viernes, 5 de agosto de 2016

CAMINANDO HACIA EL DIRECTORIO CATEQUÍSTICO ARGENTINO

La iniciación cristiana, un acontecimiento salvífico 
(El QUÉ de la catequesis)


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La renovación de la catequesis de iniciación no es simple aplicación de técnicas o métodos: es un espíritu que debe impregnar a toda la comunidad: sólo así se convierte en verdadera fuerza renovadora de la vida en nuestras comunidades. No se debe olvidar que estamos dentro del ministerio de la Palabra, cuya presencia transversal y abundante en la catequesis es fundamental; por lo tanto, hay que reconocer primero la acción de Dios, la eficacia de la proclamación de la Palabra, del espíritu comunitario del encuentro, del clima propio de oración y fraternidad; a esto hay que agregar las disposiciones interiores propias de los catecúmenos-catequizandos; se parte de una ley fundamental: el Evangelio nunca se impone, se propone; se cuenta, pues, con la adhesión libre del interlocutor, lo cual establece relaciones, vínculos especiales entre el catequista y el catequizando. Las diferencias entre una “clase” en una “escuela” y un “encuentro” de catequesis en “una comunidad de fe” son muy grandes. Por esto hay que estar muy atentos al aplicar teorías, recursos etc. que nos propone la ciencia pedagógica. La renovación metodológica nos llevará a un equilibrio necesario en este punto, y a rescatar lo que es más original de la catequesis y de la predicación: el anuncio gozoso de que el Reino de Dios está cerca, utilizando una apropiada pedagogía catequística, momento en el que no está ausente la acción del Espíritu Santo.

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