lunes, 4 de diciembre de 2023

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO SEGUNDO
DOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD


    35. En este marco, quiero llamar la atención acerca de dos falsificaciones de la santidad que podrían desviarnos del camino: el gnosticismo y el pelagianismo. Son dos herejías que surgieron en los primeros siglos cristianos, pero que siguen teniendo alarmante actualidad. Aun hoy los corazones de muchos cristianos, quizá sin darse cuenta, se dejan seducir por estas propuestas engañosas. En ellas se expresa un inmanentismo antropocéntrico disfrazado de verdad católica.[33] Veamos estas dos formas de seguridad doctrinal o disciplinaria que dan lugar «a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar. En los dos casos, ni Jesucristo ni los demás interesan verdaderamente»[34].

[33] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Placuit Deo, sobre algunos aspectos de la salvación cristiana (22 febrero 2018), 4: L’Osservatore Romano (2 marzo 2018), pp. 4-5: «Tanto el individualismo neo-pelagiano como el desprecio neo-gnóstico del cuerpo deforman la confesión de fe en Cristo, el Salvador único y universal». En este documento se encuentran las bases doctrinales para la comprensión de la salvación cristiana en relación con las derivas neo-gnósticas y neo-pelagianas actuales.

[34] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 94: AAS 105 (2013), 1060.

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 05 de Diciembre - San Lucas 10,21-24


   Libro de Isaías 11,1-10.

    En aquel día, saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces.
    Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor-. El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
    La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.
    El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey.
    El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado.
    No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.
    Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada.


Salmo 72(71),1-2.7-8.12-13.17.

Concede, Señor, tu justicia al rey
y tu rectitud al descendiente de reyes,
para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.

Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra.

Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.
Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes.

Que perdure su nombre para siempre
y su linaje permanezca como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos
y todas las naciones lo proclamen feliz.


    Evangelio según San Lucas 10,21-24.

    En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
    Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
    Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!
    ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 5 DE DICIEMBRE - "Glorificar al Padre en el Hijo"


San Hilario (c. 315-367) obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia La Trinidad, I,7; 2, 6-7 (PL 10, De Trinitate I.II, Prière du Temps présent, Cerf, 1971)


"Glorificar al Padre en el Hijo"

    Los cielos, el aire, la tierra, los mares, son revestidos de esplendor y el cosmos entero debe su nombre a su magnífica armonía. Esta belleza de todo, la apreciamos instintivamente, naturalmente, pero la palabra que la expresa es siempre inferior a lo que entendemos con nuestra inteligencia. Con más razón, el Señor de la Belleza está por encima de toda belleza y si nuestra inteligencia no puede concebir su esplendor eterno, puede tener una idea de su esplendor. Debemos confesar un Dios de belleza inconcebible para nuestro espíritu, a la que no podemos llegar fuera de Él.

    Esta es la verdad del misterio de Dios, de la naturaleza impenetrable del Padre. Dios es invisible, inefable, infinito. La palabra más elocuente se calla, la inteligencia que desea penetrar ese misterio se siente entumecida, experimenta su propia estrechez. En el nombre del Padre, está su verdadera naturaleza, ya que él es Padre. Pero no como los hombres lo son, porque es increado, eterno, permanece siempre y para siempre. Sólo el Hijo es conocido: “nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27; Lc 10,22). Ellos se conocen mutuamente y el conocimiento que tiene uno del otro es perfecto. Porque nadie conoce al Padre sino el Hijo, es con el Hijo, único testigo fiel, que tenemos que aprender a conocer al Padre.

    Es más fácil pensar esto del Padre, que decirlo. Siento cuánto la palabra es impotente para expresar lo que él es. (…) El conocimiento perfecto de Dios a nuestra escala humana, consiste en saber que Dios existe, que no puede ser ignorado, pero que permanece inexpresable e indecible. Creamos en él, tratemos de comprender, esforcémonos en adorarlo. Esa alabanza será el testimonio que podemos darle.

SANTORAL - BEATO NICOLÁS STENSEN

05 de Diciembre


   En Schwerin, en la región del norte de Alemania, tránsito del beato Nicolás Stensen, obispo titular de Titiópolis, el cual, siendo oriundo de Dinamarca, fue primero uno de los más preclaros investigadores de las ciencias naturales de su tiempo, pero al abrazar la fe católica, queriendo servir a Dios en la tutela de la verdad, fue ordenado presbítero y después obispo, y desarrolló con todo esmero su misión en la Europa septentrional.

    Como no hay un sacerdote para confesarlo en su lecho de muerte, él se confiesa en público, haciendo en voz alta una lista de sus pecados. Así muere Niels Stensen (Nicolaus Stenonis, en su forma latinizada). Nacido en una familia acomodada luterana (su padre es orfebre en la corte danesa), estudió medicina en la Universidad de Copenhague, Rostock y Ámsterdam, donde descubre y describe el conducto de la glándula parótida, que se extiende desde la boca, y será conocido como conducto de Stenon.

    Siguen siendo fundamentales sus estudios de geología y cristalografía: es una luminaria brillante, acogido por gobernantes y academias de toda Europa. Pero su ansiedad de conocimiento también se extiende a las cuestiones de fe, especialmente desde que puso el «campamento base» de su viajes en Florencia. Aquí, en tierra católica, sigue los ritos, estudia los principios dialogando con doctos religiosos, con la señora Lavinia Arnolfini de Lucca, con la clarisa Maria Flavia Del Nero; en Livorno lo conmueve la procesión del Corpus Christi, en junio de 1667. Y al noviembre siguiente lo acoge con sus sacramentos la Iglesia de Roma.

    El hombre de ciencia y de fe continúa sus investigaciones, y se dedica también a una suerte de predicación, explicando con cartas a sus muchos amigos luteranos su elección del catolicismo. Y entonces llega el sacerdocio. Ordenado sacerdote en 1675 en Florencia, dos años más tarde obispo, el papa Inocencio XI le envía como vicario apostólico al norte de Alemania, casi toda luterana. Su actuación como obispo católico en la tierra de la Reforma es considerado hoy un maravilloso presagio de ecumenismo, con claridad en los principios y apertura límpida a las personas. El obispo-científico hace unos muchas visitas pastorales a pie, con humildad, y sabe decir «no» si un príncipe católico captura ilegalmente un obispado. Aceptó ser un simple misionero en Schwerin, aunque desgastado por una crisis renal.

    Se despide con aquel heroico homenaje al sacramento de la Penitencia con el que comenzaba esta narración; y además con una gran «señal»: los luteranos hospedan su cuerpo en su iglesia hasta su traslado a Florencia, a la basílica de San Lorenzo, donde aún permanece.

    El Beato Stensen fue elevado a los altares el 23 de octubre del año 1988 en la Basílica de San Pedro del Vaticano por San Juan Pablo II, quien lo recordó como un incansable peregrino "en búsqueda de la verdad tanto en la ciencia como en la religión, en la convicción de que cada descubrimiento, aunque modesto, constituye un paso adelante hacia la verdad absoluta, hacia ese Dios del que depende todo el universo".

-FRASE DEL DÍA-