miércoles, 6 de septiembre de 2023

SETIEMBRE, MES DE LA BIBLIA - "La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús"



    Mediante la revelación divina quiso Dios manifestarse a Sí mismo y los eternos decretos de su voluntad acerca de la salvación de los hombres, "para comunicarles los bienes divinos, que superan totalmente la comprensión de la inteligencia humana".

    Confiesa el Santo Concilio "que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con seguridad por la luz natural de la razón humana, partiendo de las criaturas"; pero enseña que hay que atribuir a Su revelación "el que todo lo divino que por su naturaleza no sea inaccesible a la razón humana lo pueden conocer todos fácilmente, con certeza y sin error alguno, incluso en la condición presente del género humano.


CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA
DEI VERBUM

-PROPÓSITO DEL DÍA- "Para que por la práctica de los consejos evangélicos y la vida de oración, podamos crecer en el amor a Dios y nuestros hermanos"



 

EVANGELIO - 07 de Septiembre - San Lucas 5,1-11


   Carta de San Pablo a los Colosenses 1,9-14.

    Por eso, desde que nos enteramos de esto, oramos y pedimos sin cesar por ustedes, para que Dios les haga conocer perfectamente su voluntad, y les dé con abundancia la sabiduría y el sentido de las cosas espirituales.
    Así podrán comportarse de una manera digna del Señor, agradándolo en todo, fructificando en toda clase de obras buenas y progresando en el conocimiento de Dios.
    Fortalecidos plenamente con el poder de su gloria, adquirirán una verdadera firmeza y constancia de ánimo, y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos.
    Porque él nos libró del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados.

    Palabra de Dios.



Salmo 98(97),2-3ab.3cd-4.5-6.

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos.

Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey.

    

    Evangelio según San Lucas 5,1-11.

    En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret.
    Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes.
    Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.
    Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes".
    Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes".
    Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse.
    Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
    Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador".
    El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres".
    Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 07 de Septiembre - "Echar la red a la luz de la fe"


     Santa Catalina de Siena (1347-1380) terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa Diálogos, La Providencia de la Misericordia XII (Le dialogue, II, Téqui, 1976)


"Echar la red a la luz de la fe"

    [Santa Catalina escuchó a Dios decir:] Hija muy querida, narra el santo Evangelio que cuando mi Verdad mandó al glorioso apóstol Pedro echar sus redes al mar, Pedro respondió que toda la noche se había cansado de hacerlo, sin pescar nada (Lc 5,5). Pero agregó que, ya que se lo mandaba, las echaría. Echó la red y sacó tantos peces que no podía tirar solo y debió llamar a los discípulos en su ayuda. ¡Considera esta acción de Pedro! En la realidad que ha sido narrada, descubrirás una figura y comprenderás que esa figura se aplica a ti. (…)

    Pedro, como dije, al mandato del Verbo tiró la red. Fue obediente y al creer con una viva fe que pescaría, sacó muchos peces. Pero no fue durante la noche. ¿Sabes cuál es ese tiempo de la noche? Es la noche tenebrosa del pecado mortal, en la que el alma está privada de la luz de la gracia. En esa noche, ella no podría sacar nada porque echa la red de su deseo no en el océano de vida sino en el mar muerto, donde sólo encuentra la falta. Se fatiga en vano, todos sus esfuerzos son inútiles. Los que se imponen todas esas penas se hacen mártires del demonio, no de Cristo crucificado.

    Pero cuando aparece el día, cuando el alma sale de la noche del pecado para recuperar la luz de la gracia, encuentra al mismo tiempo en su espíritu el mandamiento de la ley que le he dado. La ley de echar la red al escuchar la palabra de mi Hijo: amarme sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Dócil desde entonces a la luz de la fe, con firme confianza, echa la red al oír su palabra, siguiéndola doctrina y ejemplos del tierno Verbo de Amor y de sus discípulos.

SANTORAL - SANTA REGINA DE ALESIA

07 de Septiembre


    En Alesia, en el territorio de los eduos, en la Galia, Santa Regina, mártir. No conocemos la verdadera historia de santa Regina, a la que menciona el Martirologio Romano como una mártir en el territorio de Autun. Las leyendas francesas nos la presentan como la hija de Clemente, un ciudadano pagano de Alise, en Borgoña. Su madre murió al darla a luz, y la niña fue entregada a una nodriza que era cristiana y educó a la criatura en la fe. Cuando Clemente descubrió eso, se negó a recibir a su hija en la casa y, por consiguiente, Regina regresó a vivir con su nodriza y se ganó el pan en el trabajo de pastora. Su belleza atrajo las miradas del prefecto Olybrius, quien, al saber que era de noble linaje, quiso casarse con ella. Regina se negó a aceptarlo y no quiso atender los discursos de su padre, quien trataba de convencerla para que se casara con un hombre tan rico. Ante la obstinación de la muchacha, el autor de sus días decidió encerrarla en un calabozo y, como pasaba el tiempo sin que Regina cediese, Olybrius desahogó su cólera haciendo azotar a la joven y sometiéndola a otros tormentos.

    Una de aquellas noches, recibió en su calabozo el consuelo de una visión de la cruz al tiempo que una voz le decía que su liberación estaba próxima. Al otro día, Olybrius ordenó que fuera torturada de nuevo y que fuera decapitada después. En el momento de la ejecución, apareció una paloma blanquísima que causó la conversión de muchos. Este episodio invita a la comparación con la historia de santa Margarita del 20 de julio. A pesar de que no podemos confiar en lo que pretende ser la pasión de santa Regina, su culto tiene que haber sido antiguo, puesto que el nombre de la santa figura en el Hieronymianum. En tiempos recientes se descubrió que hubo una basílica dedicada a ella en Alise.

Oremos

    Oh Señor, venimos delante de ti en este momento en el reconocimiento del valor de tu humilde mártir Santa Regina. Que seamos imitadores de su fidelidad y de amor por Ti mientras nos concedes el valor y la fuerza para seguirte, sin importar el costo. Ayúdanos a imitar sus virtudes durante nuestra vida terrenal y a disfrutar de la felicidad eterna con ella en el cielo. Te lo pedimos en el santo Nombre de Jesús, Nombre sobre todo nombre. Amén.

-FRASE DEL DÍA-