Todo el amor de la vida mortal del Salvador, su amor infantil en el pesebre, su amor lleno de celo apostólico por la Gloria de su Padre durante su predicación, su amor de víctima sobre la cruz... Todos esos amores se hallan reunidos y triunfantes en su Corazón Glorioso, que vive en el Santísimo Sacramento. Allí debemos buscarlo para alimentarnos de su infinito Amor.
Reflexiona
El Corazón Eucarístico de Cristo está para nosotros: nuestra devoción al Sagrado Corazón debe ser, por consiguiente, Eucaristía, debe conectarse en el Santísimo Sacramento como el único centro de nuestra vida en donde nace el Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario