San Gregorio Magno (c. 540-604) papa y doctor de la Iglesia Morales sobre Job, XII (SC 212.Morales sur Job, Cerf, 1974)
“Veremos venir al Hijo del hombre”
“Tú llamarías, y yo te respondería” (Jb 14,15). Respondemos a alguien si nuestro comportamiento es acorde a sus actos. En esta transformación, el llamado viene del Señor y ante el radiante esplendor del ser incorruptible, la respuesta del hombre se hace incorruptible y liberada de su corrupción.
Ahora, en tanto seamos esclavos de nuestra corrupción, no respondemos al autor de nuestra vida. No teniendo nada en común corrupción e incorrupción, ninguna semejanza nos permite dar una respuesta. Pero, la Escritura ilumina sobre el cambio definitivo: “Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es” (1Jn 3,2). Nosotros responderemos verdaderamente al llamado de Dios el día que, al llamado de la Incorrupción soberana, nos levantaremos incorruptibles.
La criatura es incapaz de darse por ella misma tal estado y sólo el don de Dios todopoderoso permite la mutación que da la maravillosa gloria de la incorruptibilidad. Job tiene el derecho de agregar “Ansiarías ver la obra de tus manos” (Jb 14,15). Es como si dijera abiertamente “Si tu criatura corruptible puede subsistir hasta la incorruptibilidad, es porque la mano de tu poder la endereza y la gracia de tu atención la mantiene para que ella pueda subsistir”.
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