miércoles, 28 de abril de 2021

EVANGELIO - 29 de Abril - San Juan 13,16-20.


        Libro de los Hechos de los Apóstoles 13,13-25.

    Desde Pafos, donde se embarcaron, Pablo y sus compañeros llegaron a Perge de Panfilia. Juan se separó y volvió a Jerusalén, pero ellos continuaron su viaje, y de Perge fueron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
    Después de la lectura de la Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: "Hermanos, si tienen que dirigir al pueblo alguna exhortación, pueden hablar".
    Entonces Pablo se levantó y, pidiendo silencio con un gesto, dijo: "Escúchenme, israelitas y todos los que temen a Dios.
    El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto. Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí y los cuidó durante cuarenta años en el desierto.
    Después, en el país de Canaán, destruyó a siete naciones y les dio en posesión sus tierras, al cabo de unos cuatrocientos cincuenta años. A continuación, les dio Jueces hasta el profeta Samuel.
    Pero ellos pidieron un rey y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, por espacio de cuarenta años.
    Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad.
    De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús.
    Como preparación a su venida, Juan había predicado un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel.
    Y al final de su carrera, Juan decía: 'Yo no soy el que ustedes creen, pero sepan que después de mí viene aquel a quien yo no soy digno de desatar las sandalias'.


Salmo 89(88),2-3.21-22.25.27.

Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque tú has dicho:
«Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo.»

«Encontré a David, mi servidor,
y lo ungí con el óleo sagrado,
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga poderoso.»

Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán,
su poder crecerá a causa de mi Nombre:
El me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»


    Evangelio según San Juan 13,16-20.

    Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo: "Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.
    Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
    No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
    Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
    Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió".

    Palabra del Señor

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 29 de Abril - «Yo sé a quienes escogí....»


       San Francisco de Sales Carta: Total abandono en Dios Exhortaciones a Santa Juana F. de Chantal

«Yo sé a quienes escogí....»

    Nuestro Señor os ama, mi querida Madre, os quiere toda suya, no os dejéis llevar por otros brazos sino por los Suyos ni tengáis otro pecho donde reposar que el Suyo. Tened vuestra voluntad simplemente unida a la Suya. Lo que tengáis que hacer no lo hagáis por vuestra inclinación, sino por ser la voluntad de Dios. Ya no penséis en las cosas que os conciernen porque estáis abandonada del todo y puesta al cuidado del amor eterno que Dios os tiene... quedaos ahí, reposando, en espíritu de muy simple y amorosa confianza.

    No volváis sobre vos misma, sino seguid ahí, cerca de Él, arrojando y abandonando vuestra alma, vuestros actos, vuestros éxitos, vuestros asuntos, a lo que el Señor quiera y quedaos a merced de sus cuidados: en esto hay que mostrar firmeza. Cada vez que notéis que no está ahí vuestro espíritu, volvedle a traer pero con dulzura y sencillez... haced todo con ánimo reposado y amorosa tranquilidad.

    Caminad siempre ante Dios y ante vos misma porque a Dios le gusta ver los pasitos que vais dando y, como un Padre que lleva a su hijo de la mano, Él acomodará sus pasos a los vuestros y no le importará no poder ir más deprisa que vos.

    ¿Por qué os preocupáis por ir aquí o allá, de ir despacio o deprisa, mientras Dios vaya con vos y vos con Él? No reflexionéis tanto y marchad con franqueza.

SANTORAL - SANTA CATALINA DE SIENA

29 de Abril


    Virgen y doctora de la Iglesia (1347-1380). Nacida en 1347, Catalina (nombre que significa "Pura") era la menor del prolífico hogar de Diego Benincasa. Allí crecía la niña en entendimiento, virtud y santidad. A la edad de cinco o seis años tuvo la primera visión, que la inclinó definitivamente a la vida virtuosa. Cruzaba una calle con su hermano Esteban, cuando vio al Señor rodeado de ángeles, que le sonreía, impartiéndole la bendición.

    Su padre, tintorero de pieles, pensó casarla con un hombre rico. La joven manifestó que se había prometido a Dios. Entonces, para hacerla desistir de su propósito, se la sometió a los servicios mas humildes de la casa. Pero ella caía frecuentemente en éxtasis y todo le era fácil de sobrellevar.

    Finalmente, derrotados por su paciencia, cedieron sus padres y se la admitió en la tercera orden de Santo Domingo y siguió, por tanto, siendo laica. Tenía dieciséis años. Sabía ayudar, curar, dar su tiempo y su bondad a los huérfanos, a los menesterosos y a los enfermos a quienes cuidó en las epidemias de la peste. En la terrible peste negra, conocida en la historia con el nombre de "la gran mortandad", pereció más de la tercera parte de la población de Siena.

    A su alrededor muchas personas se agrupaban para escucharla. Ya a los veinticinco años de edad comienza su vida pública, como conciliadora de la paz entre los soberanos y aconsejando a los príncipes. Por su influjo, el papa Gregorio XI dejó la sede de Aviñon para retornar a Roma. Este pontífice y Urbano VI se sirvieron de ella como embajadora en cuestiones gravísimas; Catalina supo hacer las cosas con prudencia, inteligencia y eficacia.

    Aunque analfabeta, como gran parte de las mujeres y muchos hombres de su tiempo, dictó un maravilloso libro titulado Diálogo de la divina providencia, donde recoge las experiencias místicas por ella vividas y donde se enseñan los caminos para hallar la salvación. Sus trescientas setenta y cinco cartas son consideradas una obra clásica, de gran profundidad teológica. Expresa los pensamientos con vigorosas y originales imágenes. Se la considera una de las mujeres más ilustres de la edad media, maestra también en el uso de la lengua Italiana.

    Santa Catalina de Siena, quien murió a consecuencia de un ataque de apoplejía, a la temprana edad de treinta y tres años, el 29 de abril de 1380, fue la gran mística del siglo XIV. El papa Pío II la canonizó en 1461. Sus restos reposan en la Iglesia de Santa María sopra Minerva en Roma, donde se la venera como patrona de la ciudad; es además, patrona de Italia y protectora del pontificado.

    El papa Pablo VI, en 1970, la proclamó doctora de la Iglesia. Ella, Santa Teresa de Ávila y Santa Teresita de Lisieux son las tres únicas mujeres que ostentan este título.

Oremos

    Bendita y amada del Señor, y gloriosa Santa Catalina: por aquella felicidad que recibisteis de poder unirte a Dios y prepararte para una santa muerte, alcanzadme de su divina Majestad la gracia de que purificando mi conciencia con los sufrimientos de la enfermedad y con la confesión de mis pecados, merezca disponer mi alma, confortándola con el trance terrible de la muerte, y poder volar por ella a la eterna bienaventuranza de la gloria. Así sea.