domingo, 25 de junio de 2023

EVANGELIO - 26 de Junio - San Mateo 7,1-5.


    Libro de Génesis 12,1-9.

    El Señor dijo a Abrám: "Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré.
    Yo haré de ti una gran nación y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás una bendición.
    Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré al que te maldiga, y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra".
    Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado, y Lot se fue con él. Cuando salió de Jarán, Abrám tenía setenta y cinco años.
    Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, con todos los bienes que habían adquirido y todas las personas que habían reunido en Jarán, y se encaminaron hacia la tierra de Canaán. Al llegar a Canaán, Abrám recorrió el país hasta el lugar santo de Siquém, hasta la encina de Moré. En ese tiempo, los cananeos ocupaban el país.
    Entonces el Señor se apareció a Abrám y le dijo: "Yo daré esta tierra a tu descendencia". Allí Abrám erigió un altar al Señor, que se la había aparecido.
    Después se trasladó hasta la región montañosa que está al este de Betel, y estableció su campamento, entre Betel, que quedaba al oeste, y Ai, al este. También allí erigió un altar al Señor e invocó su Nombre.
    Luego siguió avanzando por etapas hasta el Négueb.


Salmo 33(32),12-13.18-19.20.22.

¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se eligió como herencia!
El Señor observa desde el cielo
y contempla a todos los hombres.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

Nuestra alma espera en el Señor;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti.


    Evangelio según San Mateo 7,1-5.

    Jesús dijo a sus discípulos: No juzguen, para no ser juzgados.
    Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
    ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
    ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Deja que te saque la paja de tu ojo', si hay una viga en el tuyo?
    Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.

    Palabra del Señor

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