domingo, 23 de junio de 2019

LA ORACIÓN DEL SEÑOR: "PADRE NUESTRO" ( CEC )



LA ORACIÓN DEL SEÑOR: “PADRE NUESTRO"

    2759 «Estando él [Jesús] en cierto lugar orando, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: “Maestro, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos”» (Lc 11, 1). En respuesta a esta petición, el Señor confía a sus discípulos y a su Iglesia la oración cristiana fundamental. San Lucas da de ella un texto breve (con cinco peticiones [cf Lc 11, 2-4]), San Mateo una versión más desarrollada (con siete peticiones [cf Mt 6, 9-13]). La tradición litúrgica de la Iglesia ha conservado el texto de San Mateo:
               
               Padre nuestro, que estás en el cielo, 
               santificado sea tu Nombre;
               venga a nosotros tu reino;
               hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
               Danos hoy nuestro pan de cada día;
               perdona nuestras ofensas
               como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
               no nos dejes caer en la tentación,
               y líbranos del mal.

    2760 Muy pronto, la práctica litúrgica concluyó la oración del Señor con una doxología. En la Didaché (8, 2) se afirma: “Tuyo es el poder y la gloria por siempre”. Las Constituciones apostólicas (7, 24, 1) añaden en el comienzo: “el reino”: y ésta la fórmula actual para la oración ecuménica. La tradición bizantina añade después un gloria al “Padre, Hijo y Espíritu Santo”. El misal romano desarrolla la última petición (cf. Rito de la Comunión, [Embolismo]Misal Romano) en la perspectiva explícita de “mientras esperamos (Tt 2, 13) la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo”; después se hace la aclamación de la asamblea, volviendo a tomar la doxología de las Constituciones apostólicas.

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