El Corazón de Jesús busca amor y reparación por los bautizados que han perdido su fe. Por aquellos que recibiendo la Santa Comunión lo hacen con frialdad e indiferencia, poniendo en su boca la Hostia, pero no recibiéndola en su corazón. Por los que no visitan el sagrario, cuando de allí sale la fuerza del apostolado. Por el mal trato que les dan sus enemigos en las profanaciones Eucarísticas.
Reflexiona
No es el momento del olvido, sino el del compromiso. ¿Somos capaces de trabajar para hacer comprender que hay que acompañar y consolar a Jesús en la Eucaristía, dándole amor y reparación?
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