jueves, 30 de septiembre de 2021

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 1 DE OCTUBRE - “Hace tiempo que se habrían convertido” (Lc 10, 13-16)


 



Papa Francisco
Homilía, 8 de julio 2018

“Hace tiempo que se habrían convertido” (Lc 10, 13-16)


En nuestra experiencia de vida como cristianos estamos más acostumbrados a hacer oración de petición. Ponemos en las manos de Dios todos nuestros problemas, los de la gente que nos rodea, nuestros deseos. Sin embargo, ¿Cuántas veces le agradecemos a Dios por los regalos que nos da?

El Señor hace milagros todos los días en nuestra vida pero ya nos acostumbramos a ellos. El milagro de nuestra familia, del amor de los que nos rodean, el milagro de estar vivos. Pero a pesar de todos estos milagros, ¿ya hemos vuelto nuestro corazón con todo nuestro amor a Jesús? ¿O aún reservamos una parte que no le hemos querido entregar?

Jesús no se lamenta de haber hecho los milagros, sino de que, a pesar de ellos, nos neguemos a cambiar y seguirle. Cuando esto sucede no le dejamos obrar el único milagro que requiere de nuestro grano de arena, la verdadera conversión. Una conversión sincera no significa ser inmaculado y no pecar, sino evitar a toda costa el pecado con la ayuda de la gracia. Al abandonarnos en sus manos reconociendo que solos no podemos, nuestro amor al Señor se vuelve tan grande que no queremos ofenderle más, no queremos cargar más peso en su espalda llagada.

Hemos escuchado tantas veces de la conversión, pero ¿qué esperamos para tener una experiencia verdadera de Dios? Y si ya hemos ido experimentando ese llamado de vuelta hacia Dios, nuestra conversión es un sí cotidiano, un sí sostenido que nos va acercando a la contemplación de la alegría eterna, del rostro de Dios. Y tú, ¿piensas escalar al cielo como te pregunta Jesús?

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