CAPÍTULO PRIMERO
EL LLAMADO A LA SANTIDAD
Tu misión en Cristo
22. Para reconocer cuál es esa palabra que el Señor quiere decir a través de un santo, no conviene entretenerse en los detalles, porque allí también puede haber errores y caídas. No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona[26].
[26] Cf. Hans U. von Balthasar, “Teología y santidad”, en Communio 6 (1987), 486-493.
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