miércoles, 22 de mayo de 2024

EVANGELIO - 23 de Mayo - San Marcos 9,41-50.


    Epístola de Santiago 5,1-6.

    Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir.
    Porque sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla.
    Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final!
    Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo.
    Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la matanza.
    Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia.


Salmo 49(48),14-15ab.15cd-16.17-18.19-20.

Este es el destino de los que tienen riquezas,
y el final de la gente insaciable.
Serán puestos como ovejas en el Abismo,
la Muerte será su pastor;

bajarán derecho a la tumba,
su figura se desvanecerá
Pero Dios rescatará mi vida,
me sacará de las garras del Abismo.

No te preocupes cuando un hombre
se enriquece
o aumenta el esplendor de su casa:
cuando muera, no podrá llevarse nada,

su esplendor no bajará con él.
Aunque en vida se congratulaba, diciendo:
“Te alabarán porque lo pasas bien”,
igual irá a reunirse con sus antepasados,
con esos que nunca verán la luz.


    Evangelio según San Marcos 9,41-50.

    Jesús dijo a sus discípulos: «Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
    Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
    Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.
    Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
    Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
    Porque cada uno será salado por el fuego.
    La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros».

    Palabra del Señor

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