jueves, 4 de enero de 2024

EVANGELIO - 05 de Enero - San Juan 1,43-51


   Epístola I de San Juan 3,11-21.

  
  Hijos míos: La noticia que oyeron desde el principio es esta: que nos amemos los unos a los otros.
    No hagamos como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran justas.
    No se extrañen, hermanos, si el mundo los aborrece.
    Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la Vida, 
porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte.
    El que odia a su hermano es un homicida, y ustedes saben que ningún homicida posee la Vida eterna.
    En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
    Si alguien vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón, ¿Cómo permanecerá en él el amor de Dios?
    Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad.
    En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.
    Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza.


Salmo 100(99),2.3.4.5.

Sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos.

Reconozcan que el Señor es Dios:
él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entren por sus puertas dando gracias,
entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre.

¡Qué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones.

    
    Evangelio según San Juan 1,43-51.

    Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: "Sígueme".
    Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
    Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret".
    Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás", le dijo Felipe.
    Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
    "¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
    Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
    Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".
    Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

    Palabra del Señor

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