San Fulgencio de Ruspe (467-532) obispo en África del Norte Sermón I, 2-3 (Lectures chrétiennes pour notre temps, Abbaye d'Orval, 1971)
¡Feliz el servidor fiel que ofrece la medida de trigo!
Si nos preguntamos cuál es la medida de trigo, san Pablo señala que “es la medida de la fe que Dios repartió a cada uno” (Rom 12,3) Lo que Cristo llama medida de trigo, Pablo lo llama medida de fe. Nos enseña que no hay otro trigo espiritual que el venerable misterio de la fe cristiana. Esta medida de trigo, la damos en el nombre del Señor cada vez que iluminados por los dones espirituales de la gracia, hablamos con la regla de la verdadera fe. Esta medida ustedes la reciben por los servidores del Señor, cada vez que escuchan de ellos la palabra de verdad.
¡Qué esta medida de trigo que Dios comparte con nosotros sea nuestro alimento! Saquemos de ella el alimento para nuestra buena conducta, para llegar a la recompensa de la vida eterna. Creamos en Dios que se da a nosotros como alimento, para que no claudiquemos en camino, y se reserva como nuestra recompensa para que encontremos la alegría de la patria. Creamos y esperemos en él, amémoslo más allá de todo y en todo. Porque Cristo es nuestro alimento y nuestra recompensa. Cristo es el alimento y conforto de los viajeros en camino, él es la plenitud y exultación de los bienaventurados en su reposo.
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