martes, 5 de abril de 2016

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

TIEMPO PASCUAL
MARTES DE SEMANA II
05 de abril


San Hilario (c. 315-367), obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia
La Trinidad, 12,55s; PL 10, 472


“No sabes de dónde viene ni a dónde va”

    Dios todopoderoso, según el apóstol Pablo, tu Espíritu “escruta y conoce las profundidades de tu ser” (1C 2, 10-11), e intercede por mi, te habla en mi lugar con “gemidos inenarrables” (Rm 8,26)… Fuera de ti nadie escruta tu misterio; nada que sea extraño a ti no es suficientemente poderoso para medir la profundidad de tu majestad infinita. Todo lo que penetra en ti procede de ti; nada de lo que es exterior a ti tiene el poder de sondearte…

    Creo firmemente que tu Espíritu viene de ti por tu Hijo único; aunque yo no comprendo este misterio, tengo, respecto a él, una profunda convicción. Porque en las realidades espirituales que son dominio tuyo, mi espíritu es limitado, tal como lo dice tu Hijo único: “No te extrañes de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de nuevo’. Porque el Espíritu sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del agua y del Espíritu”.

    Creo en mi nuevo nacimiento sin comprenderlo, y en mi fe guardo lo que escapa a mi comprensión. Sé que tengo el poder de renacer, pero no sé cómo esto se realiza. El Espíritu no tiene ningún límite; habla cuando quiere, y dice lo que él quiere y donde quiere. La razón de de su partida y de su venida permanecen desconocidas para mi, pero tengo la profunda convicción de su presencia.


Fuente: ©Evangelizo.org





Porque esta no es una palabra vana, 
sino que es la vida de ustedes... 
(Deuteronomio 32, 47)

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