jueves, 16 de abril de 2020

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 17 de Abril - «Al escuchar que era el Señor... se arrojó al mar»


         San Francisco de Sales Introducción a la Vida Devota: Caridad y devoción

«Al escuchar que era el Señor... se arrojó al mar» 

    «Dijo entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba: es el Señor. Así que oyó Simón Pedro que era el Señor... se arrojó al mar.» Jn 21, 7

    El amor, Filotea, nos hace actuar con prontitud. Las avestruces no vuelan nunca; sus pollos, en todo caso, vuelan pesadamente, muy bajo y raras veces. Pero las águilas, las palomas y las golondrinas vuelan muy alto, mucho y con rapidez.

    Igualmente los pecadores, no vuelan a Dios, todas sus carreras las hacen por tierra y para la tierra; las gentes de bien, que todavía no han alcanzado la devoción, van a Dios por sus buenas acciones pero pocas veces, lenta y pesadamente.

    Las personas devotas vuelan a Dios; con frecuencia, prontitud y altura. En dos palabras, la devoción no es sino una agilidad y vivacidad espiritual por la cual la caridad obra en nosotros, o nosotros obramos por ella, prontamente y con afecto y como pertenece a la caridad hacernos practicar general y universalmente todos los mandamientos de Dios, lo mismo corresponde a la devoción hacérnoslos practicar pronta y diligentemente.

    Y como la devoción va unida a una excelente caridad, no sólo nos hace prontos, activos y diligentes en observar los mandamientos, sino que nos empuja a hacer con prontitud y con gusto las buenas obras que nos sea posible aunque no sean obligación sino solamente aconsejadas o inspiradas.

    Un hombre recién curado camina lo que le es preciso, pero lenta y pesadamente; y así el pecador, una vez curado de su iniquidad, camina por los mandamientos, pero pesada y lentamente, hasta que ha alcanzado la devoción; entonces, no solamente camina más, sino que corre y salta por la vía de los mandamientos; y además corre también por los senderos de los consejos e inspiraciones. En fin, que la caridad y la devoción no se diferencian la una de la otra; son como la llama y el fuego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario