San Francisco de Asís Carta: ¡Cuántos bienes hemos recibido! A los fieles
«Te ruego por estos que tú me diste, porque son tuyos»
"¡Oh, cuán glorioso y santo y grande, tener en los cielos un Padre! ¡Oh, cuán santo, tener un esposo consolador, bello y admirable! ¡Oh, cuán santo y cuán caro tener tal hermano y tal hijo, placentero, humilde, pacífico, dulce, amable y sobre todas las cosas deseable, el que dió su vida por sus ovejas (cf Jn 10, 15) y oró al Padre por nosotros diciendo: Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado (Jn 17, 11). Padre, todos los que me diste en el mundo, eran tuyos y me los diste (Jn 17, 6).
Y las palabras que me diste, les di; y ellos las recibieron y conocieron verdaderamente, que salí de ti y creyeron que tú me enviaste(Jn 17, 8); ruego por ellos y no por el mundo (cf Jn 17, 9); bendícelos y santifícalos (Jn 17, 17) Y por ellos me santifico a mí mismo, para que sean santificados en (Jn 17, 19) la unidad, coma también nosotros (Jn 17, 11) lo somos.Y quiero, Padre, que donde yo estoy también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria (Jn 17, 24) en tu reino (Mt 20, 21).
Mientras que a aquel, que tanto ha aguantado por nosotros, tantos bienes ha traído y traerá en el futuro, toda criatura que hay en los cielos, en la tierra, en el mar y en los abismos, dé en retorno alabanza, gloria, honor y bendición (cf Apoc 5, 13), porque él es fuerza y fortaleza nuestra, el que es sólo bueno, sólo altísimo, sólo omnipotente, admirable, glorioso y sólo santo, laudable y bendito por infinitos siglos de los siglos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario