viernes, 24 de julio de 2020

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 25 de Julio - «¿Sois capaces de bebe el cáliz que Yo he de beber?»


      San Francisco de Sales Sermón: Un martirio que dura toda la vida IX, nn. 76-79, 6-5-1616 ó 1617

«¿Sois capaces de bebe el cáliz que Yo he de beber?» 

    «Entonces se acercó a Jesús la madre de los de Zebedeos con sus hijos, y se postró para hacerle una petición. Jesús replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de bebe el cáliz que Yo he de beber? Contestaron: Lo somos.» Mt 20, 17-28 ¡Qué grande es nuestra miseria! Queremos que Dios haga nuestra voluntad y no queremos hacer la suya más que cuando es conforme a la nuestra. La mayoría de nosotros, si nos examinamos bien, veremos que nuestras peticiones son impuras e imperfectas; si estamos en la oración, queremos que Dios nos hable, que venga a visitarnos, consolarnos y recrearnos; le decimos que haga esto, que nos de lo otro. Y si no lo hace, aunque sea en beneficio nuestro, nos inquietamos, nos turbamos y nos afligimos...

    Nuestro divino Maestro les dijo: ¿Podéis beber conmigo el cáliz que me está preparado?... y respondieron: podemos. Y Él añadió: ¿sabéis lo que es beber mi cáliz? No creáis que es tener dignidades, honores, favores o consuelos, ¡no! Beber mi cáliz es participar en mi pasión, soportar las penas y los sufrimientos, los clavos, las espinas, beber la hiel y el vinagre. Los mártires bebían de un trago ese cáliz... y ¿no es un gran martirio el no hacer nunca su propia voluntad, someter el juicio, desgarrar el corazón, vaciarlo de todos sus afectos impuros y de todo lo que no es Dios; no vivir según nuestras inclinaciones y humores sino según la voluntad divina y la razón? Es un martirio muy largo y enojoso y que debe durar toda nuestra vida, pero que nos obtendrá al final una gran corona como recompensa si somos fieles a todo esto.

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