martes, 6 de octubre de 2020

EVANGELIO - 07 de Octubre - San Lucas 11,1-4


    Carta de San Pablo a los Gálatas 2,1-2.7-14.

    Hermanos: Al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito.
    Lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los paganos, en particular a los dirigentes para asegurarme que no corría o no había corrido en vano.
    Al contrario, aceptaron que me había sido confiado el anuncio del Evangelio a los paganos, así como fue confiado a Pedro el anuncio a los judíos.
    Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos.
    Por eso, Santiago, Cefas y Juan -considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos.
    Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer.
    Pero cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible.
    En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando estos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión.
    Los demás judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por su simulación.
    Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: "Si tú, que eres judío, vives como los paganos y no como los judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los judíos?".


Salmo 117(116),1.2.

¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos!

Porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre.

¡Aleluya!


    Evangelio según San Lucas 11,1-4.

    Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos".
    El les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación".

    Palabra del Señor

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