«Nadie le puso la mano encima porque no había llegado su hora»
Muchas veces, buscar a Jesús es un bien porque es la misma cosa que buscar la Palabra, la verdad y la sabiduría. Pero, me diréis, que las palabras «buscar a Jesús» son a veces pronunciadas a propósito de aquellos que le persiguen. Por ejemplo: «Buscaron una ocasión para prender a Jesús, pero nadie le puso la mano encima porque no había llegado su hora.»... Jesús sabe de quien se tiene que alejar y con quien puede permanecer sin ser descubierto todavía, para que quien lo busque lo encuentre en el tiempo favorable. El apóstol Pablo dice a lose que no poseen todavía a Jesús y no lo han contemplado: «No digas en tu corazón: « ? Quien subirá al cielo? ¡Atiende! Para hacer descender a Cristo. ¿Quién descenderá al abismo? ¡Atiende! Para hacer subir a Cristo de entre los muertos. ¿Qué dicen las Escrituras? «La palabra está cerca de ti la tienes en tu boca, la tienes en el corazón.» (cf Rm 10,6-8).
Cuando el Señor dice, empujado por el amor a los hombres: «Me buscaréis.» (cf Jn 8,21) da a entender las cosas del Reino de Dios. Para que los que le buscan no lo busquen fuera de ellos mismo diciendo: -Aquí está- o bien, -está allí-. El evangelio les dice: «El reino de Dios está dentro de vosotros.» (Lc 17,21) Mientras guardamos la semilla de la verdad depositada en nuestra alma, y los mandamientos, la Palabra no se alejará de nosotros. Pero si el mal se extiende en nosotros y nos corrompe, entonces Jesús nos dirá: «Me voy, y me buscaréis y moriréis por vuestro pecado.»
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