Posturas y Gestos Corporales en la Misa
Liturgia en la Misa
Es un símbolo de unidad de aquellos que se han reunido para rendir culto.
Cuando estamos ante el Señor, en Su Presencia, hemos de arrodillarnos. Arrodillarse, por un lado, es un acto de humildad, es reconocerse criatura ante el Creador, que ante Dios uno es tan pequeño. Quedarnos parados ante Él, salvo que tenga un real impedimento para arrodillarme, es ponerme ante Dios “de igual a igual”, es no querer “humillarme”, es fruto o de una gran inconsciencia o de una gran soberbia.
Arrodillarse ante el Señor es además un acto de fe: si me arrodillo, es porque verdaderamente creo que Él está allí Presente
No hay comentarios:
Publicar un comentario