“PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO”
III. «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo»
2822 La voluntad de nuestro Padre es “que todos los hombres [...] se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (1 Tm 2, 3-4). El “usa de paciencia [...] no queriendo que algunos perezcan” (2 P 3, 9; cf Mt 18, 14). Su mandamiento que resume todos los demás y que nos dice toda su voluntad es que “nos amemos los unos a los otros como él nos ha amado” (Jn 13, 34; cf 1 Jn 3; 4; Lc 10, 25-37).
2823 Él nos ha dado a “conocer [...] el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en Él se propuso de antemano [...] hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza [...] a Él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su Voluntad” (Ef 1, 9-11). Pedimos con insistencia que se realice plenamente este designio benévolo, en la tierra como ya ocurre en el cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario