«La buena semilla son los ciudadanos del Reino»
No hay dos mundos: el físico y el espiritual; no hay más que uno: el Reino de Dios «en la tierra como en el cielo» (Mt 6,10). Muchos de entre nosotras dicen al orar: «Padre nuestro que estás en los cielos». Piensan que Dios está allá arriba lo que da lugar a tener la idea de una separación entre los dos mundos. A muchos occidentales les gusta hacer una distinción entre la materia y el espíritu. Pero cualquier verdad es una y la realidad también. Si admitimos la encarnación de Dios, que para los cristianos se da en la persona de Jesucristo, entonces empezamos a tomar las cosas en serio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario