MEDITACIÓN DEL EVANGELIO
TIEMPO PASCUAL
DOMINGO DE SEMANA IV
17 de abril
San Gregorio Magno (c. 540-604), papa y doctor de la Iglesia
Homilía 14 sobre el evangelio; 3-6: PL 76, 1129-1130
“Yo les doy vida eterna”
Añade: “Conozco a mis ovejas, es decir, las amo, y ellas me conocen a mi.” Es como si dijese con toda claridad: «Los que me aman me obedecen.» Pues el que no ama la verdad es que todavía no la conoce. Ved, hermanos, si sois verdaderamente ovejas suyas, ved si de verdad lo conocéis, ved si percibís la luz de la verdad. Me refiero a la percepción no por la fe, sino por el amor y por las obras. Pues el mismo evangelista Juan, de quien son estas palabras, afirma también: Quien dice: «Yo conozco a Dios», y no guarda sus mandamientos, miente. (1 Jn 2,4) Por esto el Señor añade, en este mismo texto: Como el Padre me conoce a mí, yo conozco al Padre y doy mi vida por mis ovejas, lo que equivale a decir: «En esto consiste mi conocimiento del Padre y el conocimiento que el Padre tiene de mí, en que doy mi vida por mis ovejas; esto es, el amor que me hace morir por mis ovejas demuestra hasta qué punto amo al Padre».
Fuente:©Evangelizo.org
«Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón», es decir, el mensaje de la fe que nosotros predicamos. Porque, si proclamas con tu boca a Jesús como Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Pues con el corazón creemos para obtener la justificación y con la boca hacemos profesión de nuestra fe para alcanzar la salvación. Rm 10, 8b-10
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