domingo, 19 de diciembre de 2021

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 20 DE DICIEMBRE - “Yo soy la servidora del Señor” (Lc 1,26-38)



 
San Ambrosio
Sobre el Evangelio de Lucas 1

“Yo soy la servidora del Señor” (Lc 1,26-38)



34-35. Ni María debió rehusar de creer al ángel, ni usurpar temerariamente las cosas divinas. Por eso se dice: «Dijo María al ángel: ¿Cómo se hará esto?» Esta respuesta fue más oportuna que la del sacerdote. Esta dice: «¿Cómo se hará esto?» y aquél dijo: «¿Cómo podré saber esto?». Aquél se niega a creer y parece como que busca otro motivo que confirme su fe, éste no duda que debe hacerse, puesto que pregunta cómo se hará. María había leído (Is 7,14): «He aquí que una virgen concebirá y dará a luz un hijo» y, por tanto, creyó que iba a suceder. Pero no había oído antes el cómo había de suceder. No se había revelado -ni aun al Profeta- cómo aquello se había de llevar a cabo. Tan gran misterio debía ser proclamado, no por la boca de un hombre, sino por la de un ángel.

36-38. Ved la humildad de la Virgen, ved su devoción. Prosigue, pues: «Y dijo María: He aquí la sierva del Señor». Se llama sierva la que es elegida como Madre, y no se enorgullece con una promesa tan inesperada. Porque la que había de dar a luz «al manso» y «al humilde», debió ella misma manifestarse humilde. Llamándose también a sí misma sierva, no se apropió la prerrogativa de una gracia tan especial, porque hacía lo que se le mandaba. Por ello sigue: «Hágase en mí según tu palabra». Tienes el obsequio, ves el voto. «He aquí la sierva del Señor», es su disposición a cumplir con su oficio. «Hágase en mí según tu palabra», es el deseo que concibe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario