miércoles, 11 de diciembre de 2019

LOS MISTERIOS DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GAUADALUPE

Hay una serie de propiedades en la tela de la tilma en que está grabada la imagen de la Virgen María. Que no tienen explicación científica. Han pasado 5 siglos, no hay respuestas científicas, los que refuerza la sobrenaturalidad del suceso.



LA CONSERVACIÓN DEL AYATE

    Esta manta se ha podido conservar durante siglos, expuesta a las inclemencias del ambiente. Sin protección alguna contra el polvo, la humedad, el calor, el humo de las velas y el continuo roce de miles y miles de objetos que fueron tocados a la venerada imagen. Además del constante contacto de manos y besos de los peregrinos, sin que se haya deshilachado ni desteñido su bella policromía. Sólo desde hace unos años la cubrieron con un vidrio.

    Llama la atención también que es una tela de ayate que se descompone por putrefacción en veinte años o menos. Sin embargo el ayate de la imagen ha resistido 5 siglos en perfecto estado de conservación. Para comprobarlo, en el siglo XVIII se hizo una réplica lo más parecida al original y se pudo comprobar que la tilma se hizo polvo en sólo 15 años.

    Se podría pensar que la tela ha resistido tanto porque la habrían encolado y preparado de manera especial como a otras pinturas famosas, para que tuviera gran resistencia. Pero Callaghan, del instituto espacial NASA de Estados Unidos, la ha estudiado con aparatos de rayos infrarrojos y ha descubierto que la tela no tiene ningún engomado ni preservativos. Y que no se puede explicar cómo esa imagen ha resistido los siglos en un lienzo tan ordinario.



TIENE LA TEMPERATURA DEL CUERPO HUMANO

    Al tomarse la temperatura de la fibra de maguey con que está construida la tilma, se descubre que milagrosamente la misma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva.

    La tilma de Juan Diego está colocada sobre una placa metálica, cuya temperatura oscila alrededor de los quince grados centígrados. Mientras que la tilma se mantiene constantemente a treinta y seis grados y medio.

NO LE AFECTA EL ÁCIDO

    En 1791 se cayó accidentalmente ácido muriático en el lado superior derecho de la tela. En un lapso de 30 días, sin tratamiento alguno, se reconstituyó milagrosamente el tejido dañado. Actualmente, apenas se advierte este hecho como una breve decoloración en ese lugar, que testimonia lo ocurrido.

    Según las leyes químicas, aquel líquido habría provocado un daño irreparable. El ácido, en contacto con las proteínas presentes en los tejidos de origen animal o vegetal, les da un característico color amarillo y disgrega la celulosa. Pero en aquel caso no sucedió nada de esto. El líquido caído en la tilma se evaporó, dejando una débil mancha que con el tiempo desapareció totalmente.

LA TELA REPELE EL POLVO

    Se ha visto otra sorprendente característica: en la tilma no hay rastro de polvo ni de insectos vivos o muertos. La imagen de la Virgen repele el polvo y los insectos. Este curiosísimo e inexplicable fenómeno,se ha constatado todas las veces que se han hecho investigaciones. Además es refractaria a la humedad.


ES UNA IMAGEN SIN ESBOZO PREVIO NI RASTROS DE PINCEL

    Con rayos infrarrojos se ha descubierto que la imagen no tiene esbozos previos, como se ve en los cuadros de pintores famosos. Sino que fue pintada directamente, tal cual se la ve, sin idas y venidas ni rectificaciones. Tampoco hay rastros de pincel.

    En 1751 se llevaron a cabo investigaciones por parte de siete pintores famosos, a la cabeza de los cuales estaba Miguel Cabrera, y también constataron que el cuadro no había sido pintado por una mano humana. Los colores estaban como ‘incorporados’ a la trama de la tela. No hay rastros de pinceladas.

    Al acercarse a menos de 10 centímetros de la imagen, sólo se ve la tela de maguey en crudo. Los colores desaparecen. Estudios científicos de diverso tipo no logran descubrir el origen de la coloración que forma la imagen, ni la forma en que la misma fue pintada. Los científicos de la NASA afirmaron que el material que origina los colores no es ninguno de los elementos conocidos en la tierra.


LA PINTURA ESTÁ SUSPENDIDA EN EL AIRE

    El 7 de mayo de 1979 los científicos Jody Brand Smith, profesor de estética y de filosofía en el Pensacola College, y Phillip Serna Callahan, biofísico de la Universidad de Florida y especialista en pintura y miembros de la NASA, analizan la tilma sin encontrar pintura en el original de la imagen. Prueban que no es fotografía pues no ha se ha impresionado al tejido.

    Se ha hecho pasar un rayo láser en forma lateral sobre la tela. Detectándose que la coloración de la misma no está ni en el anverso ni en el reverso. Sino que los colores flotan a una distancia de 3 décimas de milímetro sobre el tejido, sin tocarlo. Los colores flotan en el aire, sobre la superficie de la tilma.


LA TÉCNICA DE PINTURA NO ES REPLICABLE

    La imagen cambia ligeramente de color según el ángulo de visión, un fenómeno que se conoce con el nombre de iridiscencia. Una técnica que no se puede producir con manos humanas.

    Los pintores quisieron hacer algunas copias de la imagen y se dieron cuenta de que era prácticamente imposible reproducir fielmente la expresión y los rasgos de la figura.

    Porque eran fruto de una técnica maravillosa e inexplicable, que aprovechaba perfectamente los graves defectos de la trama de la burda tela. Constataron, por ejemplo que, en la boca, la imperfección del tejido seguía de forma asombrosa el labio superior, obteniendo una profundidad y una expresividad maravillosas.



LAS PUPILAS REGISTRARON LA MOSTRACIÓN DE LA TILMA

    Uno de los fenómenos más sorprendente se refiere a los descubrimientos hechos en las pupilas de la Virgen. Al agrandar las pupilas de la Virgen se descubren varias personas que están siendo observadas por los ojos de la Imagen de la Virgen de Guadalupe. También aparece la imagen del indio Juan Diego mostrando la tilma con la Imagen de la Virgen.

    Dos veces se retrata la imagen: una vez en los ojos de María, y luego en los ojos del obispo retratados en los ojos de María. O sea que esta imagen se observa en el tamaño de un cuarto de micrón, que es la 1/4 parte de un millonésimo de milímetro. En total, se descubre la imagen de 13 personas. Las 13 personas están presentes en los 2 ojos de la Virgen, que es el reflejo transmitido por la escena en la que Juan Diego mostraba al Obispo Fray Juan de Zumárraga y a los presentes el manto con la misteriosa imagen.


Los personajes presentes en los ojos de la Virgen son:

1. Un indio sentado, que mira hacia lo alto, mientras parece tener en sus manos un instrumento musical indígena. Se cree que era un sirviente.

2. El perfil de un hombre anciano, con la barba blanca y la cabeza con calvicie avanzada; el Obispo Zumárraga

3. Un hombre más joven, probablemente el intérprete Juan González

4. Un indio de rasgos marcados, con barba y bigote y un gorro típicamente indígena, que abre su propia manta ante el Obispo; sin duda se trata de Juan Diego

5. Una mujer de rostro oscuro, una sierva negra que estaba al servicio del Obispo

6. Un hombre de rasgos españoles, que mira pensativo acariciándose la barba con la mano

7. En el centro de las pupilas, además, a escala mucho más reducida se puede ver otra escena, totalmente independiente de la primera. Se trata de una familia indígena, compuesta por una mujer, un hombre, y algunos niños.

    En el ojo derecho, aparecen otras personas de pie detrás de la mujer; aparentemente, eran varios religiosos franciscanos.


Estas imágenes no pueden ser obra humana, por tres motivos:

a) No son visibles al ojo humano, salvo una: la del español, que es la más grande. Nadie podría haber pintado unas siluetas tan pequeñas.

b) Las 13 figuras se repiten en los 2 ojos y su tamaño varía de un ojo al otro, dependiendo de lo cerca que estuviera el personaje del ojo izquierdo o derecho de la Virgen.

    Pero además: Con la luz la pupila de la Virgen se contrae y al retirarla, se dilata nuevamente, como si fuera el ojo humano de una persona viva.

    Lo que es impresionante es que en un espacio tan pequeño, como la córnea de un ojo situado en una imagen tamaño natural, existan estas imágenes. Aún el más experto miniaturista no podría haber pintado todas esas imágenes, que ha sido necesario ampliar 2000 veces, para poderlas advertir.


EL VIENTRE DE MARÍA LATE CON VIDA ADENTRO

    Un ginecólogo, al colocar el estetoscopio debajo de la cinta o cinturón donde se ve que la Virgen se encuentra encinta, sintió ruidos de latidos rítmicos.
    Los contó y son de 115 a 120 pulsos en un minuto, que son los latidos del corazón del Niño Jesús, y corresponden en cantidad a los de un niño real.


LAS ESTRELLAS DEL MANTO REPRODUCEN EL CIELO DE 1531

    En el manto de la Virgen de Guadalupe se encuentra representado con mucha fidelidad. El cielo del solsticio de invierno de 1531 que tuvo lugar a las 10:40 del martes 12 de diciembre, hora de la ciudad de México.

     Están representadas todas las constelaciones, que se extienden en el cielo visible a la hora de la salida del sol. Y en el momento en que Juan Diego enseña su tilma al obispo Zumárraga, caen las rosas que llevaba en ella y aparece estampada en la tela, la imagen de la Virgen.

En el lado derecho del manto de la Virgen se muestran las constelaciones del norte:

1. En el hombro, un fragmento de las estrellas de la constelación del Boyero (Bootes)

2. Hacia abajo, a la izquierda, le sigue la constelación de la Osa Mayor (Ursa Maior) en forma de una sartén.

3. La rodean: a la derecha arriba, la cabellera de Berenice (Coma Berenices), a la derecha abajo, Lebreles (Canes Venatici), a la izquierda Thuban, que es la estrella más brillante de la constelación de Dragón (Draco).

4. Por debajo de dos estrellas (que todavía forman parte de la Osa Mayor), se percibe otro par de estrellas de la constelación del Cochero (Auriga) y al oeste, hacia abajo, tres estrellas de Tauro (Taurus).


En el lado izquierdo del manto de la Virgen se encuentran comprimidas 
las constelaciones del sur:

1. Cuatro estrellas que forman parte de la constelación de Ofiuco (Ophiucus).

2. Abajo, se observa Libray a la derecha, la que parece una punta de flecha corresponde al inicio de Escorpión (Scorpius).

3. Intermedias con la porción inferior, se pueden señalar dos de la constelación de Lobo (Lupus) y el extremo de Hidra (Hydra).

4. Hacia abajo se evidencia la Cruz del Sur (Crux), sin ninguna duda.

5. A su izquierda aparece el cuadrado, ligeramente inclinado de la constelación de Centauro (Centaurus).

6. En la parte inferior, solitaria, resplandece, Sirio.

    De esta manera quedan identificadas en su totalidad y en su sitio, un poco comprimidas, las 46 estrellas más brillantes que rodean el horizonte del Valle de México. A partir de la posición de las constelaciones que se proyectan en el manto, se puede deducir la posición de otras constelaciones que no son visibles en la imagen, porque su proyección cae fuera de esa prenda. Por esta vía se comprueba que hay tres constelaciones cuya posición tiene un significado de interés a pesar de que su posición está fuera de la proyección del firmamento sobre el manto.

    La primera, sobre la frente de la cabeza de la Virgen es la constelación Corona Borealis completando lo que aparentemente falta en su imagen a la descripción apocalíptica: corona de doce estrellas.

    La segunda sobre las manos orantes de la Virgen corresponde a la posición de la constelación Virgo, como un refrendo adicional al dogma de su virginidad. Por último en su vientre se sitúa la constelación Leo, cuya forma semeja la de un feto en el interior de la madre, remachando que la Virgen está encinta y que en su seno lleva al León de Judá.

    La extraordinaria distribución de las estrellas en el manto de la Virgen no puede ser producto del azar. Pues ninguna distribución al azar puede representar con exactitud y en su totalidad las constelaciones de estrellas de un momento determinado.


LA LUNA Y EL ÁNGEL

    La Virgen de Guadalupe está de pie en medio de la luna. Y no es casualidad que la palabra México en nátuahl esta formada por “Metz – xic – co” que significa “en el centro de la luna”. También es símbolo de fecundidad, nacimiento, vida. Marca los ciclos de la fertilidad femenina y terrestre.

    La imagen tiene por trono además de la luna, un ángel, que manifiesta la alegría con que sirve a su Reina. Tiene las alas a medio recoger, en ademán de quien acaba de volar. La manera en que están pintadas las alas del ángel, es desconocida. Las alas del ángel son alas como las de un águila, símbolo náhuatl de espiritualidad elevada. Los tonos de las alas son parecidos a los del pájaro mexicano tzinitzcan que anunció a Juan Diego la aparición de la Virgen de Guadalupe. Tiene orejas y ojos grandes, para percibir y transmitir el mensaje. Con una mano toca el cielo (manto con estrella), con la otra, toca la tierra, vestido lleno de flores.


LOS RAYOS

    Detrás de la Virgen hay un sol que la rodea de 129 rayos. La Virgen está rodeada de rayos dorados que le forman un halo luminoso o aura. El mensaje transmitido es: Ella es la Madre de la luz, del Sol, del Niño Sol, del Dios verdadero, ella lo hace descender hacia el “centro de la luna” (México en nátuahl) para que allí nazca, alumbre y dé vida.


LA VIRGEN EMBARAZADA

    El lazo de la cintura, es característico de la mujer indígena que va a ser madre. El tonalí, pequeña flor de cuatro pétalos, representa la natalidad indígena, morada de Dios. Se halla en el vientre de María, indica que allí está lo más importante que ella viene a traernos, Jesús. El cinto marca el embarazo de la Virgen. Se localiza arriba del vientre. Cae en dos extremos trapezoidales que en el mundo náhuatl representaban el fin de un ciclo y el nacimiento de una nueva era. En la imagen simboliza que con Jesucristo se inicia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.


LA RODILLA IZQUIERDA, LAS MANOS, EL PELO,
EL ROSTRO Y EL VESTIDO

    La rodilla izquierda, aparece flexionada, está danzando. Acción de culto característico de los pueblos indígenas. Su alma se regocija en el Señor, mientras se balancea. Las delicadas manos, están juntas en señal de recogimiento, en profunda oración.

    La derecha es más blanca y estilizada, la izquierda es morena y más llena, podrían simbolizar la unión de dos razas distintas.

    El vestido adornado con una variedad de corazones, montes y flores representa la tierra. Asume la naturaleza y valora la Creación. La flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin, representa la presencia de Dios, la plenitud, el centro del espacio y del tiempo. Lleva un cruz sobre la garganta, que es la cruz que veían los indios en los estandartes españoles. Lleva el pelo suelto, lo que entre los indígenas es señal de virginidad. Es Virgen y Madre. Su rostro es moreno, ovalado y en actitud de profunda oración. Su semblante es dulce, fresco, amable, refleja amor y ternura.


HAY UNA MÚSICA SANADORA ESCRITA EN EL MANTO

    Las estrellas y el centro de las flores, se alinea con las notas en un pentagrama. Cuando se ejecuta la composición no se obtienen una serie de sonidos al azar sino una bella armonía musical que ha sido llamada “armonía perfecta”.

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