sábado, 13 de junio de 2020

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - 14 de Junio - «El que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá para siempre»


San Padre Pío de Pietrelcina Carta: Acerquémonos a la mesa con amor y respeto. Carta del Padre Pío, Vicenza 1969, p. 55

«El que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá para siempre» 

    -Padre ¡me siento tan indigno de comulgar!, Verdaderamente soy indigno de ello.

    Respuesta: -Es verdad, no somos dignos de un tal don; pero una cosa es participar indignamente de la comunión, en estado de falta grave, y otra cosa es no ser dignos de ello. Todos somos indignos de comulgar; pero es Jesús mismo quien nos invita, es él quien lo desea. Seamos, pues, humildes, y recibámoslo con un corazón lleno de amor.

    -Padre ¿por qué llora usted cuando comulga?

    Respuesta: – Si, hablando de la encarnación del Verbo en el seno de la Inmaculada, la Iglesia ha exclamado «Él no despreció, en absoluto, el seno de la Virgen» ¿qué podemos decir nosotros? Pero Cristo dijo: «Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros». Consecuentemente, acerquémonos a la mesa de comulgar con mucho amor y un gran respeto. Que todo el día sirva, primero para prepararnos, y después para dar gracias».

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