“Como buen pastor, yo doy mi vida por las ovejas.”
El servicio del buen pastor es la caridad. Por esto, Jesús dice “da la vida por sus ovejas”, a saber, que el buen pastor cuida con esmero de su rebaño, mientras que el asalariado busca su propio interés. Por esto dice el profeta: “¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No es el rebaño que deben apacentar los pastores?” (Ez 34,2) Aquel que se aprovecha del rebaño para sus propios intereses no es un buen pastor...Un buen pastor, en el sentido natural, soporta muchos trabajos por el rebaño a su cargo, como lo dice Jacob: “De día me consumía el calor y de noche el frío, sin poder dormir.” (Gn 34,40)...
La salud espiritual del rebaño importa más que la misma vida del pastor. Por esto, cuando el rebaño está en peligro, su pastor tiene que asumir perder su vida por la salvación del rebaño. El Señor dice: “El buen pastor da la vida por sus ovejas.” (Jn 10,15) su vida física, por el ejercicio de la autoridad llena de amor... Cristo nos ha dado ejemplo: “Ha dado su vida por nosotros. Nosotros también, debemos dar la vida unos por los otros.” (cf 1Jn 3,16)
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