensa de los sin esperanza, y la fuerza de aquellos que confían en Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amen

-FRASE DEL DÍA-