La iniciación cristiana, un acontecimiento salvífico
(El QUÉ de la catequesis)
23- En el documento de Aparecida los obispos latinoamericanos han insistido en esta renovación y particularmente la reclamaron en su servicio a la iniciación cristiana: “Asumir esta iniciación cristiana exige no sólo una renovación de la modalidad catequística de la parroquia. Proponemos que el proceso catequístico formativo adoptado por la Iglesia para la iniciación cristiana sea asumido en todo el Continente como la manera ordinaria e indispensable de introducir en la vida cristiana, y como la catequesis básica y fundamental. Después, vendrá la catequesis permanente que continúa el proceso de maduración en la fe, en la que se debe incorporar un discernimiento vocacional y la iluminación para proyectos personales de vida” . Esta renovación requerida exige por un lado la conversión pastoral de nuestras comunidades -lo cual implicará pasar de una catequesis de mera conservación a una catequesis decididamente misionera, kerigmática-, y por otro la contemplación del catecumenado bautismal de adultos como paradigma fundamental que ha de animar todo el proceso catequístico de iniciación cristiana, tanto -como ya dijimos- para los no bautizados que inician su camino de incorporación a Cristo como para los ya bautizados, insuficientemente evangelizados o catequizados, o que se han alejado de la vida cristiana y desean retomar el camino de la fe.
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